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Anemias: Un grave problema de salud que podría afectar al 25% de la población a nivel mundial

Los glóbulos rojos son el mayor número de elementos en la sangre y permiten el transporte de oxígeno a todos los tejidos periféricos. La disminución de glóbulos rojos se ve en el hemograma por la disminución de la hemoglobina y el hematocrito, constituyendo la anemia.

La anemia puede ser sin síntomas cuando es leve o moderada y va a depender de la velocidad en que aparezca. Los síntomas se presentan como cansancio, falta de aire o disnea, palidez de la piel y mucosas como las conjuntivas o mucosas de la boca.

Las anemias se pueden dividir en las siguientes categorías:

A) Cuando existe una disminución en la producción de glóbulos rojos

● Alteración de la maduración o eritropoyesis inefectiva.

● Deficiencia de hierro.

● Deficiencia de vitamina B12 y ácido fólico.

● Falta de la médula ósea (aplasia), mieloptisis (la médula ósea es reemplazada por un cáncer).

● Anemia secundaria: inflamación, uremia, hipotiroidismo.

B) Aumento de la destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica)

1) Factores ambientales

● Anticuerpos: anemia hemolítica autoinmune.

● Mecánico por trauma: válvula cardíaca.

2) Defecto de membrana

● Adquirido como HPN o la esferocitosis hereditaria.

3) Defectos del interior del glóbulo rojo como las hemoglobinopatías y enzimopatías.

Diagnóstico

El diagnóstico de una anemia no es complejo de descubrir por medio de un examen llamado hemograma, el cual mide la cantidad de glóbulos rojos por el hematocrito y la concentración de hemoglobina. Además, esta evaluación se basa en los antecedentes, examen físico, hemograma y dependiendo del tipo de anemia, se solicitan exámenes complementarios.

Factores de riesgo

● Una dieta pobre en vitaminas y minerales: No consumir suficiente hierro, vitamina B 12 y folato aumenta el riesgo de anemia.

● Problemas con el intestino delgado: Tener una enfermedad que afecte al modo en que el intestino delgado absorbe los nutrientes, aumenta el riesgo de anemia. Algunos ejemplos son la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca.

● Períodos menstruales: En general, tener menstruaciones abundantes puede aumentar el riesgo de anemia. La menstruación causa la pérdida de glóbulos rojos.

● Embarazo: Las embarazadas que no toman un multivitamínico con ácido fólico y hierro tienen un mayor riesgo de anemia.

● Enfermedades crónicas: Tener cáncer, insuficiencia renal, diabetes u otra enfermedad crónica aumenta el riesgo de anemia por enfermedad crónica.

● Edad: Las personas de más de 65 años tienen un mayor riesgo de anemia.

Anemia por deficiencia de hierro: La más recurrente a nivel mundial

Según el estudio “Iron Deficiency: new insights into diagnosis and treatment”, realizado en el Instituto San Raffaele de la Universidad Vita Salute en Milán, Italia, la deficiencia de hierro afecta alrededor de 2 billones de personas a lo largo del mundo, un 25% aproximadamente de la población global. Inclusive, la anemia por deficiencia de hierro aqueja a 1 de 8 individuos, con una mayor prevalencia en países en vías de desarrollo.

El Dr. Guillermo Conte, jefe de la Sección de Hematología de nuestro Hospital, señala los síntomas de este tipo de anemia: “Tiene manifestaciones como cansancio, palidez, caída del cabello, las uñas se vuelven frágiles y cóncavas, menstruaciones intensas y prolongadas en el caso de la mujer; en el caso del hombre, generalmente la afección es digestiva. Además, es importante señalar que la enfermedad celíaca, la gastritis atrófica autoinmune, la gastrectomía y el bypass gástrico producen una disminución de la absorción del hierro”.

El Dr. Conte enfatiza la relevancia en el proceso del diagnóstico: “No solamente se trata de ver el hemograma, sino que también se tiene que medir la cinética de hierro, es decir, cuánto hierro tiene la sangre, realizar una prueba de ferritina e investigar las causas del déficit”.

Otro tipo de sintomatología particular es la alteración en el apetito denominada “pica”, en la que el paciente tiende a consumir hielo, greda, tierra, papel, yeso u otros elementos no nutritivos o que no son alimentos propiamente tal.

Por otro lado, recientemente se ha descrito el concepto de “desiderosmia”, proveniente del latín “desiderare” (desear) y del griego “osme” (oler), que hace referencia al deseo compulsivo de oler ciertos aromas como neumáticos, gasolina, Pine-Sol® (un alcohol para limpieza del hogar), moho, entre otros, que se ha demostrado su vínculo con la anemia por deficiencia de hierro.

Los grupos más expuestos a desarrollar una deficiencia de este mineral son los niños y adolescentes, debido a su rápido crecimiento. Por otra parte, las mujeres postparto suelen tener menores niveles de hierro; así como personas vegetarianas y veganas.

La uncinariasis no es muy frecuente en Chile, pero sí alrededor del mundo. Se trata de gusanos de color rosado cremoso de 1 centímetro de longitud que penetran a través de los dedos del pie y llegan al intestino donde se alimentan de la sangre, provocando la anemia. Por ejemplo, cuando campesinos laboran descalzos en cafetales se produce la entrada de la lombriz.

Se debe destacar que la deficiencia de hierro determina la pérdida de capacidad cognitiva (de aprendizaje), de concentración y dolores de cabeza. Un médico general tiene las facultades para hacer el diagnóstico y tratamiento de una anemia de esta índole, puesto que las universidades capacitan en pregrado para aquello.

En el cierre, el Dr. Conte entregó recomendaciones: “La anemia es una alteración tardía de la deficiencia de hierro, por esto es muy importante que en la alimentación se consuman comidas que contengan dicho mineral. El mejor hierro es el de la hemoglobina, el cual se encuentra en la carne roja. Hay otros alimentos que lo contienen como las legumbres, pero su absorción no es óptima. Por esta razón, los suplementos son necesarios dentro del tratamiento”, finalizó el jefe de la Sección de Hematología de nuestro Hospital.

Por: Matías Bustos

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