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Cuando dormir es un problema

Dificultades para conciliar el sueño, despertar en medio de la noche o sentirse cansado aún luego de dormir, son características de alguien que sufre trastornos de sueño.


 

 

Dificultades para conciliar el sueño, despertar en medio de la noche o sentirse cansado aún luego de dormir, son características de alguien que sufre trastornos de sueño.

 

 

Durante esta época del año se vuelven más comunes estos problemas. La Dra. Rosemarie Fritsch, psiquiatra especialista en trastornos de sueño, explica a que se debe esto, “Es frecuente que durante las vacaciones nos acostemos y levantemos más tarde, produciéndose un retraso de fase de sueño. El regreso a la rutina nos exigirá acomodarnos nuevamente a los horarios y exigencias previas. Algunas personas no tienen ningún problema en adaptarse; sin embargo, hay quienes presentan grandes dificultades. Puede que adopten algunas medidas que tenderán a volver crónico el problema y podrán desarrollar un trastorno del sueño propiamente tal”.

 

Problemas como estos son bastante comunes: en Santiago se estima que el 26,3% de la población adulta sufre de insomnio. Asimismo, las mujeres presentan el doble de riesgo de padecer un trastorno de sueño. Los niños y adolescentes no están exentos de esto y están expuestos a presentar dificultades para dormir.

 

“Los niños, y en especial los adolescentes, son más vulnerables a presentar estas alteraciones, lo que puede resultar en problemas de concentración en el colegio por una “deuda” de sueño. Muchas veces se diagnostica erróneamente un déficit atencional en niños con alteraciones del sueño de este tipo, pues tiene algunas similitudes: se vuelven desconcentrados, algo irritables. A veces es posible observar inquietud psicomotora (hiperquinesia) producto de que el niño intenta combatir el sueño poniéndose en movimiento”. Detalla la Dra. Fritsch.

 

La Dra. Rosemarie Fritsch entrega 10 consejos prácticos para un óptimo descanso:

 

Vaya a la cama a la misma hora todas las noches y levántese a la misma hora cada mañana. Programe y mantenga un horario para dormir, incluso los fines de semana. 

 

No se quede en la cama despierto. Si usted no logra dormirse en 30 minutos, vaya a otro cuarto y haga algo relajante hasta que se sienta cansado. No lea en la cama. 

 

Trate de ejercitarse durante 20 a 30 minutos cada día, pero no justo antes de la hora de dormir. Si realiza actividad física, que esta sea por lo menos tres horas antes de irse a dormir.

 

Evite beber alcohol cerca de la hora de dormir. Inicialmente puede sedarlo, pero el alcohol mantiene su cerebro en un sueño liviano, por lo que no se descansa correctamente.

 

Levántese con el sol o use luces muy brillantes en la mañana. La luz solar ayuda a reajustar el reloj biológico interno cada día.

 

Durante la noche, evite bebidas con cafeína porque actúan como estimulantes. Aumenta el número de despertares durante la noche y disminuye el tiempo total de sueño.

 

Evite la nicotina en la noche. Es un estimulante como la cafeína, así que excita su corazón. Los fumadores a menudo tienen problemas para dormir, porque la duración de una buena noche de sueño es mayor que lo que sus cuerpos resisten sin un cigarrillo. Se despiertan temprano debido a la falta de nicotina.

 

Desarrolle una rutina de relajación antes de ir a la cama. Esto puede incluir un baño tibio, un estiramiento liviano, escuchar música apropiada, leer u otras actividades relajantes.

 

Conozca los efectos secundarios de sus medicamentos, algunos pueden generar somnolencia o dificultar el quedarse dormido. 

 

Si los problemas para dormir persisten, vea a su médico. Si tiene problemas para quedarse dormido noche tras noche o si siempre se levanta sintiéndose cansado, puede deberse a  un desorden del sueño que necesite tratamiento.