En el caso del infarto cerebral (cuando se tapa la arteria) se pueden aplicar dos tipos de tratamiento:
• Hasta 4 horas y ½ después de iniciados los síntomas, se puede administrar un medicamento que disuelve los coágulos que han tapado la arteria.
• Hasta 6 horas después de iniciados los síntomas, se puede introducir un catéter a través de la ingle para llegar hasta las arterias del cerebro con el fin de destaparlas (similar al procedimiento que se realiza para destapar una cañería).
En el caso de la hemorragia cerebral (cuando se rompe la arteria) no existen tratamientos específicos. En algunos casos se puede realizar una cirugía para remover el hematoma, o en otros casos, si el hematoma bloquea la circulación interna del líquido cerebral se puede facilitar su drenaje mediante la instalación de un catéter en el cerebro. En cualquiera de los dos casos (infarto o hemorragia), la hospitalización en la unidad de tratamiento del ataque cerebrovascular (UTAC) permite manejar a estos pacientes de la manera más adecuada, evitar complicaciones y producir mejores resultados a largo plazo.
La UTAC corresponde a un espacio físico dentro del hospital, similar a la unidad coronaria en el infarto del corazón, donde existen profesionales de distintas disciplinas (enfermeras, TENS, neurólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, etc) que trabajan de manera coordinada para ofrecer la mejor atención a estos pacientes.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas dependen del lugar del cerebro que se ve afectado. Si se daña el lado derecho del cerebro, la persona experimentará síntomas en el lado izquierdo del cuerpo y viceversa. si afecta a las áreas del lenguaje, usualmente ubicadas en el lado izquierdo del cerebro, la persona experimentará problemas para hablar. Si presenta daño de las áreas visuales (ubicadas en la parte de atrás del cerebro), la persona presentará problemas para ver.
¿Cuáles son los factores de riesgo y/o conductas de riesgo para presentar un ACV?
La hipertensión arterial, especialmente cuando el tratamiento no es adecuado.
El sedentarismo y la dieta pobre en vegetales.
La diabetes y el colesterol elevado.
El tabaquismo.
Existen muchos otros, pero los nombrados son los principales.
¿Cómo se puede prevenir un ACV?
Controlar la hipertensión arterial.
Llevar una dieta mediterránea, baja en grasas saturadas.
Controlar la diabetes y el colesterol mediante tratamiento adecuado.
Eliminar el uso del tabaco.
La aspirina está recomendada sólo después de que el paciente ya ha sufrido un infarto cerebral o un infarto cardíaco, no como prevención.