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Cofactores en alergia alimentaria

Los cofactores en alergia alimentaria se refieren a diversas circunstancias que facilitan que una alergia alimentaria se manifieste, o bien, se presente con mayor severidad.

Como explica la inmunóloga y jefa del servicio de Inmunología, Alergias y VIH de nuestro Hospital, Dra. María Antonieta Guzmán: “Estos cofactores son numerosos y variados, y entre ellos podemos mencionar al ejercicio físico (no solamente la actividad deportiva, sino el ejercicio asociado a actividades cotidianas), la ingesta de alcohol, la ingesta de medicamentos como antiinflamatorios y de inhibidores de bomba de protones (del tipo del omeprazol), el stress, las infecciones agudas, la menstruación, el cansancio, la deprivación de sueño, entre otros.

El punto en común que tienen estos cofactores es que aumentan la permeabilidad del intestino, vale decir, los alergenos alimentarios penetran a la sangre, absorbidos desde el intestino, en mayor cantidad, en presencia de ellos, y por diversos mecanismos.

Por ejemplo, existen cuadros asociados a alergia a alimentos y ejercicio, donde los síntomas de alergia (como por ej. urticaria aguda), se presentan cuando el paciente ha ingerido el alimento al cual es alérgico, y luego, dentro de las primeras horas de esa ingesta, hace ejercicio. Cualquier alimento puede estar involucrado en este tipo de alergia, pero la harina de trigo (presente en panes, galletas, pasteles, queques, pizzas, pastas), es uno de los más importantes.

En la determinación de posibles cofactores cobra gran importancia que el médico haga una historia muy completa junto a su paciente, y luego estudie por pruebas cutáneas o por exámenes de sangre (IgE específicas a alergenos alimentarios), las posibles sensibilizaciones que ese paciente tenga. Es importante destacar que para diagnosticar una alergia alimentaria no basta con tener una prueba cutánea o una IgE en sangre positiva, si no estar seguros de que ese paciente presenta síntomas al ingerir (y a veces al tocar o inhalar), un determinado alimento. Cuando sospechamos que hay un cofactor involucrado en una historia de alergia, en que el estudio no ha sido concluyente, debemos efectuar pruebas de provocación en un ambiente hospitalario, donde agreguemos el cofactor que sospechamos.

Así, tenemos muchos casos, siguiendo con el ejemplo del alimento y el ejercicio, en que hemos debido indicar una ingesta controlada del alimento sospechoso, y posteriormente hemos hecho que el paciente haga ejercicio, apareciendo los síntomas de alergia que no aparecían con la sola ingesta del alimento. Por supuesto, estas pruebas deben hacerse en un centro especializado, con todas las condiciones de seguridad para los pacientes.