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Donación de sangre en Chile


"La donación de sangre en Chile hoy es más relevante que nunca" -asegura el Dr. Milton Larrondo, Jefe del Banco de Sangre del Hospital Clínico U. de Chile- quien alude a la meta actual de reemplazar al "donante de reposición" por el "donante altruista a repetición".

La donación de reposición se refiere a aquellos familiares o amigos de los pacientes que ante la presión de la contingencia, dan sangre, pero que una vez finalizada la hospitalización del afectado, no vuelven a hacerlo.
En cambio, la donación altruista a repetición es aquella realizada de forma voluntaria y periódica, con el único interés de ayudar a cualquiera que necesite una transfusión, sin esperar nada a cambio más que el ayudar a otros.

 

Del total de donantes, el 23% es por altruismo, mientras que el 77% restante se lo lleva la donación por reposición, es decir, aquella forzada por la hospitalización de un familiar o conocido, y que una vez pasando por aquella experiencia, no vuelve a ocurrir.

 

El problema de esto es que los índices de enfermedades infecciosas en los donantes de reposición superan de manera considerable a los de donantes altruistas. Por tanto, la donación voluntaria y solidaria es, de forma indudable, más segura. 


¿Por qué los chilenos no donan?
Todo parece apuntar una vez más a la desinformación. La respuesta habitual de individuos en encuestas sobre el por qué no han donado es que "nadie se los ha pedido". Para el doctor Larrondo  "la idea es que exista una campaña nacional de la donación voluntaria altruista, de tal manera que todos sepan de esta posibilidad y que sea fácil que ellos vayan a donar sangre a determinado lugar".

Se estima que en Chile se requieren de al menos 350.000 donaciones anuales y en los recintos asistenciales públicos de la Región Metropolitana, 120.000.No obstante, la donación sanguínea es de 14,6 por cada mil habitantes, en contraste a la necesidad de al menos 20 por cada mil habitantes. En definitiva, faltan muchos dadores.

En el Hospital Clínico, al igual que en otros recintos de salud, los requerimientos de sangre son altos, por el hecho de tener trasplantes de órganos, una Unidad de Hematología Oncológica que hace trasplante de progenitores hematopoyéticos, así como una Unidad de Cuidados Intensivos con alto número de camas y de pacientes comprometidos, entre otros.

La transferencia de sangre o de un componente sanguíneo -tales como glóbulos rojos o plaquetas- de una persona a otra ha cobrado cada día más relevancia. La transfusión tiene por finalidad restaurar el volumen de sangre del cuerpo, incrementar la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, mejorar la inmunidad y corregir problemas de coagulación en una persona enferma.

Las transfusiones suelen requerirse ante casos de urgencia como accidentes en la vía pública, ya sea para personas politraumatizadas de forma severa, con fracturas o con hemorragias masivas que desencadenan una pérdida de la mitad o de casi todo el volumen sanguíneo.

En el aspecto patológico, están aquellas enfermedades hematooncológicas que comprometen la producción de glóbulos rojos y que, en ocasiones, generan anemia en el paciente, entre otras dificultades.

Antes la transfusión encerraba ciertos riesgos para el receptor, como reacciones alérgicas o infecciones trasmitidas por los donantes. En la actualidad, el desarrollo científico y tecnológico permite la detección temprana de estos factores, dando una seguridad absoluta.

"El único riesgo que todavía existe, hasta el momento un riesgo teórico, son los denominados 'periodos de ventana' de los agentes infecciosos, en la cual la técnica no detecta porque todavía no se ha formado determinado marcador, un anticuerpo, por ejemplo", asegura el doctor Milton Larrondo, descartando aquella remota posibilidad.