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Humanización

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¿Qué es la humanización?

Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), humanizar significa: "Hacer humano, familiar y afable a alguien o algo. Es ablandarse, desenojarse, hacerse benigno". Este concepto en concreto incluye la relación con el otro, compartir una comunidad y el contacto empático, amable. Y en salud, representa una transformación en la prestación de servicios médicos y asistencia sanitaria, desde un abordaje basado en valores humanos y centrado en la dignidad de las personas.

En un mundo donde la tecnología y la alta especialización ha revolucionado la atención en salud, se ha planteado que precisamente estos aspectos han producido cierta distancia entre los pacientes y el personal de salud. Al hablar de humanización nos enfocamos en la atención a los usuarios, sus familias y el personal sanitario, como un sistema de apoyo completo e integral que responda a las dimensiones físicas, emocionales, sociales y espirituales de las personas.

Sin duda, el referente internacional para el Hospital Clínico Universidad de Chile ha sido el Proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos (HU-CI), un grupo de investigación multidisciplinario con base en España, compuesto por diferentes especialistas del área de la salud, que hace una década busca humanizar la atención de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), manteniendo una visión centrada en los pacientes, familias y profesionales. Proyecto HU-CI actualmente cuenta con un programa de certificación que contiene 160 buenas prácticas, el cual sirve como hoja de ruta para que las unidades se autoevalúen, sepan en qué punto se encuentran y planteen proyectos de mejora continua para avanzar en equipo. Cuando las unidades apoyadas por sus hospitales se someten al proceso de certificación lo que buscan es acreditar el cumplimiento de estándares de humanización basados en la evidencia científica.

La enfermera de Investigación Clínica y especialista en pacientes críticos, Verónica Rojas, ha sido una participante activa de este proyecto desde sus inicios en 2014, y es responsable de su difusión en Chile. Junto a los integrantes del Proyecto HU-CI han continuado la labor de divulgación y sensibilización en todo el mundo, replicando el modelo HU-CI en diferentes países de Latinoamérica.

"Con este proyecto, por un lado, hemos visibilizado la necesidad de repensar la forma en que ejercemos los cuidados, y por otro, hemos proporcionado contexto teórico y directrices que pueden ayudar a aterrizar el concepto a nuestro lugar de trabajo. A través de esto, las unidades pueden identificar áreas en las que pueden seguir mejorando. Como académicos y académicas de un hospital universitario, muchas de las personas que trabajamos aquí desempeñamos algún rol en sociedades científicas, como la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI). Fue precisamente a partir del trabajo conjunto con el directorio, en el que participaba el doctor Carlos Romero, que establecimos un convenio con el Proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos y empezamos a trabajar desde una perspectiva integral para posicionar el tema en la agenda y fomentar la discusión al respecto", declaró la enfermera.

Desde entonces, nuestra Unidad de Pacientes Críticos (UPC) ha trabajado en forma multidisciplinaria incorporando las buenas prácticas de humanización del proyecto HU-CI. Este enfoque ha permitido el desarrollo conjunto desde los espacios académicos, de formación e investigación, así como su implementación en la actividad asistencial cotidiana.

Cuidados humanizados desde la medicina intensiva

"Tratar de hacer nuestro mejor esfuerzo por entregar un cuidado más digno, más amable, más cordial, más cercano y cálido a nuestros pacientes y a sus familias", sintetiza el Dr. Carlos Romero, jefe técnico de la UPC y coordinador de esta iniciativa interprofesional.

Lo que en algún momento se denominó cuidado centrado en los pacientes y en la familia, hoy se amplía con lo que es el cuidado humanizado, porque ya no solamente incorpora a los pacientes y su entorno, sino que también a los funcionarios de la salud que están involucrados en su cuidado y que trabajan sobre la base del mejor conocimiento científico disponible.

Continúa el Dr. Romero: "Además de ser diligentes en los aspectos relacionados con el bienestar de los pacientes, favorecer la presencia y participación de las familias dentro de las unidades y optimizar la comunicación integral, también debemos estar atentos y prestos a entregar cuidados de calidad al final de la vida para aquellos pacientes en que no sea posible revertir su padecimiento. Nosotros atendemos pacientes que tienen condiciones agudas muy severas, pero hoy en día la población ha envejecido, tiene varias enfermedades crónicas subyacentes y muchas veces sobre eso tienen un proceso agudo muy grave, entonces no siempre vamos a ser capaces de sanar, de curar, de conseguir que estos pacientes regresen a casa con sus familias y que tengan una buena calidad de vida. Sin embargo, no hay ningún paciente y ninguna familia a la que no podamos brindarle el mejor cuidado y acompañamiento y eso es lo que nos esforzamos en hacer cuando no quedan intervenciones para definitivamente curar. Tenemos muchas actividades para cuidarlos y darles atención en los momentos finales de su vida, que estén tranquilos, sin angustia, sin dolor, sin dificultad para respirar, acompañados por sus familias, con apoyo religioso o apoyo psicológico; todo eso es parte de los cuidados humanizados. De la misma manera, también debemos preocuparnos de las consecuencias que puede conllevar la hospitalización por una condición de extrema gravedad. Los pacientes después de egresar de unidades críticas y del hospital pueden seguir experimentando alteraciones cognitivas, físicas y de salud mental que afectan su calidad de vida y la de sus familias, lo que se denomina el síndrome post UCI".

Actualmente, no existe un protocolo clínico o un proceso estandarizado para hacer un seguimiento de manera rutinaria a todos los pacientes que salen de la UPC. No obstante, se encuentra en marcha un proyecto de investigación -que cuenta con la participación de la E.U. Verónica Rojas- que está recopilando información respecto de los pacientes que han estado en Unidades de Pacientes Críticos, para así establecer la incidencia del síndrome post UCI y caracterizar a esta población.

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El Dr. Romero señala lo fundamental que es supervisar el bienestar y cuidado de los trabajadores: "También preocuparnos por los cuidadores, porque todos los que somos parte del equipo interprofesional de los cuidados críticos como enfermeras, TENS, kinesiólogos, farmacéuticos clínicos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, psicólogos, médicos de diferentes especialidades, etc., al estar enfrentados a estas situaciones tan intensas y emocionalmente fuertes, podemos experimentar lo que se denomina ‘burnout’ o síndrome de desgaste profesional. Es importante generar un ambiente laboral acogedor y espacios saludables o espacios de actividades con el equipo que promuevan la distensión física y mental, con el objetivo de mejorar las condiciones para la atención de los pacientes y sus familias".

La entrega de un cuidado humanizado no siempre genera un incremento en el costo de las prestaciones para un paciente, pero sí podría producir un impacto en la reducción del gasto en la atención sanitaria. Por ejemplo, la evidencia científica ha documentado que se reducen los días de ventilación mecánica invasiva y el tiempo de estadía en la UCI, si se implementan protocolos para el manejo de la analgesia y sedación. De esta manera, los usuarios pueden ser trasladados a unidades de menor complejidad con menor costo. Lo mismo sucede si se implementan medidas para prevenir que se desarrollen complicaciones como el delírium.

Los avances científicos y la medicina intensiva han permitido que muchas personas sobrevivan pese a la gravedad de su condición. No obstante, actualmente hay una mirada más moderna respecto de no solamente pensar en prolongar la vida, sino también que esa vida tenga calidad. Para que eso ocurra, se deben implementar medidas de cuidado humanizado para pacientes y sus familiares de manera oportuna, con el objetivo de que cuando vuelvan a casa puedan reintegrarse apropiadamente a su entorno familiar, social y laboral.

Kinesiología:
más allá de una rehabilitación física

Para el Klgo. Daniel Arellano, magíster en fisiología y especialista en cuidados intensivos, la kinesiología es un área que ha trabajado con el concepto de humanización antes de que estuviera en boga en la UCI y nos comenta sus razones: "Los objetivos que nos planteamos son un poco distintos. No nos centramos necesariamente en este perfil biomédico que tienen nuestras cargas, sino que en un perfil más biopsicosocial, es decir, no nos interesa solamente que el paciente sobreviva, sino que también nos importa su funcionalidad después de una estadía en UCI".

La gran mayoría de los estudios indican que la mortalidad de los pacientes que tienen más debilidad muscular se da al año después de egresados de una UCI, por lo tanto, un gran objetivo es que salgan en las mejores condiciones posibles, desde el punto de vista muscular y funcional.

Por otro lado, el Klgo. Arellano menciona la relevancia de la conexión con los pacientes: "La única forma que tenemos de lograr algunos objetivos es que trabajen con nosotros, logrando su confianza y cooperación. Estos pacientes son los que generan más satisfacción tanto a nivel profesional como personal. Desde el punto de vista personal, uno se vincula con ellos, y esto más que ser un defecto, es una de las virtudes que tenemos en nuestro Hospital. No es raro, por ejemplo, que después vayamos a sus cumpleaños y sigamos en contacto. Desde la vereda profesional, también es gratificante ver cómo estos pacientes evolucionan y mejoran. Siempre pensando en cómo podemos mejorar las intervenciones o los procesos para tratar de llevarlos a una recuperación más completa".

En cuanto a la inclusión familiar en las rutinas de trabajo y su importancia: "Tratamos de incorporar lo máximo que podemos a los miembros de la familia, para nosotros es súper importante, porque son los que perpetúan el tratamiento cuando no estamos o muchas veces ellos pueden estar más horas de las que podemos estar con el paciente y obviamente eso optimiza el trabajo. En ocasiones, les dejamos tareas y también se van entusiasmando cuando ven que su ser querido va evolucionando", afirma.

En un mensaje de despedida y aliento, el Klgo. Arellano destaca con optimismo: "Nos desvelamos acá tratando de que los pacientes se vayan lo más funcionales posible para que lleguen a su casa a participar en familia. No vemos solamente un paciente enfermo que está con riesgo vital, sino que vemos que también hay una persona que cumple un rol activo en la sociedad y que el hecho que esté acá genera un trastorno completo de la familia".

Una gestión humanizada del cuidado

    La enfermería es la responsable de la gestión del cuidado de los pacientes y cumple un rol fundamental en su progreso y rehabilitación. En la Unidad de Pacientes Críticos, se asocia la atención de enfermería a la vigilancia activa de avances y complicaciones, administración de fármacos y realización de procedimientos; por lo que, a veces su labor en la rehabilitación puede pasar desapercibida. Frente a ello, la enfermera Rojas menciona: "En ocasiones, nosotras como enfermeras tendemos a considerar la rehabilitación como algo puramente físico. Solemos pensar que se limita a la movilización y, por lo tanto, creemos que es responsabilidad exclusiva del equipo de kinesiología, terapia ocupacional o fonoaudiología, si bien esa mirada es cierta, es algo incompleta. En realidad, la enfermería desempeña un papel fundamental en la rehabilitación y recuperación del paciente. Desde aspectos prácticos como la organización de la hora del baño y sueño hasta la atención nutricional y la presencia de los familiares, todo esto forma parte de la recuperación en el que jugamos un papel crucial, no solamente en aspectos físicos, sino que también en aspectos emocionales y sociales".

Salidas Terapéuticas

    El proceso de hospitalización produce un impacto significativo en la salud de los pacientes y sus familiares; afecta la dinámica y rutina familiar y somete a todos los usuarios a un ambiente cerrado y desconocido, lleno de dispositivos tecnológicos, perdiendo el contacto con el medio exterior. "Para nadie es indiscutible pensar que estar al aire libre tiene un efecto beneficioso sobre nosotros", afirma la enfermera Rojas, sobre el impacto que tiene la exposición a un entorno libre con luz natural, aire fresco, sol, vegetación, etc.

    Los pacientes en unidades críticas se benefician de una rehabilitación integral que incluye desde movilización hasta la participación familiar. Dependiendo de la condición clínica que cada uno presente, estas actividades pueden realizarse en la misma unidad o en otras dependencias del centro hospitalario, como pasillos, jardines y patios. Estos contactos con el exterior, denominados "Salidas Terapéuticas (ST)", permiten a los pacientes ponerse en contacto con el entorno natural, lo que genera un impacto positivo en su evolución, tanto en términos fisiológicos como emocionales.

    "Generalmente, el paciente que está en una UCI, en una pieza de 4x4, le da un peso de que tiene una gravedad mayor de la que muchas veces tiene y trasladarlo de entorno le cambia un poco la forma de pensar o cómo enfrentar su estado real de gravedad que pueda o no tener y, en base a eso, también está más consciente de las cosas que puede lograr, favoreciendo la predisposición hacia la rehabilitación y a su tratamiento", declara el kinesiólogo Arellano.

    Para tener un desplazamiento seguro y libre de riesgos, especialistas de la UPC crearon un protocolo operativo de ST que fue publicado en la Revista Chilena de Medicina, y que hoy es utilizado para la rehabilitación en nuestro Hospital.

    Fuente: Romero CM, Rojas V, Aranda R, Soto L, Estuardo N, Moya F, Faundes J, Orellana M, Valencia E, Bisbal P, Toro C, Arellano D. Cuidado humanizado: Protocolo operativo de salida terapéutica. Revista Chilena de Medicina Intensiva 2022;37:72-83.

La humanización en nuestro Hospital

Nuestro Hospital Clínico Universidad de Chile ha jugado un rol muy importante liderando el desarrollo de la humanización en el cuidado de la salud. A partir de las prácticas realizadas en la Unidad de Cuidados Intensivos, la enfermera Rebeca Aguayo, directora del equipo Humanización HCUCH y presidenta de la Red de Humanización en Salud, planteó la idea de utilizar este modelo de forma transversal en toda la institución. Es así, como desde el 2016, han trabajado arduamente para convertir la humanización en la base de todas las prácticas clínicas.

"En primer lugar, empezamos a ver que había en el hospital en términos de humanización fuera de la UCI, viendo por ejemplo, si en nuestro registro estamos especificando si el paciente murió acompañado, si tuvo la oportunidad de despedirse espiritualmente o de ver algún familiar. Ahí nos dimos cuenta de que no había nada de esos escritos en temas clínicos, solamente en la unidad de Neonatología. A partir de eso, empezamos a gestar nuestro programa de humanización y revisamos que otros modelos habían dentro de Santiago. Como iniciativa propia también nos juntamos con un grupo de enfermeras para ir a Valencia al Primer Congreso Internacional de Humanización Sanitaria a conocer cómo se estaba gestando. Fue así como comenzamos a traer esa información hacia el hospital", mencionó la E.U. Aguayo.

Después de la pandemia, y en virtud del amplio apoyo que nuestro equipo de humanización recibió por parte de otros centro médicos, surgió la iniciativa de establecer un espacio de reflexión en torno al trabajo clínico y académico que se está desarrollando en Chile. "Hicimos exposiciones, pero desde siempre dijimos: nosotros no tenemos una formación formal académica en esto, pero en la experiencia lo hemos hecho así, estamos conformados de esta manera y hemos hecho tales cosas. Los hospitales quedaron súper emocionados con la idea y como teníamos ya nuestra micro red empezamos a buscar otros lugares, donde también estuvieran haciendo lo mismo", explicó la enfermera Rebeca Aguayo.

Fue así como a fines del 2022 se dio origen a la Red de Humanización en Salud-Chile, una agrupación compuesta por entidades públicas, privadas y de la sociedad civil, sin ánimo de lucro, caracterizada por su composición transversal y multiprofesional. Esta red se ha comprometido a avanzar hacia un modelo de atención que fomente entornos humanizados, donde las personas sean el eje central de la gestión sanitaria.

En la actualidad, la entidad está integrada por 24 centros asistenciales, académicos y sociedades científicas de todo el país, los cuales trabajan de manera coordinada bajo tres enfoques fundamentales: la difusión, la capacitación y la elaboración de indicadores relacionados con el cuidado humanizado.

"Nuestra idea es que todas nuestras cualidades humanas se pongan a disposición de una buena atención hacia los pacientes. Queremos enfocarnos en trabajar no solamente por los usuarios, sino que también con nuestros mismos colegas y nuestros pares. Basarnos en el respeto y hacer funcionar el sistema de una forma más amena para todos. Que el hospital sea el mejor lugar donde trabajar y que para nuestros pacientes que en el fondo no vienen por gusto, sepan que tendrán un colchón humano que los contendrá siempre que pueda", finalizó la directora del equipo Humanización HCUCH.

Por: Rayén Sepúlveda / Matías Bustos

Fotografías: Victor Clavijo / Inti Maldonado

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