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Alza de contagios de Sífilis en Chile: secuelas irreversibles ante la falta de tratamiento oportuno

El Ministerio de Salud (Minsal) informó que más de 35 mil personas han sido diagnosticadas con Sífilis en Chile, lo que corresponde a la mitad de todos los contagios de enfermedades de transmisión sexual. El grupo más afectado es el de hombres jóvenes de 15 a 29 años de edad. Ante este escenario, especialistas de la Universidad de Chile analizan las causas de este fenómeno y cómo contener esta alza de casos.

Hombres jóvenes de 15 a 29 años de edad conforman el grupo donde se han disparado las cifras de contagios de sífilis en el país. Este aumento de casos informado por el Ministerio de Salud (Minsal) corresponde al 50% de todos los casos de enfermedades de transmisión sexual (ETS), que superan los 70 mil según mediciones del 2017 al 2021. Le sigue el VIH con un 30% y la gonorrea con 15%.

El inmunólogo y director del Centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH), Dr. Alejandro Afani, explica que se trata de un alza de contagios importante y que la sífilis, una infección de transmisión sexual producida por la bacteria Treponema pallidum, no debe tomarse a la ligera, pues si bien tiene cura puede pasar inadvertida por años y llegar a comprometer el sistema nervioso central.

“El aumento de casos tiene varias causas: primero, ya sabemos que en Chile no existe una educación sexual que sea estructurada desde etapas precoces de la enseñanza, por lo tanto, no existe forma en la cual la juventud esté informada de cómo tener un autocuidado y una sexualidad responsable. Segundo, enfermedades de transmisión sexual como el VIH, que antiguamente era un diagnóstico mortal, ya dejó de serlo y entonces la pérdida de la percepción del riesgo es evidente en los jóvenes”, dice el Dr. Afani.

Además, según encuestas del HCUCH, los jóvenes declaran que el uso del preservativo, masculino o femenino, es de menos del 20% y básicamente para evitar el embarazo más que para prevenir enfermedades de transmisión sexual. “Por otro lado, los jóvenes hoy en día no es usual que tengan parejas estables y está el tema de que normalmente consumen alcohol o drogas recreativas cuando tienen sexo y no es infrecuente que normalmente los jóvenes me digan ‘Dr. sabe que lo que hice ayer no me acuerdo’. Entonces, son muchas las causas que provocan que las enfermedades de transmisión sexual, particularmente la sífilis, haya aumentado de manera muy importante. En lo personal, me toca ver por lo menos cuatro o cinco casos al día de sífilis, principalmente hombres jóvenes, porque esto ha atacado principalmente a la población joven entre 15 a 29 años. Ahí se ha visto la mayor explosión”, dice el Dr. Afani.

La pandemia del COVID-19, por otra parte, empeoró este escenario, pues bajó la detección y hubo dificultad para acceder a los métodos preventivos como el condón, la principal forma de evitar el contagio de Sífilis. El Dr. Jorge Ramírez, académico del Programa de Salud Global de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, dice que un alza en las ETS en este contexto era esperable.

“El aumento de la detección de enfermedades de transmisión sexual es algo que se espera para estos tiempos post- pandémicos debido a varias razones. Una tiene que ver con la caída de la detección porque se orientaron los recursos al tratamiento y enfrentamiento del COVID-19 y hubo además muchos periodos en que la gente no tuvo mayor acceso a los medios de prevención en general, como los métodos de barrera como el condón, que es muy relevante -por ejemplo- para el caso particular de la sífilis”, señala el especialista.

Prevención y Tratamiento

Los primeros síntomas son heridas en los genitales que no duelen y luego desaparecen. El tratamiento usual son tres inyecciones de antibióticos en altas dosis, si se logra diagnosticar a tiempo, pero si esto pasa inadvertido llegamos a la sífilis secundaria, que es cuando aparecen las lesiones en la piel, como un rush cutáneo, que a veces se confunde con un rush alérgico pero que no pica, y también puede desaparecer. Entonces, ya después viene la sífilis terciaria, donde pueden pasar años, la que compromete el sistema nervioso central.

“La sífilis en la fase terciaria puede tener secuelas irreversibles. Entonces, no hay que tomárselo a la ligera. Otro riesgo es que la sífilis, como la mayoría de las ETS, también altera la mucosa genital, lo que aumenta de 3 a 5 veces la probabilidad de transmisión de VIH”, agrega.

Coincide con este punto el Dr. Ramírez: “En la fase terciaria el daño ya está hecho y es más difícil de tratar. O sea, ya no hay una intención curativa. En ese sentido, es importante pesquisar este aumento de los casos porque implica que hay que informarle a la comunidad, y a la comunidad médica también, que hay que tener un mayor índice de sospecha frente a lesiones del aparato genital, pues probablemente haya más casos circulando. Hay que reforzar las estrategias preventivas y seguir los pasos correspondientes, diagnósticos y tratamiento”, sostiene.

El testeo mandatorio a todas las embarazadas del país y el hecho de que la sífilis es una enfermedad de notificación obligatoria son estrategias de control poblacional que han ayudado a mantener controladas estas infecciones. “Existe un mecanismo bien conocido y una obligación legal frente al diagnóstico de reportarlo a través de una de una plataforma y unos formularios legales. Y, por lo tanto, yo diría que esas dos estrategias, lo del test en el embarazo y que sea una enfermedad de notificación obligatoria son las principales estrategias desde el punto de vista poblacional para ver el tema de la epidemiología de los casos”, agrega el docente de la Escuela de Salud Pública.

¿Cómo prevenir? Con educación sexual temprana y llevar una sexualidad responsable. “Lo importante es educar a las personas para enseñarles cómo se transmite la enfermedad de transmisión sexual, el uso del preservativo masculino y femenino en el caso de tener conductas de alto riesgo, también utilizar el PREP, que es una estrategia muy importante para prevenir el VIH y, por supuesto, informarse para tomar mejores decisiones de manera informada, tener un autocuidado y una sexualidad responsable”, indica el Dr. Afani.