El dolor crónico afecta la capacidad para desarrollar las actividades que son importantes para el desarrollo de nuestra vida, como vestirse, ducharse, trabajar, estudiar, cuidar los hijos o la familia, mantener la casa, entre otras, generándonos frustración y rabia al no poder realizarlas como quisiéramos. Pero ¿sabías que existen algunos consejos que te pueden ayudar a lograr hacer tus actividades cotidianas, si sufres dolor crónico?

Cuando estamos pasando por etapas difíciles es probable que no nos sea fácil estar relajados. De modo esperable, nuestra mente y cuerpo podrán estar en un estado de alerta constante, intentando resolver con dificultad lo que está pasando. Esto sucede a lo largo del día y muchas veces continúa en la noche haciendo que nuestro sueño no sea reparador. Todo esto puede incidir en que nuestro dolor y fatiga aumenten.

Los efectos e impacto en salud mental en un contexto de pandemia afectan profundamente el bienestar biopsicosocial de cada persona. Es así como el miedo, la ansiedad, las preocupaciones e incertidumbre que surgen frente a las amenazas de la propia vida y la de los demás, se transforman en este momento en un importante foco de atención, comenta el psicólogo César Lillo especialista de la Unidad de Tratamiento del Dolor del Servicio de Medicina Física.

El dolor orofacial crónico es aquel percibido en la cara y cavidad oral. Habitualmente tiene su origen en estructuras dentarias, periodontales y mucosas, aunque en ocasiones la causa del dolor se encuentra fuera del territorio maxilofacial, como por ejemplo, los dolores originados en músculos de la cabeza y cuello.