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Regreso seguro a clases

El cierre de las escuelas por la pandemia Covid-19 si bien protegió a nuestros niños de infectarse por el virus, trajo a la par muchas consecuencias negativas, las cuales se están observando en la actualidad.

Como señala la Dra. Mariela Muñoz, jefa de Pediatría de nuestro hospital: “En todo el mundo aumentaron considerablemente los niveles de depresión y ansiedad en niños en etapa escolar. Quedó al descubierto la gran inequidad existente en educación, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, debido a que al iniciar las clases de manera online, una minoría de los escolares de sectores económicos menos acomodados, contaba con un dispositivo adecuado para la conexión a sus clases.

Además, el encierro propició malos hábitos alimentarios y más sedentarismo en las familias, repercutiendo directamente en el aumento de los niveles de sobrepeso y obesidad en nuestra población infantil. Estos son solo algunos ejemplos, ya que hay muchos más que se podrían mencionar”, señala.

No cabe duda la importancia que tiene la educación escolar presencial no solo para el logro de los aprendizajes esperados en cada etapa, sino que también para el desarrollo social y emocional. La escuela proporciona a nuestros niños: salud mental, la posibilidad de recibir sus vacunas programadas en el calendario de vacunación, les facilita la realización de actividad física, tanto por sus clases de educación física, como por el juego entre pares y los traslados activos desde sus casas al colegio y viceversa. En muchos casos les proporciona alimentación sana, desarrollo social, y en el caso de niños en colegios con PIE (Programa de Integración Escolar), terapias especiales.

Por todo lo recién expuesto es muy importante que el regreso a clases pueda efectuarse, pero de manera “segura”. Esto implica que debemos primero que nada cuidarnos mucho más fuera del colegio, tanto los niños como sus familiares, mantener la distancia física, mantener lavado frecuente de manos con jabón y agua o alcohol gel, y el uso en todo momento de la mascarilla.

Las mascarillas las podemos empezar a enseñar a utilizar desde los 2 años. Los niños aprenden rápido y son muy conscientes cuando se les explica el por qué es importante su uso. Además debemos enseñarles que las mascarillas, si se mojan deben cambiarse. Tenemos que buscar el modelo que más se acomode a su cara y no les genere dolor o molestias, por lo que debemos probárselas antes de ingresar a clases.

Algo muy importante es que, si alguien en la casa presenta algún tipo de síntoma respiratorio, aunque sea solo dolor de garganta, congestión nasal o un poco de tos, se testeé y no enviar al niño al colegio hasta no tener claro que no estemos frente a un caso Covid. Nos debemos cuidar entre todos para lograr que este regreso a clases sea lo más seguro posible.

Por otro lado, el tener a la mayoría de nuestra población pediátrica mayor de 3 años vacunada es una medida importantísima que ayudará a disminuir los contagios y a que los niños contagiados tengan cuadros menos graves y con menos complicaciones.