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¿Por qué las mujeres sufren más trastornos de salud mental?

La última publicación del Termómetro de la Salud Mental reveló que las mujeres muestran niveles más preocupantes asociados a su salud mental versus los hombres. Según sus datos, un 34,6% de las chilenas declara vivir en un estado moderado o severo de ansiedad, una cifra que va acompañada de síntomas de preocupación excesiva, problemas para relajarse, inquietud, angustia, enojo, entre otros. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 26% de las mujeres presentará un episodio depresivo a lo largo de su vida, frente al 12% de los hombres.

Y es que ser mujer se considera un factor de riesgo cuando hablamos de salud mental. Sin embargo, esto no es casualidad, pues existen factores biológicos y sociales que inciden en que el sexo femenino tenga mayor prevalencia de padecer trastornos mentales. Fernanda Pulgar, psicológica de nuestro Hospital Clínico Universidad de Chile menciona que, “las mujeres tienen mayor predisposición para tener peor salud mental por un componente biológico propio de las hormonas y por un componente cultural, porque siempre la sociedad nos permea y espera que tengamos labores y responsabilidad distintas de las que se esperan en los hombres”.

Las exigencias y demandas que se le hacen a las mujeres en términos de conciliación con el trabajo, la maternidad, su rol de cuidadoras y parejas, que se extrapolan con el trabajo doméstico que muchas veces no es compartido, contribuyen a una mayor presión y una percepción sesgada. “Las mujeres son mayoritariamente las encargadas de cuidar de sus familias, ya sea de hijos pequeños o de adultos mayores, lo que significa que llevan una doble jornada, y a veces incluso una triple. Esto se vio intensificado durante la pandemia, ya que las mujeres asumían la mayor parte de las responsabilidades domésticas en comparación con los hombres. Aunque esta dinámica está cambiando gradualmente, sigue existiendo una disparidad. Además, surge lo que se ha denominado recientemente como la carga mental, que se refiere a tener en mente todas las tareas y responsabilidades, tanto familiares, como de cumpleaños o compras, que a menudo no se comparten con la pareja”.

Todos estos factores, contribuyen a que exista una mayor vulnerabilidad de salud mental en mujeres. Si hablamos de estadísticas, de acuerdo a la misma encuesta, un 25,1% de las mujeres presenta trastornos de salud mental, mientras que en hombres es un 17,5%. La depresión en general mantiene números más o menos estables en términos de proporción, pero sigue teniendo mayor prevalencia en mujeres con un 20.2%. En términos de ansiedad, es un 30% en mujeres y un 22% en hombres, y así se desglosa que la mayoría de las patologías de salud mental afectan más al sexo femenino.

Cuadros depresivos en mujeres

La psicóloga Pulgar explica que, para desarrollar depresión, se requiere tanto un componente biológico como emocional, al igual que para su tratamiento. Esta afección se manifiesta cuando se experimenta consistentemente un estado de ánimo bajo. Si bien, todos somos susceptibles a episodios depresivos, esto no significa que estemos deprimidos todo el tiempo. Sin embargo, durante períodos difíciles, especialmente si hay mucha presión, escaso apoyo, dificultades económicas o problemas en las relaciones interpersonales, es más probable que ocurran cuadros depresivos.

“Para diagnosticar depresión se deben cumplir ciertos criterios sintomáticos que implican dificultades significativas para llevar a cabo las actividades cotidianas, y no, no es suficiente que simplemente te digan 'ponle ganas' o 'ánimo'. Todo parece requerir un esfuerzo mayor y la presión social puede exacerbar esta sensación, especialmente cuando uno está más vulnerable. En estos momentos contar con una red de apoyo sólida es fundamental. Es esencial tener a alguien en quien apoyarse para las tareas diarias y también para hablar sobre lo que se está experimentando. En particular en el caso de la maternidad, es donde a menudo las mujeres pueden sentirse solas. Tener un hijo pequeño y pasar el día en un departamento sin compañía puede aumentar el riesgo de depresión. La falta de apoyo y la sensación de estar atrapada en espacios reducidos pueden contribuir al desarrollo de problemas psiquiátricos más complejos”, detalló.

¿Cuáles son las señales de alerta?

Antes de que ocurra un cuadro clínico depresivo o ansioso, existen señales de alerta que pueden indicar la necesidad de buscar ayuda o intervención temprana:

• Verbalizar menos los problemas

• Estar lábil emocionalmente

• Bajones de ánimo que se sostienen con el tiempo

• Irritabilidad

• Descuido personal

• Aumento o falta de apetito

• Dormir mucho o tener insomnio

Por: Rayén Sepúlveda / Matías Bustos

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