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El cáncer hoy: actualización de cifras

El cáncer es un conjunto de más de 100 enfermedades en que células anormales se dividen sin control y destruyen el tejido corporal. En la actualidad, el cáncer es un problema global y creciente que solamente en 2018 afectó a 18,1 millones de personas, de las cuales 9,6 fallecieron.

Si bien se han logrado importantes avances en la lucha contra la enfermedad, principalmente a través de descubrimientos científicos y el desarrollo de nuevas y más efectivas terapias, aun así, se espera que aumente la cantidad de personas afectadas por el cáncer.

Según proyecciones recientes, la incidencia y mortalidad por cáncer aumentará en 63% y 71% respectivamente, llegando a 29,5 millones de pacientes recién diagnosticados y 16,4 millones de muertes hasta 2040.

Algunos tipos de cáncer concentran la mayoría de los casos y continuarán siendo los principales responsables de la mortalidad por cáncer en el futuro.

El cáncer de mama se encuentra en esta lista, liderando tanto el número de nuevos casos como el de muertes de mujeres en todo el mundo. En 2018, casi 2,1 millones de mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama y más de 630 mil pacientes murieron debido a la patología.

En Chile esta realidad no es diferente. A pesar de la falta de datos confiables, nuestro análisis sugiere que alrededor de 5.900 mujeres reciben un diagnóstico temprano. Además, el cáncer de mama representa la primera causa de muerte entre las pacientes chilenas con cáncer, causando más de 1.500 fallecimientos, un número que crecerá significativamente hasta alcanzar alrededor de 2.800 muertes anuales dentro de 20 años.

Sin embargo, la realidad podría ser aún peor, ya que se desconoce el estado epidemiológico real del cáncer de mama en Chile, considerando que el país carece de un registro nacional de cáncer y las estadísticas publicadas ignoran las ineficiencias en el sistema de salud (es decir, no consideran mujeres con cáncer que no recibieron un diagnóstico formal).

Con la intención de proporcionar una perspectiva adicional sobre cómo mejorar el cuidado de la población chilena, desarrollamos un estudio integral con fases cuantitativas y cualitativas, incluyendo la investigación en terreno, que brinda una visión holística del problema y entrega propuestas para abordarlo mejor.

En primer lugar, aplicamos una metodología patentada para tener una visión imparcial y realista del problema. Dicha metodología ajusta las tasas de incidencia de los países desarrollados, cuyos sistemas de salud tienden a ser más eficientes, según la edad y el perfil étnico de la población chilena.

El análisis sugiere que, en Chile, alrededor de 11.200 mujeres desarrollan cáncer de mama anualmente, lo que nos lleva a creer que casi 5.300 mujeres reciben una notificación secundaria o un diagnóstico incorrecto.

No obstante, el problema no es homogéneo entre la población chilena. Aproximadamente el 98% de los 5.300 pacientes no diagnosticados están cubiertos por FONASA e incluso dentro de FONASA existen diferencias sustanciales entre regiones.

En general, las regiones del sur tienen un mejor desempeño que el resto del país, incluso Santiago, que concentra la mayor parte de la capacidad humana y la infraestructura física en Chile.

Para comprender los factores que explican estas diferencias, hemos entrevistado a 80 profesionales, incluyendo a matronas, cirujanos de mama, radiólogos, patólogos, ejecutivos de servicios de salud y del Ministerio de Salud (Minsal), así como a empresas privadas y asociaciones de pacientes, en Santiago, Los Ríos, Atacama y O’Higgins.

Durante las entrevistas, abordamos el estándar actual de atención y las principales barreras que enfrentan las mujeres chilenas en cada etapa. El diagnóstico a través de las entrevistas indicó que los principales desafíos se relacionan con seis asuntos principales.

Falta general de conciencia y cultura de prevención

La falta general de cultura de prevención de la población chilena inhibe el diagnóstico precoz, reduciendo así las posibilidades de cura. Además, los esfuerzos actuales para aumentar la conciencia sobre el cáncer de mama se limitan al mes de octubre, reduciendo el alcance y el impacto de las iniciativas realizada.

Falta de infraestructura de atención primaria

Aunque el nivel de infraestructura varía mucho en todo el país, parece haber una falta de profesionales y lugares de atención primaria en muchas regiones, lo que se traduce en largas filas de espera y falta de disponibilidad de ciertos servicios, lo que finalmente lleva a los pacientes a buscar ayuda sólo cuando aparecen síntomas más graves.

Experiencia limitada de profesionales con el cáncer de mama

Muchos profesionales de Atención Primaria tienen una experiencia limitada con pacientes y protocolos de cáncer de mama, lo que restringe su capacidad para auxiliar adecuadamente a las mujeres chilenas. La falta de experiencia se relaciona con una exposición limitada al cáncer de mama durante la educación superior y a la falta de capacitación en el trabajo diario.

Acceso limitado a exámenes de detección y de confirmación de alta calidad

El acceso a mamografías de detección de alta calidad y exámenes de imágenes confirmatorios está restringido por una infraestructura limitada en la red pública, un presupuesto limitado para la subcontratación de exámenes y la baja calidad de algunos proveedores privados, lo que tiene como resultado una gran cantidad de casos no concluyentes.

Incentivos y políticas públicas limitadas para la mamografía

A pesar de las regulaciones de cobertura, no existen políticas públicas para incentivar a las pacientes a buscar una mamografía y a los profesionales a reclutar pacientes activamente, como ocurre con otras enfermedades como el VPH.

Además, las políticas actuales no cubren exámenes novedosos (por ejemplo: BRCA) y se comunican de manera deficiente a la sociedad.

Apoyo limitado al paciente y limitada coordinación del sistema

Los pacientes carecen de un apoyo adecuado dentro del sistema de salud de niveles múltiples en Chile, ya que no hay actores dedicados a brindar asistencia legal y psicológica. Además, existe una gestión insuficiente de los recursos públicos, lo que lleva a una disponibilidad desigual de servicios en diferentes regiones.