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Conoce cuáles son los 10 mitos sobre la vacunación



En el 2014 hubo una cobertura de 98,3% del Programa Nacional de Inmunizaciones. El 2016 en tanto, la cobertura llegó al 85% aproximadamente, una baja que ha preocupado a los especialistas de salud. Por esta razón la OMS ha dado a conocer los mitos que hay en torno a las vacunas.


MITO 1: Las mejores condiciones de higiene y sanidad harán desaparecer las enfermedades

La mejor higiene, como lavarse las manos o mantener limpio el lugar, es claramente una ayuda a proteger contra enfermedades infecciosas, pero no es una solución para combatirlas. Muchas infecciones se pueden propagar independientemente de la higiene que la persona tenga.

MITO 2: Las vacunas tienen efectos secundarios nocivos y a largo plazo que podrían ser mortales

Las vacunas son muy seguras. La mayoría de los efectos secundarios son leves y temporales, como el brazo dolorido o fiebre prolongada que es algo normal. Los trastornos de salud grave, que son extremadamente raros, son objeto de ardua investigación. Es mucho más probable padecer de trastornos graves debido a una enfermedad (poliomielitis o sarampión) que padecer trastornos graves por vacunarse. Los trastornos graves de estas enfermedades pueden ser evitados gracias a las vacunas. 

MITO 3: La vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, así como la vacuna antipoliomielítica, pueden provocar el síndrome de muerte súbita del lactante 

No existe una relación causal entre la administración de las vacunas y la muerte súbita del lactante (SIDS). La muerte del lactante hubiera ocurrido con o sin la administración de la vacuna. El recién nacido no vacunado corre riesgos de defunción o discapacidad grave.

MITO 4: Las enfermedades prevenibles mediante vacunación están casi erradicadas en mi país, por lo tanto no hay motivos para que me vacune

Si bien las enfermedades prevenibles mediante vacunación son actualmente poco comunes en muchos países, no significa que hayan desaparecido. Vivimos en un mundo interconectado, por eso los agentes infecciosos pueden atravesar las barreras geográficas e infectar a cualquier persona no protegida. En el 2005 en Europa occidental se produjeron brotes de sarampión en poblaciones no vacunadas de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Italia, Francia, Reino Unido y Suiza. Por esta razón, es importante ser consciente con el resto y protegerse a uno mismo como al resto de las personas.

MITO 5: Las enfermedades de la infancia prevenibles mediante vacunación son algo inevitable en la vida. 

Las enfermedades como el sarampión, la parotiditis y la rubéola congénita son graves y pueden acarrear importantes complicaciones, tanto en niños como adultos; por ejemplo neumonía, encefalitis, ceguera, diarrea, infecciones del oído, síndrome de rubéola congénita (si una mujer contrae rubéola al principio del embarazo) y defunción. Los niños no vacunados para evitar estas enfermedades quedan innecesariamente vulnerables.

MITO 6: La administración simultánea de más de una vacuna puede aumentar en los niños el riesgo de efectos secundarios nocivos, que a su vez pueden sobrecargar su sistema inmunitario 

Las pruebas científicas revelan que la administración de vacunas diferentes al mismo tiempo no conlleva ningún efecto secundario sobre el sistema inmunitario del niño. Los niños están siempre expuestos a sustancias que generan una respuesta inmunitaria, el simple hecho de ingerir alimentos introduce nuevos antígenos en el organismo y numerosa bacterias viven en la boca y nariz. También al resfriarse está expuesto a muchísimos más antígenos que cuando se vacunan. Las vacunas simultáneas son una ventaja, ya que requieren menos consultas ambulatorias y aumenta las probabilidades de que el niño complete el calendario de vacunación recomendado.

MITO 7: La gripe es solo una molestia y la vacuna no es muy eficaz     

La gripe es mucho más que una molestia. Es una enfermedad grave que cada año provoca entre 300 mil y 500 mil muertes en todo el mundo. Las embarazadas, niños, y ancianos con problemas de salud o cualquier persona que padezcan trastorno crónico, por ejemplo, asma o cardiopatía corren riesgo de infección grave y muerte. La vacunación de las embarazadas conlleva el beneficio adicional de proteger al recién nacido (actualmente no existe la vacuna contra la gripe en menores de 6 meses).

MITO 8: Es mejor la inmunización por la enfermedad que por las vacunas   

Las vacunas interactúan con el sistema inmunitario para producir una respuesta similar a la que produciría la infección natural, pero no exponen a la persona a la enfermedad en sí para que logre una inmunización. El precio de la inmunización por infección natural puede dejar graves consecuencias, como retraso mental (Haemophilus influenzae tipo b), defectos congénitos (rubéola), cáncer de hígado (virus de la hepatitis B) o muerte (sarampión). 

MITO 9: Las vacunas contienen mercurio, lo que llega a ser muy peligroso 

El tiomersal es un compuesto orgánico con mercurio que se añade a algunas vacunas como conservante. No hay investigaciones científicas que comprueben que la cantidad de tiomersal  utilizada en las vacunas sea un riesgo para la salud.

MITO 10: Las vacunas causan autismo 

El estudio de 1998 que provocó una inquietud acerca de un posible vínculo entre la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola podría causar autismo contenía graves irregularidades, por lo que la publicación que lo divulgó lo retiró. Lamentablemente, su divulgación despertó temores que provocaron una disminución en las tasas de inmunización. No existen pruebas científicas de una relación entre esa vacuna y el autismo o trastornos autistas.