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¡A moverse! La importancia de la actividad física.

La obesidad infantil es un problema de salud pública en los países de occidente, esta se asocia a mayor riesgo de padecer obesidad en la adultez y peligro de padecer aterosclerosis precoz, diabetes mellitus 2, dislipidemia, síndrome metabólico, apnea obstructiva del sueño, hígado graso y muerte precoz.

“La actividad física realizada desde etapas tempranas de la vida ha demostrado ser muy útil ya que reduce síntomas de ansiedad y depresión, mejora la respuesta al stress y la resiliencia en niños, optimizando también la autoestima”, comenta la pediatra experta en nutrición infantil, Dra. María Elena Herrera.

Estudios también destacan el rol en mejorar el desarrollo cognitivo y desempeño escolar. Es importante señalar además el rol que ha mostrado la actividad física en fomentar el crecimiento de algunos tejidos especialmente el muscular y óseo.

La OMS recomienda que los niños realicen 60 minutos diarios de actividad física moderada a vigorosa intensidad. Sin embargo, estudios muestran cómo la actividad física va disminuyendo en general a partir de los 8 a los 11 años, produciéndose al mismo tiempo un incremento en el comportamiento sedentario, especialmente en niñas. Hoy en día con la pandemia es necesario con mayor razón estar atentos a este aumento en las horas de comportamiento sedentario.

Numerosos estudios investigan cuál es el mínimo tiempo para realizar actividad física, investigadores señalan que, realizando 35 minutos al menos 5 días a la semana de actividad física moderada a vigorosa intensidad, se logran los beneficios cardio metabólicos (presión arterial, perímetro de cintura y perfil lipídico).

Otros autores encuentran que al realizar al menos 3 veces a la semana una hora de actividad aeróbica más circuito protocolizado, se observa un importante descenso en la masa grasa y aumento de masa magra en el grupo intervenido, además de una disminución en la presión arterial diastólica y disminución de PCR.

Perspectivas e impacto de las intervenciones padres-hijos tanto en la ingesta dietaria como en el comportamiento en actividad física:

Dado que el ambiente hogareño determina precoces comportamientos saludables es importante una intervención que incluya a padres e hijos , especialmente cuando los padres presentan sobrepeso y obesidad.

En Canadá se estudió los efectos de un plan de intervención de 3 meses de educación a padres y sus hijos (2,5-10 años ) acerca de hábitos saludables de vida (sueño , actividad física) y de alimentación sana como ingesta de frutas , verduras , lácteos + coaching personal que los ayuda a establecer sus metas, reconociendo fortalezas y debilidades. Ambos grupos aumentaron su nivel de actividad física pero el grupo que recibió coaching redujo masa grasa y perímetro cintura, además de reducir la ingesta de comida discrecional.

Beneficios de la actividad física:

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Fortalece los huesos y músculos en crecimiento

Protege y vigoriza el corazón

Mejora la postura y equilibrio

Ayuda a mantener un peso saludable



Además, las dinámicas de ejercicios y juegos ayudan a nuestros niños a:

Potenciar habilidades de liderazgo

Hacer nuevos amigos

Comportamiento positivo

Ayuda a crear empatía

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