Como explica la tecnóloga médica de nuestro centro de alergias Daniela Suárez: “La exposición repetida al látex aumenta el riesgo de sensibilización alérgica, y esta exposición puede ocurrir por distintas vías (piel, vía aérea, mucosas). Se puede presentar con un amplio espectro de manifestaciones clínicas, que van desde reacciones locales menores hasta compromiso sistémico grave. Las reacciones alérgicas de tipo inmediato (hipersensibilidad tipo I) ocurren minutos después de la exposición al látex y pueden incluir ronchas, picazón en la piel, congestión nasal, coriza, dificultad respiratoria, hipotensión, dolor de cabeza, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, entre otros. La anafilaxia es la reacción más severa que puede presentar e incluye dificultad respiratoria severa y puede cursar con shock, siendo una reacción potencialmente mortal.

Existe un segundo tipo de reacción alérgica llamada dermatitis de contacto alérgica que corresponde a una reacción retardada (hipersensibilidad tipo IV) que ocurre 1 a 3 días después del uso de guantes de látex y es causada por los químicos usados en la manufactura del látex”, sostiene la especialista.

Aproximadamente 30-50% de los pacientes alérgicos al látex tiene asociada hipersensibilidad a ciertos vegetales, en especial algunas frutas y verduras frescas: plátano, palta, kiwi, castaña, papaya, papa, tomate, lo que se conoce como síndrome látex-fruta y se explica por proteínas comunes entre el látex y estos alimentos.

El diagnóstico de alergia al látex se debe hacer a través de una detallada historia clínica. Ante la sospecha se debe derivar al paciente a un inmunólogo para un estudio adecuado, en especial si va a ser sometido a un procedimiento quirúrgico.

El prick test está indicado para el estudio de reacciones inmediatas y posee un gran rendimiento diagnóstico. También se puede determinar la presencia de anticuerpos IgE específicos para el látex en el plasma del paciente, con una especificidad menor que la del prick test.

El test de parche tiene utilidad en el diagnóstico de reacciones retardadas y se realiza con aditivos del látex. Este examen también se encuentra disponible en nuestro hospital.

“El manejo del paciente va a depender del estado de sensibilización y del tipo de reacción. La medida más efectiva es la evitación del látex. Los pacientes debieran portar un brazalete o placa indicando alergia al látex. En caso de historia de reacciones sistémicas con látex, el paciente debe portar un autoinyector de adrenalina indicado por su tratante. Si el paciente requiere cirugía, debe recibir indicaciones precisas de parte de su médico tratante para reducir el riesgo de eventuales complicaciones”, señala.