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“En el mundo de la vida hay diversidad, nada se escapa de ella y los humanos tampoco”

En entrevista junto al Dr. Pedro Maldonado abordamos las diferencias entre el cerebro considerado neurotípico y el neurodivergente. Además, el académico explicó el concepto de discapacidad, la importancia del contexto y del ambiente en el que crecen menores con alguna condición como TEA o TDAH y los anima a vivir experiencias diversas para desarrollar varias habilidades en distintas áreas de interés.

“Desde el punto de vista de la biología, lo primero que uno aprende es que en el mundo de la vida hay diversidad, nada se escapa de ella y los humanos tampoco. Uno piensa en cualquier rasgo de nosotros los humanos como la altura, por ejemplo, hay personas muy altas y muy bajas, pero la mayoría cae dentro de un cierto rango. Hay diferentes alturas con menor frecuencia hacia los extremos y eso es lo que uno llama diversidad. La dificultad radica en que hay un grupo que es distinto del resto. En términos de la actividad de nuestro cerebro, siempre hay un continuo, entonces, ¿quién es típico? y ¿quién es diverso?: es una decisión compleja y arbitraria”.

¿Cómo podemos definir a una persona neurodivergente?

“Una persona que pudiera ser neurodivergente es aquella que requiere de cierta asistencia, que manifieste que su conducta es un problema para sí misma o para los demás, lo cual es arbitrario. Porque alguien puede tener los mismos síntomas o indicios entre comillas de "TEA", pero en un caso está integrado muy bien en su entorno, y en otro, tiene dificultades. Entonces, no es que lo que le pasa, sino que cómo la sociedad considera que son distintos. Hay muchas condiciones que no son caracterizadas por una única conducta, sino que por una serie de comportamientos, donde finalmente el que decide su diagnóstico es un profesional de la salud que hace un test y lo interpreta. Lo típico es una cosa estadística y también un poco de cómo se manifiestan esas personas y lo que sienten en el entorno social”.

En relación al TEA: “Cuando uno mira extremos de este tipo de personas, obviamente sus cerebros funcionan distintos. Todos los cerebros funcionan de distinta forma, pero si uno estadísticamente agrupa a gente similar, esos cerebros se van a parecer entre sí. En muchos casos de personas con TEA donde hay conductas que uno percibe más diferentes, se sabe que hay diferencias en las conexiones neuronales, hay una mayor conectividad de áreas sensoriales, de una menor conectividad en áreas frontales, tienen diferentes tipos de movimientos oculares, tienen diferentes procesos atencionales; se sabe bastante tanto de anatomía como de fisiología, pero en el fondo es una caracterización de la diversidad”.

En cuanto al TDAH: “Actualmente, se cree que el TDAH no es algo patológico, sino que es parte de la diversidad. El concepto de déficit atencional es incorrecto, porque no tienen un déficit, sino que poseen una atención distribuida en forma permanente. Nuestro cerebro constantemente está atento a qué tipo de necesidad tenemos. A veces necesitamos atender a todo cuando estamos caminando en un bosque o a veces estamos trabajando en algo fino y necesitamos atención en un punto en específico”.

“Es una condición que se mantiene durante toda la vida. Como toda variabilidad, los sistemas atencionales del cerebro no funcionan igual en todas las personas y este grupo tiene un funcionamiento diferente. Cuando uno mira esto desde del punto de vista evolutivo, es posible que estas personas tengan una ventaja de tener este tipo de modalidad de atención con respecto a otras. Por ejemplo, las personas con TDAH son mejores para jugar videojuegos, prestan más atención a cosas que nosotros los neurotípicos no, y, por lo tanto, tienen una mayor posibilidad de reaccionar a cosas que son relevantes de las que no, entonces: ¿Eso es bueno o malo? Va a depender de la situación.

¿Por qué hablamos de condiciones y no de enfermedades en estos casos?

El Dr. Maldonado aclaró: “En general, una enfermedad la consideramos como algo que ha dejado de funcionar normalmente. Es una definición que es fácil en algunos casos como en la diabetes, pero en estos tipos de conductas de las personas y de actividad cerebral es más difícil de establecer, porque muchas estas personas manifiestan la necesidad de no tener esas conductas o que las quieren cambiar, pero considerar que es una enfermedad, es decir, hay algo que se echó a perder es distinto a decir que esto es parte de la variabilidad humana. Sin embargo, ese criterio es muy difícil de determinar. Por convención de la sociedad, del mundo médico y de la esfera de la educación en el fondo se utilizan ciertos criterios que tratan de ser generales, pero que son arbitrarios, son acuerdos sociales”.

Aclarando el concepto de discapacidad

“La discapacidad no es algo intrínseco del individuo, sino que es una condición que mezcla el individuo con su entorno, entonces desde el punto de vista educacional, la discapacidad se define por la imposibilidad de la persona de integrarse adecuadamente. Un ejemplo simple, es una persona que está en silla de ruedas y tiene que vivir en un edificio que no tiene rampas. Este sujeto está en una situación de discapacidad porque no puede entrar, pero si el edificio tuviera rampas, no estaría en problemas de capacidad de movilidad, porque puede entrar y salir”.

“Hay un enfoque más moderno que mira esta situación de discapacidad como una combinación entre una interacción de aquellas cosas que puede hacer una persona y lo que el entorno le permite hacer. Lo mismo ocurre en un ambiente educacional con un menor neurodivergente: si la escuela o colegio tiene una metodología que no ofrece la posibilidad de integrarlo, obviamente va a estar en una situación de discapacidad, pero si le proveen el entorno adecuado, se integra y esa discapacidad ya no existe”.

La variabilidad de actividades para el desarrollo de múltiples habilidades a temprana edad

“El cerebro cambia sus circuitos dependiendo de las tareas que realizamos. Si pasas ocho horas al día jugando tenis, tu cerebro va a cambiar para adaptarse y mejorar, pero tu cerebro va a dejar de hacer aquellas cosas que ahora hace bien, porque si las deja de hacer, los circuitos se empiezan a debilitar”.

“El cerebro aprende y mejora aquellas tareas que uno típicamente hace durante el día. Qué tareas se hacen es lo que limita qué es lo que se aprende. El celular es una herramienta que puede usarse de una buena manera en el ámbito docente. Por supuesto, estar 7 horas en el teléfono es tan malo como pasar 7 horas jugando videojuegos o pasar el mismo tiempo viendo una sola cosa o estar encerrado. El tiempo exagerado en cualquier actividad, sobre todo en el desarrollo temprano, impide que el cerebro se exponga a otras situaciones y pueda aprender para que luego uno tenga que lidiar con la mezcla enorme de actividades que hay en la vida”.

“Las personas con TEA tienen este impulso de pasar un tiempo considerable en una actividad y por eso se vuelven enormemente hábiles en ésta. Se pasan horas memorizando estructuras o patrones, entonces es crítico que durante el desarrollo se fomenten las experiencias diversas para que también se adquieran múltiples competencias”.

El mensaje que deja el Dr. Maldonado para la sociedad: “Apreciar la diversidad. Creo que es algo que ha sido cada vez menos apreciado. Curiosamente, queremos ser distintos de los otros, pero no valoramos que el ser distinto es parte natural, entonces entender que hay niños que tienen distintas condiciones, pero también comprender que esto hay que verlo como un problema integral. Hay que pensar en estrategias y eso implica también integrar a las personas neurodivergentes en todos los ámbitos de la sociedad, cosa de la que todavía estamos distantes”.

El Dr. Pedro Maldonado es licenciado en Ciencias, mención Biología en la Universidad de Chile; tiene un Magíster en Ciencias Biológicas, mención Fisiología de la misma casa de estudios. Es Doctor en Fisiología de la Universidad de Pensilvania y un posdoctorado en la Universidad de California. Desde 1997 es académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Por: Matías Bustos

Edición general: Fernanda Farfán

Diseño web: Inti Maldonado