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Los adultos mayores no deben hibernar

“Quédese acostado mejor, hace mucho frío”, esta frase refleja algo que ocurre con frecuencia en los hogares donde viven personas mayores.Una vez que empieza el invierno, tendemos a pensar que la mejor forma de evitar las enfermedades respiratorias u otras tiene relación con quedarse en cama y por ningún motivo salir de la casa. Sin embargo, esta situación trae consigo más riesgos que beneficios.

 

Quedarse en cama en exceso y disminuir la actividad habitual tiene consecuencias negativas para la salud de las personas mayores comenta la terapeuta ocupacional de nuestro Hospital Constanza Briceño. “Es importante destacar que la forma en que valoramos la salud en este grupo etáreo se relaciona con su capacidad funcional; es decir, con las distintas actividades en las que se involucran y participan, más allá de las patologías que presenten o los medicamentos que consuman. Quedarse en cama implica moverse menos, y la falta de movimiento (aunque no estemos hablando de postración) puede producir rigidez, disminución de la fuerza muscular y de la resistencia, aumento de la probabilidad de aparición de heridas en la piel o úlceras por presión, alterando además el sistema respiratorio, aumentando el riesgo de neumonías, que es lo que desde un principio se quiere evitar. Asimismo, otra de las consecuencias tiene relación con la afectación que puede existir en la marcha y el equilibrio, lo que a su vez, aumenta la probabilidad de caerse, trayendo consigo más efectos negativos a la salud de la persona mayor”.
 
Sin embargo, las consecuencias del encamamiento no solo se evidencian a nivel de la capacidad física de la persona. También aumentan el aislamiento social y las alteraciones del ánimo. Los seres humanos somos seres sociales y ocupacionales, que buscamos la interacción social. Por lo que cuando una persona mayor se queda en cama, está restringiendo su participación.
 
Cada vez es más común que personas mayores se queden en cama durante el invierno, y cuando llega la primavera y mejora el tiempo, se levantan y esperan realizar las mismas actividades que hacían meses atrás, sin embargo, el tiempo y la cama ya han causado efectos en el equilibrio y la marcha, lo que aumenta la probabilidad de una caída, y frecuentemente, de una fractura de cadera. 
 
Por tanto, el promover que las personas mayores continúen realizando sus actividades cotidianas es una forma natural de estimular física, cognitiva y socialmente.
 

Recomendaciones para enfrentar un invierno activo
 
- Si usted vive con una persona mayor, no la sobreproteja. Es recomendable promover que siga participando en sus actividades de la manera más independiente y autónoma posible, siempre resguardando que el ambiente donde realice las actividades sea seguro. 
 
- Si usted es una persona mayor, es recomendable que continúe realizando sus actividades cotidianas y no quedarse en cama. Abríguese bien y no deje de relacionarse con sus amistades por culpa del frío. Además, la exposición a la luz solar le subirá el ánimo.
 
- Quedarse en casa no implica quedarse en cama. Hay distintas actividades que puede realizar dentro de su casa que favorecen la participación: leer el diario y mantenerse al tanto de la actualidad viendo noticias, participar en las distintas actividades de la dinámica familiar o pasar el día con sus nietos, por ejemplo.