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Testigos de Jehová donan aparato para realizar cirugías sin sangre

El recuperador de glóbulos rojos fue entregado por la comunidad a través de su Comité de Enlace con los Hospitales al Director General del Hospital Clínico Universidad de Chile.

 

Una valiosa donación al Hospital Clínico Universidad de Chile consistente en un aparato recuperador de glóbulos rojos que permite realizar cirugías “sin sangre” realizó la comunidad de los Testigos de Jehová por medio de su Comité de Enlace con los Hospitales. En la ceremonia, realizada la semana pasada, el ministro del Comité de Enlace con los Hospitales para Testigos de Jehová, Ilmary Nelson Tapia, hizo entrega de la máquina al Director General del HCUCH, Prof. Dr. Jorge Hasbun, quien estuvo acompañado por el Director Médico, Dr. Domingo Castillo, y el Dr. Gonzalo Cardemil, cirujano del Departamento de Cirugía con gran experiencia en cirugías en que no se pueden  transfundir sangre de donantes.

  
“En cualquier cirugía grande, donde se pierden muchos glóbulos rojos, esta máquina es capaz de recuperarlos y ponerlos a disposición del mismo paciente. Desde ese punto de vista, esto es una autotransfusión. Obvia todos los riesgos de las transfusiones, salvo la parte operativa, y es aceptada por los Testigos de Jehová también, que no permiten otro tipo de transfusiones. Esto por supuesto también va a beneficiar a otros pacientes que no son Testigos de Jehová”, explica el Dr. Cardemil.       

Como clarifica el Dr. Cardemil, el programa de atención sin sangre del Hospital Clínico Universidad de Chile es el único que existe en el país tanto a nivel privado como público y está reconocido por la rectoría y validado desde el punto de vista legal. “A quien adscriba al programa, el Hospital se compromete a tratarlo según los requerimientos de éste, que es no transfundirlo. Entonces, para nosotros es súper importante contar con los elementos necesarios para darle la mayor garantía de cumplir con estos requisitos. Y es por eso que este aparato, que en algunos casos es una parte de la estrategia del manejo de estos pacientes, es muy importante.  Y del punto de vista ético para nosotros es difícil sustentar un programa en algunos casos sin tener el acceso al aparato: a veces tenemos que arrendarlo, lo que aumenta los costos, etc, y además obviamente no se puede hacer una urgencia”, clarifica. 

 

El Dr. Cardemil profundiza que “para nosotros la donación, que es el aporte de privados, los Testigos de Jehová -porque la Iglesia no hace este tipo de donaciones-, es muy relevante. Es la comunidad, lo que también nos llena de orgullo, porque es un sentimiento del grupo al que le hemos dado una atención por años y esa es la manera como éticamente y desde el punto de vista emocional también nos validamos como programa”. 

 

Por su parte, Ilmary Nelson Tapia, ministro del Comité de Enlace con los Hospitales para Testigos de Jehová, cuenta que “somos dos Comités de Enlaces con los Hospitales. Atendemos a todos los pacientes Testigos de Jehová que necesiten atención médica, pero sin sangre. Tenemos una red asistencial y buscamos médicos cooperadores que estén dispuestos a usar alternativas. Esta máquina, por ejemplo, es una muy buena oportunidad para los pacientes Testigos de Jehová que tienen que operarse porque permite que puedan acceder a cirugías incluso complicadas sin problemas y con su propia sangre, y acá en este Hospital hay médicos que tienen gran experiencia y se manejan con las técnicas”.

En Chile, cuenta el ministro Tapia, existen 80 mil Testigos de Jehová, pero con un poder de convocatoria de casi 200 mil personas entre sus familias, sus simpatizantes y personas que tampoco aceptan la transfusión de sangre, como algunos médicos. “En este Hospital se hizo la donación no como  Asociación, sino como Testigos de Jehová. Es una muy buena manera de expresarle nuestro agradecimiento porque fue el primero que empezó con el protocolo hospitalario de cirugía sin sangre. Ha sido una experiencia bonita. Al comienzo fue difícil, porque cuesta echar abajo los paradigmas, pero ahora ya hay muchos médicos cooperadores, nos reciben bien, saben que no hay fanatismo religiosos, sino que es un asunto de convicciones y que queremos que se respeten nuestros derechos como pacientes”, asegura.