Hoy en día, gracias a los tratamientos de recuperación espermática a través de diversas técnicas (Biopsias Testiculares) asociadas a terapias de reproducción asistida como la  inyección intracitoplasmáticas de espermatozoides (ICSI), hay hombres que han logrado tener descendencia en ausencia de espermatozoides en su semen.

Culturalmente, el tema de la incapacidad para concebir un hijo no está asumido por los hombres y por décadas ha sido responsabilidad exclusiva de las mujeres, lo que dificulta el proceso de diagnóstico precoz y tratamiento.

La infertilidad es la incapacidad de lograr un embarazo espontáneo luego de un año de relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos. Aproximadamente el 15% de las parejas  tienen un problema de fertilidad. 

Según afirma el Dr. Cristián Palma Ceppi, urólogo- andrólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, “la infertilidad masculina puede ser provocada por una variedad de condiciones. Algunas de ellas se pueden identificar y tratar, como el varicocele, infecciones o déficit de algunas hormonas; otras se logran diagnosticar, pero no cuentan con un tratamiento específico, como alteraciones genéticas o atrofia testicular (disminución del tamaño de los testículos). 

La infertilidad masculina principalmente se debe a un bajo número de espermatozoides, la escasa movilidad de éstos o a alteraciones en su estructura.  En un 34% de los casos no se logra determinar el origen del problema y el resto de las causas de infertilidad masculina corresponde a infecciones, alteraciones hormonales, malformaciones congénitas genitales, enfermedades inmunológicas, varicocele, tumores, entre otras. 

Existen drogas que en exceso pueden ocasionar infertilidad masculina a través de diversos mecanismos.


La infertilidad es siempre un tema que debe ser abordado evaluando a la mujer y al hombre. En el caso específico de la infertilidad masculina, existen algunos signos que podrían hacer sospecharla; por ejemplo, ausencia de caracteres sexuales secundarios en el hombre adulto (barba, desarrollo normal del tamaño del pene y testículos), testículos no descendidos (crioptorquidea). Sin embargo, en un alto porcentaje la infertilidad no produce ningún otro signo o síntoma asociado. 

¿Cómo sé si soy infértil?

La evaluación de la fertilidad masculina se realiza a través de una historia clínica detallada, examen físico dirigido y un espermiograma como estudio primario. Este examen consiste en evaluar en el laboratorio una muestra de semen obtenido por masturbación y en la que se determina el número, movilidad y la forma de los espermatozoides, así como también la presencia de infección seminal.

Asimismo se puede realizar en caso necesario una evaluación hormonal, análisis de orina posteyaculación, ecotomografía testicular, pruebas genéticas y algunas pruebas más especializadas.

Para el Dr. Cristian Palma Ceppi, “lo importante es realizar una evaluación del factor masculino cuando no se logra un embarazo, luego de un año de relaciones sexuales sin protección. Dicha evaluación debe realizarse antes de un año si existen factores de riesgo para infertilidad masculina, como, antecedentes de mal descenso de los testículos, infecciones en próstata o testículos, varicocele, exposición a tóxicos, alteraciones en el desarrollo, disfunción eréctil, alteración en la eyaculación, tratamientos anteriores para el cáncer con quimioterapia o radioterapia y uso de anabólicos”.