logo HCUCH
HCUCH

Navidad y Año Nuevo: época de recuerdos y nostalgia

 

Estas son fechas de celebración, regalos y unión familiar para la gran mayoría, pero para otros a veces significan pena y hasta lágrimas.

 



Navidad y Año Nuevo son fechas de celebración, regalos y unión familiar para la gran mayoría, pero para otros significan pena y hasta lágrimas por la pérdida reciente de un ser querido.

La recomendación general en estas fiestas de fin de año es propiciar un espacio para los recuerdos que no signifique aislarse del entorno social.

Para todos aquellos que han perdido un ser querido recientemente participar con entusiasmo de los festejos de final de año puede resultar una gran tarea. En esta fecha los recuerdos se intensifican con más fuerza y no es extraño que a la medianoche en Navidad o cuando llega un nuevo año, los sentimientos de tristeza y nostalgia estén a flor de piel.

Lo peor, indica el psiquiatra del Hospital Clínico Universidad de Chile, Jaime Solís, es aislarse y reprimir las emociones. “Es normal que exista un proceso de duelo y es esperable que la persona se sienta afectada por la partida, pero lo más importante es tener una visión realista, tener nostalgia, pena, tener recuerdos, echar de menos a las personas, extrañar las rutinas que se hacían, hasta cierto rango es normal, siempre y cuando no lo inhabilite para continuar con la vida y en ese sentido no tener temor a que alguien pueda tener recuerdos siempre que no me impida el desarrollo del resto de mis afectos, actividades y vida familiar”, sostiene el Dr. Solís.

Muchas madres, padres, hijos y abuelos enfrentan en cada fiesta familiar el reencuentro con esa pérdida que ha marcado sus existencias. En este contexto, el experto aconseja que la persona acepte sus sentimientos. Si tiene pena, que la sienta; si tiene rabia también, porque lo primero es no reprimir las emociones. Si es necesario derramar algunas lágrimas, se debe hacer sin sentirse mal por ello, ya que así la persona se desahoga y puede enfrentar de mejor manera los momentos difíciles.

El grado de intensidad con que se viven estas fechas, afirma el Dr. Solis, “va a depender de varios factores, entre ellos, el nivel de vínculo que se tenía con la persona que ya no está, la manera en que la persona falleció y el tiempo que ha transcurrido desde que ocurrió hasta ahora. Los vínculos más cercanos evidentemente son más difíciles de sobrellevar, de desarrollar un duelo normal. Las muertes accidentales o violetas son más difíciles de procesar y llevan más tiempo que aquellas muertes más “esperables” producto de enfermedades o muertes naturales por edad”.

Un consejo para enfrentar tanto los días previos, como la Navidad y Año Nuevo es mantenerse ocupado, teniendo siempre presente el recuerdo del ser querido, reunirse con amigos y compartir estas fechas sin obviar nada. No es bueno para el resto de la familia dejar de compartir los momentos que antes eran de alegría, unión y felicidad.

En esos momentos difíciles, estar en convivencia con familiares y amigos, es una de las mejores vías de esperar la Navidad o el Año Nuevo”, señala el Dr. Solís, psiquiatra del Hospital Clínico Universidad de Chile. 

El proceso de duelo es muy personal e individual; cada persona lo atraviesa de manera diferente. Algunos buscan el apoyo de otras y encuentran alivio en los buenos recuerdos. Otras tratan de mantenerse ocupadas para alejar su mente de la pérdida. Algunas personas se deprimen y se alejan de sus amigos, o evitan los lugares o situaciones que les recuerdan a la persona fallecida. Así como la gente siente el duelo de muchas maneras diferentes, también lo maneja de distinta. 

“Está comprobado que poder hablar acerca del duelo atenúa el dolor, calma, y permite que la gente pueda lograr, si no una vida intacta, sí lo más parecido a una vida normal”.

Lo cierto es que, durante las fiestas de fin de año, la felicidad de los regalos y el compartir se entremezcla con la soledad, la angustia, la nostalgia y otros sentimientos, pues el padre, la madre, el hermano o los abuelos ya no están junto al resto de la familia.

El Dr. Solís comenta que “en Navidad y Año nuevo es necesario tener un espacio para los recuerdos de las personas que ya no están, es sano siempre que permita continuar con la vida, y no que a raíz de un recuerdos se aíslen de las redes sociales. Está comprobado que uno de los factores que más ayudan a hacer una evolución normal y sana de los duelos es mantener contacto con las redes y no detener la vida” afirma el especialista.