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Sueño saludable en niños

Para nadie es secreto que la mayoría de los padres ha padecido en algún minuto por los trastornos de sueño de sus hijos. Todo comienza con los despertares nocturnos en la época de lactancia, luego surgen las pesadillas y hasta episodios de sonambulismo en algunos casos.

 

Para nadie es secreto que la mayoría de los padres ha padecido en algún minuto por los trastornos de sueño de sus hijos. Todo comienza con los despertares nocturnos en la época de lactancia, luego surgen las pesadillas y hasta episodios de sonambulismo en algunos casos.

El ciclo sueño vigilia es regulado por el centro del sueño ubicado en el hipotálamo el cual es un verdadero reloj biológico, sincronizado por los “dadores de tiempo“ que en el ser humano serían la alternancia día/noche, los ritmos sociales, los horarios para despertarse y acostarse y los horarios de alimentación. 

 

Cada etapa de la vida tiene requerimientos de sueño distintos. Se ha visto que en recién nacidos y durante los primeros 3 meses de vida, un niño(a) necesita dormir entre 15 a 17 hrs., ya que gran parte de la energía que consumen se destina al crecimiento.  La necesidad de sueño va disminuyendo progresivamente; así a los 3 ó 4 años los niños necesitan dormir 12 hrs. en total; a los 5 años, 11 hrs. como mínimo; entre los 5 y 10 años requieren dormir 10 hrs. y los mayores de 10 años deben dormir 9 hrs. En la adolescencia los requerimientos de sueño pueden aumentar debido al gran crecimiento que experimentan. En el adulto las horas necesarias de sueño son 8.

 

La Dra. María Elena Herrera, pediatra del Hospital Clínico Universidad de Chile, aclara algunas dudas sobre el sueño en los niños y entrega consejos para lograr un sueño saludable.

 

¿Qué pasa con las siestas?
A los seis meses los bebés duermen 3 siestas al día, entre los 15 y 18 meses duermen una siesta y entre los 3 a 6 años desaparece el periodo de siesta.  Puede ocurrir que después de los 2 años, muchos niños suspendan la siesta sin problema.

 

¿Por qué se producen los despertares nocturnos?
Estos disminuyen considerablemente luego de los 18 a 24 meses.
Así a los 3 meses pueden llegar a 8 por noche y ya a los 18 meses pueden llegar a 4 o 5 por noche. Estos episodios son fisiológicos en su gran mayoría, es decir, aparecen en el cambio de ciclo del sueño y no deben ser percibidos por la familia. En caso de ser notado por los padres, no hay que intervenir, ya sea alimentando al niño, ni estimulándolo.

 

La especialista en Pediatría afirma que, “desde el periodo de lactancia hasta los 8 años, al inicio de la noche predomina el sueño lento, por lo que es un sueño muy profundo que favorece parasomnias, como terrores nocturnos, despertares confusionales y sonambulismo”. 

 

Y agrega, “en general, las parasomnias son muy frecuentes entre los 3 y 8 años. Hay que distinguir cuando los niños lloran por una pesadilla, en cuyo caso son fácilmente consolables, de los terrores nocturnos, que es cuando  el niño se despierta realmente atemorizado, tiene los ojos abiertos pero no está despierto del todo y se necesita más tiempo para calmarlos. Este cuadro se puede asociar a sonambulismo y se presentan en la primera fase de la noche por lo que se recomienda que el niño sea evaluado por un neurólogo infantil”.



Recomendaciones para un dormir saludable en los niños:

 

-Suspender la siesta entre los 2 a 6 años. Y que ésta no dure más de 2 hrs. ni se extienda después de las 17 hrs.

 

-No alimentar a los niños tarde, ya que esto afecta el estado de vigilia y favorece la obesidad. En lactantes suspender leche de madrugada después de los 3 meses y no interpretar cada llanto como hambre en el niño.

 

-No dejarlos usar pantallas antes de irse a dormir.

 

-Realizar una rutina diaria antes de ir a la cama como, por ejemplo, bañarlos, lavarles los dientes, leerles un cuento o rezar, etc.

 

-Hacerlos dormir en su habitación y que la reconozca como un lugar seguro y familiar.

 

-Evitar los ruidos y la luz excesiva a  la hora de dormir.