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Dietas extremas antes de vacaciones

El nutricionista del Hospital Clínico Universidad de Chile, Alexander González, nos informa sobre los riesgos y consecuencias de seguir una dieta extrema.

Es común en época estival que las personas pidan consejos relacionados a lo que deben comer o dejar de comer para poder bajar de peso. Al hacer esto recurren a las llamadas dietas extremas y es ahí donde corren el riesgo de enfermarse.

Para realizar una dieta efectiva ésta debe ser bien planificada, asesorada y prescrita por un profesional capaz de guiarla. El nutricionista comentó que, “se realiza de la misma forma que cuando uno va al médico consultando por alguna enfermedad. El médico indica el tratamiento mediante fármacos, luego de realizar la evaluación y el diagnóstico. Esto es lo mismo porque la prescripción de una dieta es individual y considera una evaluación nutricional, diagnóstico y prescripción dietética”.

¿Cuáles son los riesgos de seguir una dieta extrema? 

El riesgo que corren las personas que deciden realizar este tipo de dietas es enfermarse por bajar de peso de forma no saludable. No se consumen nutrientes esenciales, ya que se muchas veces se basan en la ingesta de un solo alimento o preparación (dieta de la sopa, de la manzana, etc.), por lo que suelen ser muy restrictivas y poco equilibradas.

Es entonces cuando aumenta el riesgo de desnutrición, que no siempre tiene que ver con la cantidad de peso que se pierde, sino que también a la falta de algún nutriente que necesita el organismo.Las personas ven el cambio en la balanza, porque bajan de 4 a 8 Kg en un tiempo muy corto, pero lo que generalmente se disminuye en este tipo de dietas es agua y músculo, no grasa.

Una baja de peso saludable está en el rango de ½ a 1 kg por semana, 2 a 4 Kg por mes, cuyo objetivo principal no solo es lograr la baja de peso, sino que favorecer un cambio en la composición corporal, disminuyendo el porcentaje de grasa y conservando y/o aumentando masa muscular.

¿Cuáles son las consecuencias de seguir este tipo de dietas?

- Debilidad
- Sueño
- Fluctuación de la glicemia (azúcar en la sangre)
- Desmayos
- Taquicardia 
- Sudoración
- Debilidad general 

En casos más extremos se puede llegar a la hospitalización, incluso a la muerte.

Es por eso que se orienta a las personas a seguir una dieta equilibrada, suficiente y saludable, donde no falte ningún nutriente, considerando además la prescripción de ejercicio físico, el que además de contribuir a la pérdida de peso, conserva y/o aumenta la masa muscular que finalmente es el tejido metabólicamente activo donde se quemarán las grasas que consumimos y aquellas que están depositadas.

Las personas más propensas a generar alguna de estas consecuencias son quienes padecen diabetes, hipertensión arterial u otra enfermedad sensible a los cambios en la alimentación, como enfermedades renales o hepáticas, por ejemplo. 

¿Cómo realizar correctamente una dieta? 

Alguno de los aspectos más importantes que se consideran para indicar una dieta adecuada son: peso, edad, talla, condición física, hábitos alimentarios, enfermedades preexistentes, entre otros.

Se debe acudir a un profesional que indique una dieta personalizada y quien estimará sus requerimientos nutricionales, calculando calorías, proteínas, grasas y carbohidratos que se requieren al día. 

La clave está en la calidad y cantidad de alimento que se consumen y como se distribuye durante el día en las porciones adecuadas. En cuanto a la ingesta de agua, la recomendación es 2 a 3 litros por día. Lo más importante es siempre complementar la dieta con una rutina de ejercicio físico bien planificada e individual, que considere condición física actual, duración, frecuencia, volumen y funcionalidad, ya que de esta forma se logra un cambio en la composición corporal en forma gradual.