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Contaminación ambiental: enemigo de la salud

La contaminación ambiental es sin duda uno de los factores de riesgo más importantes en el desarrollo y gravedad  de las enfermedades respiratorias durante los meses de invierno.

El factor  que contribuye a la contaminación es la combustión de elementos fósiles, ya sea en vehículos motorizados o en industrias que utilizan este tipo de combustibles, situación que se agudiza en una ciudad como Santiago, que geográficamente está ubicada entre cordilleras con poca ventilación. Asimismo, otra fuente fija de contaminación son las miles de estufas a leña que producen esencialmente partículas, de las cuales las más dañinas son las partículas en suspensión de menos de 2.5 micras (PM2.5).


Según explica el Dr. Felipe Rivera, broncopulmonar del Hospital Clínico Universidad de Chile (HCUCH), “las PM2.5 tienen gran capacidad de penetración en las vías respiratorias, por lo que son capaces de llegar hasta las partes más profundas del pulmón, provocando a largo plazo proceso inflamatorios crónicos, como fibrosis pulmonar, disminución de la capacidad respiratoria con crisis obstructivas, como las que se ven en el asma bronquial”.

Para el Dr. Rivera, médico broncopulmonar del Hospital Clínico Universidad de Chile (HCUCH) “las enfermedades que se producen son causadas por la irritación de las vías respiratorias superiores, fosas nasales, faringe, laringe, así como en los alvéolos de los pulmones”.  Y agrega, “todo esto provoca estornudos, tos y bronquitis en su efecto agudo y en su efecto subagudo puede generar alveolitis, que disminuye la capacidad de defensa de los mecanismos encargados en los alveolos, facilitando la acción de los componentes tóxicos”.

Está establecido que los tóxicos no sólo afectan las vías respiratorias, sino que pueden penetrar a la sangre y producir daño en la médula productora de glóbulos rojos y blancos. Si hay aerosoles o gases que contienen plomo pueden afectar a los huesos e incluso pueden producir alteración en el Sistema Nervioso Central, dando lugar a cefaleas o dolores de cabeza. A largo plazo pueden favorecer la aparición de cáncer pulmonar y de pleura, y es factible que logren producir cambios en la información genética, alterando el ADN de las células, potencialmente  factor de mutaciones.
Las medidas que recomienda el especialista son: “tratar de utilizar  principalmente la movilización pública en desmedro de los vehículos particulares, erradicar las chimeneas y a nivel gubernamental, establecer políticas  claras y precisas para impedir la producción del smog”. Asimismo aconseja “en los días de restricción o alerta no hacer ejercicios al aire libre, no abandonar las terapias de enfermedades respiratorias o cardiovasculares y no fumar dentro de las casas”.

En cuanto a los asados si bien desde punto vista teórico pueden ser factor sumatorio a la contaminación ambiental, el Dr. Rivera es claro en decir que “se trata de situaciones puntuales que están en momentos muy específicos, siendo rebasado cientos de veces por la producción de humo y partículas de las chimeneas”.