Aunque su prevención es difícil, porque para cada virus existen a veces cientos de cepas que mutan con frecuencia, es posible adoptar medidas para evitar el contagio y la propagación, sobre todo en los grupos de mayor riesgo conformado por mayores de 60 años, niños menores de 2 años y pacientes con insuficiencia cardíaca.

La recomendación del doctor Mauricio Ruiz, especialista broncopulmonar del Hospital Clínico Universidad de Chile es, “evitar situaciones de hacinamiento, lavar frecuentemente las manos y evitar el contacto con pacientes infectados con alguno de estos virus”. 

Estos microorganismos también pueden favorecer la aparición de otras complicaciones en pacientes crónicos, como las crisis asmáticas, las que también están influidas por el frío y la contaminación. Estos factores combinados se potencian y juntos hacen que el sistema respiratorio se resienta, desencadenando la crisis respiratoria en pacientes de este tipo.

Por ello, explica la Dra. Laura Mendoza, especialista broncopulmonar del Hospital Clínico Universidad de Chile, “lo primero que debe hacer un paciente asmático es estar bien controlado, con su tratamiento de mantención apropiado y sus controles adecuados. No logrará nada tratando de evitar exponerse a todo, si no usa sus medicamentos en forma conveniente".

El frío es por sí mismo un factor desencadenante de crisis asmáticas y por supuesto se debe recomendar que los pacientes con asma no exponerse a cambios bruscos de temperatura sin estar adecuadamente abrigados.

En cuanto a la contaminación, otro factor causante de crisis o agravamiento del asma, hay que poner atención a las condiciones de ventilación en el hogar y a los sistemas de calefacción, “porque el humo del cigarrillo y la contaminación intradomiciliaria es la más dañina y la más frecuente”, según la Dra. Mendoza, “principalmente por la combustión a carbón, parafina o leña”.