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Mitos y verdades de las pastillas anticonceptivas

El desarrollo científico de la anticoncepción hormonal a partir de los años 50, produjo un gran cambio en las conductas de las mujeres, ya que les permitió separar su sexualidad del riesgo de quedar embarazadas. Desde esa fecha se han ido desarrollando nuevos anticonceptivos más seguros y eficaces.

Sin embargo, aún existe un alto nivel de desinformación en cuanto a la fertilidad y la búsqueda del embarazo. A menudo, las pacientes se guían por relatos anecdóticos o consejos de personas cercanas, que pueden ser inexactos. Ante esta situación, el Dr. Jorge Sandoval, ginecólogo infantil y adolescente de nuestro Hospital Clínico, abordó algunos mitos relacionados con los anticonceptivos orales, que continúan siendo el método más conocido y utilizado tanto en Chile como en el mundo.

Las pastillas engordan

Mito: la gran mayoría de los anticonceptivos hormonales no afectan el peso. Éste está más relacionado con el estilo de vida. El único anticonceptivo que puede tener algun efecto sobre el peso, es la inyección cada 3 meses (Depoprodasone y Sayana).

Las pastillas producen acné

Mito: en general es todo lo contrario. Los anticonceptivos hormonales combinados (estrógenos y progesteronas) presentan una mejoría del acné. Algunas progesteronas podrían producir acné muy leve, pero es transitorio y solo se da en algunas mujeres con sensibilidad especial. Cabe destacar que siempre se debe descartar otra causa.

Las pastillas protegen de todo

Mito: todos los anticonceptivos hormonales y dispositivos intrauterinos tienen una efectividad muy buena en la prevención del embarazo, alrededor de 99% en 1 año. Sin embargo, no protegen contra las infecciones de transmisión sexual (ITS) y las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Por eso la recomendación es usar siempre preservativo asociado, ya que son el único método que puede prevenir tanto el embarazo como el contagio de infecciones y enfermedades, incluido el VIH.

Su uso genera trombosis

Verdad: el uso de estrógenos aumenta el riesgo de trombosis. Por este motivo, se debe descartar cualquier otro factor de riesgo asociado. En estas condiciones, las pastillas son muy seguras. Sin embargo, hay que recordar que el embarazo aumenta el riesgo de trombosis en 7 veces, mientras los anticonceptivos solo 2-3 veces.

Generan cáncer de mama

Mito: grandes estudios de seguimiento no han logrado demostrar en forma categórica el aumento de riesgo de cáncer de mamas en uso continuado por más de 5 años.

Su uso prolongado produce infertilidad

Mito: esto es absolutamente falso, ningún estudio ha demostrado esta creencia.

Si tomo pastillas, mi menstruación llegará más fuerte

Mito: todos los anticonceptivos hormonales combinados (estrógeno y progesteronas) tienen beneficios no anticonceptivos asociados, como: regularización del ciclo, disminución del dolor menstrual, disminución del volumen y la duración del sangrado menstrual. Además, reducen el riesgo de producción de cáncer de ovario y de endometrio.

Cualquier pastilla sirve para cualquier mujer

Mito: en general la gran mayoría de las mujeres se benefician con cualquier anticonceptivo. Sin embargo, existen distintos tipos que se indican de acuerdo al motivo de su administración. Cuando hay algún problema especial, es el médico que busca el anticonceptivo específico para alguna mujer específica.

Por: Rayén Sepúlveda / Matías Bustos

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