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HCUCH a la vanguardia de los tratamientos para combatir enfermedades cardiovasculares

Chile es el país con mayor esperanza de vida de Latinoamérica con un promedio de 80,5 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Uno de los factores que ha incidido en esta estadística es el desarrollo de la medicina en cuanto a prevención, diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades.

¿De qué nos morimos los chilenos? Entre las principales causas de muerte están las enfermedades cardiovasculares, siendo las responsables del 27,1% de los fallecimientos según datos del Ministerio de Salud (MINSAL). 

Una de las patologías que aporta a este índice es la estenosis valvular aórtica que, “es la estrechez de la válvula aórtica del corazón, la cual es una de las más importantes porque comunica este músculo con el resto de las arterias del cuerpo y permite que la sangre fluya en ambas direcciones”, explica el Dr. Alberto Barría, cardiólogo y hemodinamista del Departamento de Cardiología del Hospital Clínico Universidad de Chile.

La incidencia de esta enfermedad  en el mundo es de 3 a 4% en la población en general,  afecta principalmente a personas sobre 65 a 70 años y la cifra se incrementa en pacientes de edades avanzadas. Según recalca el especialista, “el riesgo de tener un evento cardíaco grave como la muerte en pacientes que padecen esta patología es significativo por eso es importante realizar un diagnóstico a tiempo”.

Los síntomas de alerta son: ahogo, disminución de la capacidad de hacer cosas, dolor de pecho, falta de aire y desmayo. “Cuando una persona presente estos síntomas debe consultar al cardiólogo porque esto puede ser por esta patología o por muchas otras enfermedades cardiológicas que también existen”, advierte el Dr. Barría.

El tratamiento clásico para tratar esta patología es la cirugía a corazón abierto, “esto significa que el cirujano cardíaco realiza una abertura dentro de la caja toráxica del paciente y lo coloca en un sistema de circulación sanguínea externo, se detiene el corazón, se saca la válvula antigua y se coloca una nueva”, detalla el especialista. 

Hay pacientes en edad muy avanzada o de alto riesgo en quienes  no se puede realizar este tipo de operaciones ¿Existe hoy en día alguna alternativa? “Efectivamente en pacientes no aptos para la cirugía, esta intervención implica riesgos adicionales que pueden ocasionar secuelas, como por ejemplo, trombosis cerebrales, infartos cardíacos, ruptura de la arteria aorta u hospitalizaciones prolongadas. Antiguamente no había tratamiento para ellos; sin embargo, actualmente la opción más usada en el mundo es realizar un procedimiento llamado implante percutáneo de prótesis aórtica (TAVI), el cual se trata de colocar la misma prótesis que se pone por cirugía abierta, pero  a través de un catéter que transporta la válvula por una arteria del cuerpo (generalmente alguna de la pierna) hasta llegar al corazón”.

Los beneficios de este tipo de cirugías percutáneas son que el paciente no se somete a una cirugía abierta de alto riesgo, la recuperación es más rápida, ya que al día siguiente de la operación está en sala y caminando. Asimismo se disminuye el  riesgo de tener trombosis cerebrales, infartos cardíacos, dolores postoperatorios y el de morir en el procedimiento.

“Cuando el paciente no se puede tratar mediante una cirugía estándar, se realiza este procedimiento percutáneo, el cual hoy en día permite que los pacientes tengan una opción de mejorar su calidad de vida y su sobrevida”, plantea el especialista. 

Insuficiencia de la válvula mitral: enfermedad cardíaca que también puede ser tratada por vía percutánea.

La insuficiencia de la válvula mitral también se presenta en pacientes de edades avanzadas y de alto riesgo, lo que hace necesario que sea resuelta por vía percutánea. 

Las válvulas tienen la labor de hacer que la sangre no escape cuando pasa desde una aurícula a un ventrículo del corazón. Cuando la válvula mitral se hace insuficiente, la sangre se devuelve con cada latido cardíaco y el paciente desarrolla insuficiencia cardíaca.

Según explica el cardiólogo HCUCH, “tenemos la posibilidad de tratarla a través de un dispositivo que disminuye la insuficiencia. Es una especie de clip que viaja mediante un catéter por las venas y se inserta en la válvula mitral del corazón con el objetivo de cerrarla parcialmente y así evitar que la sangre se filtre”.

Los síntomas de esta enfermedad son ahogo, hinchazón de piernas, dificultad para dormir y disminución de la capacidad general de hacer esfuerzo; si se presentan hay que consultar con un especialista en Cardiología.