Para facilitar la comunicación las fonoaudiólogas Anna María Morris y Javiera Herrada del Servicio de Otorrinolarinlogía de nuestro hospital recomiendan:  

- Disminuir el ruido ambiental (por ejemplo, música, televisión). De esta manera reducimos las señales que compiten con el habla.

- Procurar que la conversación se lleve a cabo en un lugar iluminado, especialmente sin sombras en el rostro de los hablantes: así se puede utilizar el lenguaje no verbal como complemento del lenguaje verbal. 

- Intentar que el diálogo se lleve a cabo frente a frente, evitando taparse la boca y hablar con comida y/o algún objeto en la boca. De esta forma, se puede favorecer la lectura labiofacial.

- Respetar los turnos del habla para evitar confusión comunicativa.

- Preguntar si el volumen que estamos utilizando es cómodo para la persona, ya que existen pérdidas auditivas en las cuales los sonidos suaves no se logran percibir; sin embargo, los sonidos más intensos generan molestia auditiva. 

- Mantener una velocidad del habla regular (ni rápido ni muy lento), ya que cuando aumentamos y/o disminuimos la velocidad se desnaturaliza el habla, generando mayores dificultades para comprender el mensaje.

- Incentivar el uso de estrategias de reparación, es decir, que la persona con dificultad auditiva le haga notar a su interlocutor que no logró comprender el mensaje. En estas situaciones el interlocutor puede utilizar las siguientes estrategias: 
1. Repetición del mensaje
2. Reformulación del mensaje.
3. Utilización de otro canal, por ejemplo, el lenguaje escrito.

- Si la persona tiene alguna implementación auditiva (audífonos y/o implante coclear) es importante revisar que estos dispositivos se encuentren funcionando adecuadamente. Para lo anterior, es fundamental mantener al día la calibración y controles con médico tratante. 

Consulte siempre con su especialista si presenta dificultades mayores.