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Cómo combatir el aumento de peso en tiempos de pandemia

Desde que comenzó la pandemia del coronavirus nuestra vida cambió radicalmente. Las rutinas de alimentación en este nuevo contexto también se vieron alteradas. El confinamiento ha tenido un fuerte impacto y hoy  según la “Encuesta de consumo de alimentos y ansiedad durante la cuarentena por covid-19 en Iberoamérica”, realizada en Argentina, Colombia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Guatemala, México, España y Chile a más de 12 mil personas, evidenció que el 38,5% reconoce haber subido de peso durante la cuarentena . En Chile la cifra sube a un 44%.

Analizar y ordenar lo que comemos, volver a alimentarnos más naturalmente y probar nuevas estrategias para enfrentar la ansiedad son algunas de las recomendaciones que nos entrega la Dra. Karin Papapietro, nutrióloga de nuestro hospital.

"Esta pandemia nos pilló de sorpresa y los hábitos de alimentación se vieron fuertemente impactados. Por supuesto, estos cambios dependen de la realidad de cada persona, ya que es diferente el caso de las personas que hacen la cuarentena en familia a aquéllas que viven solas o también en el caso de las personas mayores. Hay personas que aumentaron el consumo de alimentos preparados o industrializados y hay otras que se han acercado a preparar las comidas, cosa que no hacían antes porque sus rutinas se lo impedían. La parte de buena del confinamiento es que a muchos les ha dado la posibilidad de interesarse o acercarse por primera vez a preparar sus alimentos, lo cual desde el punto de vista nutricional es una ventaja", señaló la especialista, quien hizo un llamado a sacar provecho de esta inédita circunstancia: "No dejemos pasar esta oportunidad para dedicarnos al cuerpo e implementar nuevas estrategias para cuidarnos y para continuar aplicándolas cuando regresemos a la normalidad".

¿Si estamos en aislamiento, podemos cambiar nuestras pautas de alimentación,  tales como reducir porciones, cambiar horarios, no comer ciertos alimentos o limitarlos?
Desde luego, esto implica una necesidad de poner atención a la forma en que estamos comiendo, ya que el hecho de estar en confinamiento lleva a que la mayor parte de las personas tengan menos actividad física.
No nos olvidemos también de que la alimentación está tremendamente ligada a la parte psicológica y que la primera parte de esta pandemia se acompañó de mucha ansiedad por no saber qué iba a pasar. Con eso aumentó mucho la ingesta, especialmente de cosas dulces o productos de alto nivel calórico.
Además, en estas circunstancias hay muchas personas que perdieron también los ciclos de sueño y vigilia y, por lo tanto, están comiendo en horas que antes no lo hacían.
Es importante entonces que nos preguntemos cómo estamos comiendo y darle al cuerpo una rutina alimentaria. Tenemos que ver cuánto estamos comiendo en el día, tratar de no comer en forma desordenada y también es un buen momento para descubrir nuevas estrategias de alimentación que antes no hacíamos y que tal vez podríamos mantener cuando volvamos a nuestras rutinas.

Hay personas a las que con la ansiedad le dan ganas de comer cosas azucaradas, ¿qué recomendaciones nos podría dar para reemplazar o disminuir el azúcar?
Lo recomendable es que las personas no traten de reemplazar una necesidad de sabor dulce por un producto endulzado libre de calorías. La persona que tiene gran apetencia por las cosas dulces tiene que tratar de disminuir la frecuencia y cantidad de estos productos, porque aunque sean libres de azúcar o libres de calorías, la persona está igualmente dependiendo de consumir estos productos y en algún momento en que no pueda conseguirlos va a consumir cualquier cosa dulce que tenga a la mano.
Este es un primer ejercicio que podemos empezar a hacer en el confinamiento: cuando se está ansioso y el cuerpo pide algo dulce, hay que tratar de canalizar esa necesidad en otras actividades para las que a lo mejor ahora tenemos tiempo: escuchar una música que nos haga sentir bien, buscar algo para leer o hacer otra actividad. Y no estoy diciendo que durante la cuarentena esto se vaya a lograr 100 por ciento, porque los cambios conductuales tardan tiempo, pero comenzarlos y empezar a sentir la sensación de que estás dominando algo que antes no dominabas o que puedes frenar algo que antes no podías, es un primer paso muy importante.

¿Es recomendable aumentar el consumo de agua para controlar la ansiedad en el confinamiento?
Este es un momento ideal para aprender a tomar agua, porque a la mayoría de las personas no les gusta tomar agua, siendo que es lo más natural para nuestro cuerpo.

Debemos volver a tomar agua y explorar las aguas con sabores naturales, las aguas con hierbas, o con un poco de limón y también el té. Esto nos puede servir para dejar de picar otros alimentos. La confusión entre el hambre y la ansiedad es muy frecuente, entonces, este es un momento para poder identificarlo y también para volver a tomar agua, que además nos sirve para la piel y para la función cerebral.

Si ya estaba con sobrepeso u obesidad, ¿es este un buen momento para empezar una dieta?
Es un buen momento para preparar el inicio de una dieta. No es momento para hacer dietas rápidas súper estresantes, porque el estrés ambiental ya es suficiente. Una persona que tiene sobrepeso en este momento debe empezar a hacer el análisis de qué cosas son las que la estresan y le llevan comer.
Se ha probado que llevar un registro alimentario de todo lo que vamos comiendo en el día es una herramienta útil para identificar por qué comemos. Y este es un muy buen momento para analizar lo que comemos y ordenar la alimentación. No hay que pensar en dietas, sino que ver con más perspectiva y más análisis qué estamos comiendo y qué necesitamos comer, así como también qué nos falta para tener el óptimo de alimentación.

En el caso de que nos cueste mucho controlar la ansiedad, ¿qué conviene que las personas coman que no le haga tanto daño a la salud?
Es recomendable aumentar el consumo de verduras y la ingesta de agua -no, de bebidas dulces aunque sean libres de calorías, porque las bebidas dulces aunque sean libres de calorías le producen a la mente el deseo permanente de más dulce. Hay verduras deshidratadas también o aumentar el consumo de legumbres. Otra recomendación es ir fraccionando las porciones en pequeñas cantidades. Y nuevamente: llevar un registro, escribir lo que le va pasando y eso seguramente le va a ayudar a descubrir alternativas a los momentos de ansiedad.

¿Debemos aumentar el ejercicio en casa si es que estamos en aislamiento?
Idealmente debemos intentar mejorar el ejercicio que hacemos en casa, por lo menos para tratar de igualar a como nos movíamos antes. Hay muchas rutinas que se están publicando para hacer en casa, diseñadas para espacios muy pequeños. La idea no es bajar de peso, haciendo ejercicio ahora, porque esto lo va a frustrar. Eso requiere mucho tiempo y debe ser muy intenso, pero desde luego es recomendable aumentar la actividad física, porque además les vas a servir también para mejorar la inmunidad y para disminuir la ansiedad.

¿Existen alimentos o productos recomendados para fortalecer nuestro sistema inmune que nos puedan ayudar a enfrentar mejor el Covid-19, si nos llegamos a contagiar?
No hay un alimento o grupo de alimentos que vaya a curar la enfermedad y tampoco que sean parte del tratamiento de la enfermedad. El Covid-19 es una enfermedad que genera mucha inflamación y desde luego el cuerpo necesita herramientas para defenderse de esta inflamación, dentro de la cuales es importante consumir proteínas adecuadas para generar anticuerpos y también productos que tengan antioxidantes.
Es importante entonces consumir proteínas, entre las que se incluyen las legumbres, los lácteos, los pescados que además tienen Omega 3 y, por otra parte, consumir vitaminas que encontramos en las verduras y las frutas. La recomendación en estos momentos es además no comer o disminuir los alimentos que aumentan la inflamación que son los productos altamente industrializados, como comida chatarra, galletas, helados.