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Especial Salud de la Mujer: Sexualidad y embarazo

 

El embarazo y la llegada de hijos es uno de los momentos de la vida en que la sexualidad se vuelve vulnerable y se enfrenta un nuevo contexto, a nuevas exigencias y posibilidades. Sin embrago esto no significa, necesariamente, que la salud sexual de la pareja empeore, sostiene la psicóloga Sandra Ahumada, especialista en sexualidad del HCUCH.



 

El embarazo y la llegada de hijos es uno de los momentos de la vida en que la sexualidad se vuelve vulnerable y se enfrenta un nuevo contexto, a nuevas exigencias y posibilidades. Sin embrago esto no significa, necesariamente, que la salud sexual de la pareja empeore, sostiene la psicóloga Sandra Ahumada, especialista en sexualidad del HCUCH.

 

Muchas veces cuando se hace referencia a la sexualidad se la asocia a un problema de disfunción sexual y no a un aspecto vinculado a la salud de las personas. La sexualidad, o más bien la salud sexual de las personas, tiene mucho más que ver con una función del ser humano que con una disfunción, y su expresión a los largo de la vida tiene distintas características.


“La sexualidad es más que solo mantener relaciones sexuales, es un espacio de comunicación, entrega, placer y conexión con nuestra pareja y con nosotros mismos, que nos enriquece, nos alimenta y nos conecta con un espacio esencial y profundo de experiencias y necesidades”, sostiene Sandra Ahumada, psicóloga clínica, especialista en sexualidad del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico Universidad de Chile.


La experta precisa que la sexualidad se puede expresar a través de múltiples formas, algunas más generales, como caricias y contacto corporal, miradas, besos, palabras, y otras focalizadas en los genitales, como coito, sexo oral y caricias genitales, entre otras. 


Las relaciones sexuales coitales, explica Sandra Ahumada, satisfacen múltiples necesidades individuales y de la pareja, no solo es una “descarga” del placer, sino que también dan cabida a necesidades emocionales (intimidad, expresión de afecto, comunicación, etc.). En resumen, “una vida sexual plena nos hace sentirnos bien con nosotros y con nuestra pareja”, enfatiza la profesional. 


Pero, ¿qué pasa con la sexualidad durante el embarazo? ¿Cuánto influye en la sexualidad de la pareja la llegada de un bebé? Esto también tiene que ver con nuestra salud sexual y la Psicóloga Sandra Ahumada nos ayuda a entender mejor qué pasa en esta etapa de la vida en pareja.


¿Se pueden mantener actividad sexual durante el embarazo?
Se puede, y es sano mantener relaciones sexuales durante el embarazo. La sexualidad es un aspecto central del ser humano, que nos acompaña toda la vida. No hay porqué suspenderla durante el embarazo, solo si existen contraindicaciones médicas se pueden restringir ciertas prácticas, como el coito o relaciones sexuales, pero la sexualidad se sigue expresando de muchas otras maneras.


¿Cómo enfrentar el tema cuando la futura madre quiere, pero tiene molestias?
Si la madre quiere pero tiene molestias hay que explorar qué tipo de molestias son y cuál es su origen para buscar alternativas. Algunas molestias pueden tener su origen en problemas que requieren atención médica (por ejemplo, infecciones vaginales o problemas obstétricos), pero hay una amplia gama de “molestias” que tienen que ver con todos los cambios fisiológicos propios del embarazo y que no constituyen enfermedad; por ejemplo, sensación de sequedad vaginal o incomodidad con ciertas posturas durante las relaciones sexuales. Cada pareja puede variar y ampliar su repertorio de conductas habituales (posturas y prácticas coitales, tipo de caricias y uso de algún lubricante, por ejemplo).



¿Cómo evitar que esto afecte la relación de pareja?
El embarazo y la llegada de hijos es uno de los momentos de la vida en que la sexualidad se vuelve vulnerable, es decir, enfrenta un nuevo contexto y por tanto nuevas exigencias y posibilidades, eso no quiere decir que la sexualidad, necesariamente, empeore, pero sí que enfrenta cambios cuya dirección va a depender, desde un punto de vista psicológico, de la actitud y recursos de la mujer embarazada, así como de factores de la relación de pareja. En este sentido, es fundamental que la pareja converse  abiertamente sobre su sexualidad durante este período, sobre los cambios que va enfrentando, los nuevos temores y necesidades, desde una actitud empática y flexible que permita adaptarse al nuevo escenario.


¿En el período de gestación se altera la libido o el deseo sexual? ¿Lo recupera después del parto?
La libido o deseo sexual es fluctuante en las mujeres, no es una cantidad fija, sino que está sujeta a ritmos y vaivenes. Durante el embarazo también presenta períodos de cambio, momentos en que se intensifica (generalmente en el segundo trimestre) y decrece (habitualmente en primer trimestre y en el puerperio). El recuperar el deseo y reinstalar la sexualidad es un proceso, no se da en un momento específico, sino que es un territorio que vuelve a poblarse gradualmente, desde el deseo, la conexión con el placer, la cercanía física y la conexión erótica.


¿Se puede llevar una sexualidad “normal” cuando llegan los hijos al nido?
Sexualidad normal es aquella con la que me siento satisfecha en un contexto específico como persona y como pareja. La sexualidad cambia con la llegada de los hijos, pero eso no quiere decir que no sea normal. La sexualidad en esta etapa debe reacomodarse y buscar una nueva forma de expresarse que sea satisfactoria para mí y mi pareja.