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"Cuídense porque todavía viene la peor parte; esto no está mejorando", urgencióloga Loreto Acuña responde preguntas sobre situación hospitalaria por Covid-19.

Dra. Acuña relató en primera persona cómo se vive la pandemia en la Urgencia de un recinto hospitalario y respondió las consultas sobre esta enfermedad enviadas por quienes se conectaron, "Hace dos semanas hubo un quiebre drástico en la cantidad de pacientes que han empezado a llegar", advirtió la especialista.

¿Cómo funciona la urgencia hoy para los pacientes con sospecha de coronavirus? ¿Qué síntomas gatillan la internación de un paciente con Covid-19 y cómo es su proceso de atención? ¿Cómo es la vida cotidiana para el personal de salud que enfrenta la pandemia? Todas estas preguntas fueron respondidas por la Jefa Técnica de la Urgencia del Hospital Clínico, Loreto Acuña, quien fue la invitada de la nueva transmisión de entrevistas en vivo sobre Covid-19 transmitidas por la plataforma Facebook de la Casa de Bello.

"En marzo pensábamos que no iba a ser tan terrible, que no se veía tan mal lo que venía y lo íbamos a poder lograr. Yo te diría que hace dos semanas hubo un quiebre drástico en la cantidad de pacientes que han empezado a llegar. Hubo dos días en que no teníamos más ventiladores, más camas, y ahí estuvimos, siempre tratando de ver la forma de aumentar el cupo. El problema es que se nos están acabando los recursos, hay un número finito de camas, y las donaciones que han llegado al hospital no se transforman inmediatamente en más camas y ventiladores, hay que planificar su instalación y uso, y eso requiere además tener un equipo de salud capacitado", expresó la doctora Acuña respecto a la situación que se vive hoy en el HCUCH y que se extiende con similares características entre otros recintos de atención del país que se han visto presionados por la alta demanda de las últimas semanas.

"Cuídense porque todavía viene la peor parte. Estamos recién empezando; esto no está mejorando", agregó la urgencióloga haciendo un llamado a la población a cumplir con las restricciones y medidas de prevención para contener la pandemia.

Tras estas primeras palabras, se dio paso a las preguntas del público, sintetizadas a continuación.

Partamos por lo primero y más básico: Si sospecho que tengo coronavirus y dada la alta demanda hospitalaria a la que nos enfrentamos hoy, ¿cuándo debo acudir necesariamente a la urgencia?
Lo más importante es saber si uno ha estado en contacto estrecho con alguien que tiene coronavirus. Por ejemplo, si vivo en una casa, donde una persona sí tiene Covid-19, ahí tú eres considerado como que lo tuvieras y no es necesario que vengas a tomarte el examen. Debes cuidarte como si lo tuvieras. Si tú eres una persona joven, no eres diabético ni hipertenso, no tienes problemas de inmunosupresión, en general lo que les decimos es que tomen paracetamol. Si tienen dolor de cabeza y no es alérgico, le agreguen algún antinflamatorio como diclofenaco o dipirona. Tomen harta agua y veamos cómo evoluciona. Ese paciente que tiene un poco de fiebre, un poco de dolor de cabeza, no siente los gustos, pero no tiene dificultad respiratoria, se puede ir a su casa y ver cómo evoluciona.
De todos los pacientes que tienen Covid-19, sólo el uno o dos por ciento se complica. Distinto es el caso de los pacientes que tienen diabetes, hipertensión, toman corticoides de forma crónica o son asmáticos. Esos pacientes deben venir a tomarse la PCR y nosotros acá con el sarturómetro vemos si desatura o requiere oxígeno. Evaluamos su situación, tomándole exámenes y definimos si es necesario hospitalizarlo o mandarlo a la casa.
Nosotros acá en el Hospital tenemos un equipo de seguimiento para los casos positivos y así hemos detectado casos de pacientes que no están tan bien para que vuelvan al Hospital. Eso es en general, pero es difícil porque la gente efectivamente se siente ahogada y es complicado explicar cuándo esa dificultad respiratoria es para venir a consultar y cuándo no. Si ustedes pueden ir al baño o a la cocina a prepararse un té sin que sea como subir el Everest, estamos bien, quédese en su casa; si no, venga al hospital y evaluaremos.

Hemos visto que el virus tiene diversas manifestaciones: en vías respiratorias y digestivas, en comparación con otros virus respiratorios estacionales. ¿Cuál es la sintomatología es la más frecuente que presentan los pacientes con COVID-19 que llegan a la urgencia? Y, ¿qué sintomatología no tan frecuente, les ha llamado la atención durante estas semanas de atención?
De los síntomas que me han llamado mucha la atención son algunas manifestaciones cutáneas: les salen como sabañones en los pies a los pacientes y eso no lo había visto antes. También presentan algunas petequias, que son moretones chiquititos en los pies y manos.
Lo más difícil de este virus es que tiene una gran variedad de síntomas y signos que se presentan: desde tos, fiebre, mocos a dolor de guata, de cabeza, que no sienten gusto, ni olor. Hay gente ha llegado infartada porque se ha visto que produce un estado de hipercoagulabilidad, entonces les puede infartar el cerebro o corazón. También producen estados en que se puede sangrar más fácilmente, entonces, se producen sangrados intracerebrales. Una gama absoluta de distintas cosas, que es el otro problema. También hemos visto mucho, sobre todo las primeras semanas, pacientes asintomáticos positivos. Entonces, puede ser desde nada a estar a punto de morirse: todo lo que vaya entremedio. Lo que uno más ve es dolor de cabeza fuerte, que no huelen ni sienten el gusto y una tos muy irritativa, y eso mismo los hace sentir ahogados.

¿Cómo es el proceso de atención hoy en el Hospital Clínico para los pacientes que consultan por sospecha de Covid-19?, ¿quién los recibe?, ¿qué procedimientos se hacen?, ¿qué especialistas los atienden y cuánto tarda en promedio una persona que consulta en volver a su casa o quedar internado?
Nosotros tenemos dos vías de ingreso: una es el paciente que viene con una orden médica o en su defecto una persona que tiene síntomas menores como tos o fiebre, es decir, lo que llamamos oligosintomáticos, o sea, entre casi ningún síntoma y un poco de fiebre, un poco de tos, y que no estén desaturando terriblemente. En esos casos los mandamos al Respiratorio porque como esta es una enfermedad de notificación obligatoria, hay que subirlo a una plataforma que se llama Epivigila. Entonces, para que tú puedas venir a tomarte una muestra a nuestro Hospital, tienes que venir con una orden médica que traiga el número de folio de Epivigila que diga que tal doctor te notificó. Si ese examen te sale positivo, ese mismo médico te tiene que decir que salió positivo, llamarte por teléfono, hacerte el seguimiento, la licencia y preocuparse de si te pasa cualquier cosa. La residencia sanitaria es también responsabilidad del médico que solicitó el examen.
El segundo caso es un paciente que viene para que lo vea un doctor del hospital. Nosotros acá tenemos un policlínico donde hay médicos que solamente están viendo estos pacientes respiratorios leves. Ese paciente entra a un box y se le toman signos vitales: se define si tiene fiebre, si está desaturando, si tiene la presión alta o baja, si tiene mucho dolor, etc. Si es de baja complejidad, pasa al Respiratorio y ellos le llenan el Epivigila, lo notifican, le solicitan el examen y si llega a salir positivo, el equipo del Hospital les hace seguimiento. Estos son los casos de pacientes menos graves.
En el caso de que el paciente llegue, se evalúe y tenga desaturación, frecuencia cardíaca muy alta, frecuencia respiratoria muy alta, pasa a la Urgencia, que es donde nosotros estamos viendo los pacientes graves, críticos, intubados. En este momento tenemos cerca de 25 box y con esos exámenes definimos si el paciente puede ir a sala sólo con oxígeno, si necesita un ventilador no invasivo o en su defecto, si ya está muy grave, se intuba acá en la Urgencia o se sube a la Unidad Crítica. El problema es que llegan tan graves a veces, que hay que intubarlos acá en la Urgencia, mientras conseguimos la cama.

¿Es útil comprar un saturómetro y tenerlo en casa?
El saturómetro puede ser una buena herramienta, pero tienen que saber que la medición puede verse afectada por cualquier cosa que impida que pase el rayo de luz por el dedo: pintura de uña, esmalte, acrílico. El examen tiene que ser hecho con la uña limpia y sin cualquier elemento que impida que pase el rayo de luz.
Tienen que ponerse el saturómetro, esperar un rato, unas diez o veinte respiraciones,y tienen que saturar sobre 94, idealmente. También tienen que fijarse en que la persona esté bien sentada. Acá la primera medida que hacemos con los pacientes es sentarlos derechos, que estiren el tórax, cosa que les entre un poco más de oxígeno. Si uno está en la casa lo que hay que hacer es sentarse y estirarse, y ahí va a mejorar la saturación. Ese es un consejo para evitar la venida a la Urgencia, porque a nosotros nos preocupa que traigan a la Urgencia a la gente sana y se contagien acá con la misma gente que está en la sala de espera. Eviten venir a no ser que note, por ejemplo, que su familiar respira mal, no contesta, está somnoliento. Esos son malos signos y ahí tendría una prioridad más elevada para entrar a la Urgencia, si es solo tos o se siente un poco mal, pruebe dándole un paracetamol, agua y démosle una chance de manejarlo en la casa.

¿En qué casos se deriva a pacientes COVID-19 a residencia sanitaria?
La residencia sanitaria es un lugar que se usa para sacar al paciente enfermo con el fin de proteger al resto de la familia, entre quienes supuestamente podrían llegar a tener alguna complicación, si es que llegara a enfermarse, por ejemplo: adultos mayores, personas trasplantadas, niños con parálisis cerebrales. Entonces, uno trata de sacar al adulto enfermo y de dejar al otro más débil para que no se enferme. Eso lo tiene que hacer el médico tratante que tiene que solicitar la residencia y depende si el paciente es Isapre o Fonasa.
Una vez que usted es notificado como positivo y quiere salir de su casa porque no quiere enfermar al resto del grupo familiar, tiene que contactarse con el doctor que le pidió el examen y solicitarle que le ayude a hacer el trámite de la residencia. Lo que sí tiene que tener claro es que la residencia sanitaria es estar encerrado en la pieza de un hotel o pensión los catorce días que dura la cuarentena, solo, sin visitas, en la pieza que le toque. Eso es lo que nos ha costado más, porque la gente nos pide irse a una residencia y es muy complejo conseguirla. Hay todo un tema de cómo al paciente lo transportan a la residencia sanitaria, porque tiene que ser en ambulancia y las ambulancias no abundan en estos momentos. Y lo que nos ha pasado es que después que pasa todo eso, a los dos días el paciente se quiere ir a su casa. Entonces, si usted decide irse a una residencia sanitaria hay que saber todo eso.

Si me dieron el alta a los 21 días de cuarentena y el día 26 empecé a tener tos seca y dolor al respirar, ¿podré tener activo el virus nuevamente o será normal?
Se ha visto ambos casos. Se ha visto gente que se siente mejor, pasa una semana y vuelven a sentirse mal. Le vuelves a tomar la PCR y les sale nuevamente positivo. En países como China se ha visto que los pacientes se pueden volver a enfermar de coronavirus una vez estando sanos. Lo otro es lo que te digo de la tos, que persiste, a pesar de haber pasado los catorce días. Uno puede seguir tosiendo unos diez a 15 días más, sin que salga la PCR positiva. Entonces puede ser cualquiera de las dos alternativas.

¿Es posible que un paciente que tiene síntomas de Covid-19 empeore en horas su condición? ¿O en general el progreso del empeoramiento es paulatino en estos pacientes?
Hemos visto pacientes que llegan bien, llegan conversando y en dos horas están en coma. Esta enfermedad es de rápida progresión. Una vez que hay compromiso pulmonar se pueden ir rápidamente “a la B” y hay que intubarlos. Entonces si usted ve que un paciente en la mañana está bien, pero en la tarde está más o menos, llévelo a algún centro asistencial. Ahí le tendrían que tomar los signos vitales y por último, está en un lugar donde tiene acceso a oxígeno, aunque no haya camillas ni nada, algo se podrá hacer, ponerle una naricera o algo mientras se le hace un cupo. Si notan empeoramiento, sobre todo lo que más se nota es compromiso de conciencia, los pacientes se empiezan como a quedar dormidos.
Lo otro que se ve harto y llama la atención, es que los pacientes están despiertos y bien, desaturan 70, 65 y llegan aquí como si nada, conversando, lo que los estadounidenses le llaman “happy hypoxia”. Entonces por eso sería bueno tener un saturómetro y si está desaturando, a pesar de que se ve bien, llevarlo a un hospital.

Cuando un paciente se agrava por coronavirus, ¿cuánto tiempo en promedio dura su hospitalización y qué tipo de tratamientos y cuidados se les están otorgando hoy?
Lo que hemos visto es que una vez que el paciente está intubado, son al menos 15 días. No hay nadie que salga muy rápido, entonces cuando se copa el número máximo de ventiladores que tiene ese centro de salud, hasta que no cumpla los 15 días, que esté mejor y se le pueda sacar el ventilador para que el paciente respire espontaneamente, ese respirador está ocupado.
Ahí entra el dilema del último ventilador, la última cama. Si tengo un paciente de 80 años que está así y tengo uno de 25 años ¿a quién le doy el ventilador? La semana pasada salió el decreto que autoriza ocupar un ventilador para ventilar a dos personas. Todo esto pasó en Europa y Estados Unidos. Nosotros no estamos descubriendo la pólvora, son cosas que van a suceder. No están sucediendo ahora en este momento, pero sabemos que nos van a pasar y para eso tenemos que prepararnos, para tomar esas decisiones con tranquilidad. Lamentablemente -y aquí todos tienen que entender- estamos en una pandemia y tenemos que tratar de ayudar a la mayor cantidad de personas posible con los recursos que se tiene. No se puede ayudar a todos y va a llegar el momento en que se van a tener que tomar estas decisiones. 
Hay algunos en que los afecta solo en la parte pulmonar, hay otros que hacen coágulos, entonces hacen tromboembolismo pulmonar, que también tiene otro tratamiento. Porque no es solo poner el ventilador. Esto tiene muchas complicaciones: se puede infectar, puede hacer neumonías asociadas al ventilador mecánico. Son muchas las variables. No es que el ventilador lo va a salvar, el ventilador le da un puente, un tiempo para que todo esto se desinflame y el paciente pueda finalmente salir adelante con todos los manejos y cuidados críticos que se le hacen, ponerle medicamentos, antibióticos, agua, preocuparse que le funcione bien el riñón.

Se habla mucho que los pacientes con Covid-18 viven este proceso en soledad, ¿qué pasa con la familia, el apoyo emocional que muchos de estos pacientes requieren? ¿Se ha adoptado alguna estrategia particular?
Ese es uno de los temas más complejos: la contención emocional del paciente y de la familia que sabe que su familiar se está muriendo y que no pueden venir todos a acompañarlo, como el personal médico que ve que se están muriendo las personas. Es mucho más de lo que estamos acostumbrados día a día.
Lo que estamos tratando de hacer y que es difícil porque es tal la cantidad de pacientes y lo grave que están que se te pasa el día y no alcanzas a llamar a los familiares. No es que uno no quiera, son varios pacientes graves al mismo tiempo y uno como que se mete en esta situación y es complejo. Ahora estábamos conversando la posibilidad de que entren algunos internos a los que nosotros en la mañana les demos la información y ellos se dediquen a llamar.
No se está permitiendo, por lo menos acá, que vengan los familiares para que ellos mismos no se contagien y no sean ellos vectores de contagios cuando vuelvan a sus casas. 

Prensa U. de Chile