Uno de los cambios más eficientes y satisfactorios de la práctica quirúrgica actual es el desplazamiento de gran cantidad de procedimientos operatorios de los hospitales a centros para pacientes ambulatorios. Este método de atención quirúrgica implica beneficios para todos los implicados, pues reduce los costos, ofrece mayor comodidad y no conlleva más riesgos para los pacientes. Se ha demostrado que no es necesario tener hospitalizados a los pacientes sin justificación médica, pues con un tiempo mínimo de recuperación controlada y un seguimiento eficiente por parte de la familia y consulta especializada, los pacientes pueden volver a su domicilio sin exponerse a riesgos, tanto de enfermedades como de complicaciones por permanencia intrahospitalaria innecesaria.

En la actualidad existen países que realizan cerca del 60% de las operaciones de forma ambulatoria y tienen programas instituidos para realizar cirugía mayor ambulatoria.

En Clínica Quilín este tipo de cirugía se lleva a cabo desde sus inicios y cuenta con un alto número de pacientes atendidos en esta modalidad.