● Incontinencia urinaria de esfuerzo

● Incontinencia urinaria de urgencia

● Incontinencia urinaria mixta

● Incontinencia de gases

● Incontinencia fecal

● Prolapso de órganos pélvicos

● Estreñimiento crónico

● Dolor pélvico crónico

● Disfunciones sexuales

Los objetivos que tiene la reeducación del suelo pélvico son:

● Mejorar o conseguir la continencia urinaria

● Reforzamiento de la musculatura pelviana

● Conseguir una mejoría del equilibrio en la estática pélvica

● Mejorar la función anorectal

● Conseguir una sexualidad satisfactoria

La Dra. Paola Amador, jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación de nuestro Hospital, se refirió a las causas del debilitamiento del piso pélvico y sus terapias: “En primer lugar, es importante identificar aquellos factores que generan y perpetúan esta debilidad, como son la constipación crónica, la tos crónica, el sobrepeso y algunos tipos de actividad física que aumentan la presión intra-abdominal (aquellos que incluyen saltos o rebote repetitivo). La idea es modificar todas estas condiciones y lograr un buen tránsito intestinal, una nutrición adecuada, evitar el pujo al defecar y ofrecer otras alternativas de ejercicio que sean motivantes, valorando y fomentando que efectivamente se mantenga su nivel de actividad física”.

Y añadió: “Luego están las terapias propias de nuestra disciplina, que son en general desarrolladas por una kinesióloga especialista en piso pélvico. Estas incluyen ejercicios de fortalecimiento de los músculos del diafragma pélvico y hacen que la paciente ‘aprenda a contraer estos músculos y no otros ubicados en la misma zona’. Para ello contamos con un equipo llamado ‘biofeedback’, que nos ayuda a enseñar esta selectividad en la contracción muscular”.

La Dra. Amador indicó el rango de edad en que se podría presentar esta afección: “Esta debilidad puede iniciarse bastante más tempranamente de lo que todos podríamos intuir. Tan temprano como los 20 años en aquellas mujeres que tienen los factores de riesgo que mencioné (como estitiquez y deportes con saltos), la obesidad y principalmente el haber tenido hijos; siendo el parto vaginal un factor que suma más riesgo. Por supuesto que aquellas mujeres que tienen factores de riesgo aislados o más leves, esto puede presentarse después, desde los 30 o 40 años”.

Desde la prevención, la Dra. Amador señaló recomendaciones: “Todo lo aprendido en la consulta y la terapia kinésica. Normalmente, no es necesario contar con un equipo de biofeedback doméstico, sino realizar los clásicos ejercicios de contracción repetitiva (Kegel o similares), preferir los abdominales hipopresivos para trabajar los músculos del tronco y cuidar la dieta aportando suficiente fibra, además de proteínas y vitaminas que favorecen la función muscular. Como la debilidad del piso pélvico suele acompañarse de pérdidas de orina relacionadas con los esfuerzos, la idea es no sumar otros hábitos que aumentan la urgencia por orinar (ejemplo: consumo excesivo de café), sobre todo si el profesional pesquisa que esto es relevante en esa paciente en particular”.

En el cierre, destacó: “No puedo dejar de decir que lo mejor es prevenir, antes que tratar. Cualquier mujer embarazada desde las 20 semanas podría realizar terapia kinesiológica, que ayudará a fortalecer esta musculatura al mismo tiempo que prepararse para un mejor parto. Lamentablemente, a veces llegamos tarde y la debilidad del piso pélvico es descubierta cuando ya es demasiado severa. En estos casos, las técnicas quirúrgicas son muy efectivas y seguras en manos de un equipo de ginecólogos especializados”.