La depresión es una enfermedad psiquiátrica. Quienes la padecen presentan una baja global del estado de ánimo inmotivada, pérdida de vitalidad, disminución de la capacidad de disfrutar de la vida y entusiasmarse, trastornos de sueño, como despertares nocturnos a repetición o  despertares anticipados en la mañana, alteraciones en el apetito (como comer menos de lo habitual o comer demasiado), les es difícil concentrarse o suelen estar irritables. La depresión se produce principalmente por un desbalance químico en el cerebro y suele tener una base genética.

Para el psiquiatra del Hospital Clínico Universidad de Chile, Dr. Luis Risco, “es muy importante que las personas no confundan la depresión con la tristeza, ya que esta última se produce a raíz de un duelo o desilusión donde la baja de ánimo se explica por una pérdida significativa y es momentánea”.

¿Existe la depresión primaveral?

“Está demostrado que en primavera aumenta la tasa de suicidios y las hospitalizaciones por depresión. Hay muchas personas que se deprimen específicamente en primavera más que en cualquier otra época del año y esa  periodicidad y estacionalidad es también un indicador de que obedece a un problema más bien químico que a uno de carácter psicológico”. 

¿Por qué se produce en primavera?

“Un fenómeno de la depresión es el deterioro de los ritmos biológicos y del sistema que los controla, el cual está conectado con las regularidades del cosmos. En este caso la tierra está sincronizada al fotoperiodo, es decir, al ciclo luz – oscuridad. Las estaciones de transición como la primavera y el otoño en que el día y las noches se alargan o acortan, perturban el funcionamiento de dichos ritmos biológicos”.

¿Se puede prevenir la depresión primaveral?

“No hay forma de prevenir la depresión, la única forma es anticiparse y seguir un tratamiento médico con antidepresivos. De hecho hay pacientes que inician sus tratamientos farmacológicos en el mes de  julio o agosto porque saben que septiembre es un mal mes”.

¿Es posible curar la depresión?

Es una enfermedad que se sana porque cada episodio que es tratado se puede controlar, pero es recurrente. “La tasa de reincidencia si se tiene un tercer episodio depresivo es  superior a un 90%. Es una patología que vuelve una y otra vez”.

¿Qué tratamientos existen?

Como la depresión es el resultado de un desbalance químico,  lo central del tratamiento es el manejo médico con antidepresivos y lo principal en el tratamiento del duelo es la psicoterapia. “Las depresiones hay que entenderlas como una diabetes, por ejemplo. El problema es que como los síntomas son subjetivos y conductuales, la gente tiende a pensar que es solo un fenómeno psicológico y no lo es. Si alguien tiene depresión recurrente y no quiere tomar remedios sencillamente se está echando a perder la vida: es como un diabético que no se medica”. Y agrega “Hoy los antidepresivos que más se usan en los tratamientos son inhibidores de recaptura de la serotonina, que son medicamentos que aumentan la disponibilidad de esta sustancia en el cerebro”. 

¿Por qué se llega al suicidio?

Se han hecho estudios de autopsia psicológica, es decir,  se analiza en forma retrospectiva los últimos tres días de las personas que han cometido suicidio, investigando a los familiares cercanos, compañeros de  trabajo y a los equipos médicos que han tratado con esos pacientes en distintos países. “Se ha demostrado que el 80% de los suicidas son depresivos tratados insuficientemente  o no tratados”.

Rol de la familia y los más cercanos

Según explica el Dr. Risco muchas familias no comprenden que se trata de una enfermedad, sino lo asemejan a una maña o manipulación y en ocasiones llegan a hostilizar a los pacientes con lo cual empeoran el cuadro depresivo. “Lo que las familias deben hacer es informarse y para eso tienen derecho a consultar al médico de qué se trata esta enfermedad, además de entregarle los cuidados al enfermo para que la convalecencia y la mejoría se lleven a cabo de la manera más favorable posible”.

Recomendaciones del especialista

• Los pacientes deben consultar con un psiquiatra y no un neurólogo para ser tratados.

• Se recomienda que los pacientes en proceso de recuperación realicen ejercicios.

• Exponerse a la luz natural es positivo, ya que contribuye a la mejoría.

• Se aconseja mantener la regularidad de los patrones de sueño y vigilia.

• No usar tóxicos, ni  alcohol, ni drogas, ni sustancias no prescritas por los médicos porque pueden empeorar los cuadros.

• Consumir Omega 3 porque ayuda significativamente  en la mejoría de estos casos.