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Odontopediatría: Conoce la técnica de sedación en procedimientos quirúrgicos para niños y niñas

¿Tu hijo tiene temor de asistir a un procedimiento dental? No te preocupes, porque a continuación te contamos cómo trabaja nuestro equipo de Odontopediatría. La Dra. Bárbara Lara, especialista en Odontología infantil del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, nos entrega detalles: “Esta sedación se aplica principalmente en pacientes de corta edad, porque tienen miedo al dentista o han tenido una mala experiencia previa o una experiencia traumática. También por alguna condición especial o enfermedad que no les permita una mayor cooperación con el equipo. Además, se utiliza cuando se requiere llevar a cabo tratamientos complejos o muy invasivos que son de larga duración”.

“En nuestro Hospital utilizamos la sedación profunda o anestesia general, por lo que el paciente no está consciente. Se requiere un equipo médico especializado y de un pabellón central con todas las condiciones necesarias para poder hacer este procedimiento, porque además requiere una monitorización especial”.

“Las ventajas que tiene es que hay una mayor protección emocional y psicológica para el paciente al tener una inducción de anestesia intravenosa. Sin embargo, la primera inducción del paciente se hace a través de una máscara, en la que se aplica un gas, y una vez que el paciente está dormido, se realizan los procedimientos más invasivos”.

“La otra ventaja es que es un tratamiento que tú le puedes hacer todo lo que necesita el paciente en solamente una sesión, y, además, es ambulatorio en casi el 100% de los casos. Entonces, el paciente llega, se realiza este procedimiento y luego de un par de horas se va para su casa, y al siguiente día puede hacer su vida normal”.

En cuanto a la tranquilidad de las familias: “De todas maneras hay una protección psicológica no solamente para el paciente, sino que también para sus madres y padres, porque obviamente al saber que tu hijo se va a realizar este procedimiento dormido por completo, por muy invasivo que sea, él no lo va a percibir. A pesar de que la gente piense que es más invasivo, este procedimiento es bastante seguro, porque además está con todo un equipo médico especializado y con toda la monitorización necesaria”.

¿Desde qué edad se puede realizar la sedación y cuáles son sus requerimientos?

“Desde cualquier edad. En cuanto a los requisitos, obviamente es mucho mejor que el paciente sea sano, sin ninguna otra patología. Sin embargo, esto se puede realizar en pacientes con distintos tipos de enfermedades, previamente hay que hacer una evaluación médica, interconsultas, probablemente exámenes; pero si el procedimiento hay que hacerlo y es urgente, se puede llevar a cabo independientemente de las patologías que tenga, si es que es un procedimiento que no se pueda postergar”.

En relación a alguna contraindicación que algún paciente podría presentar: “Principalmente, si existe efectivamente una condición, en la que el médico tratante o el pediatra que esté tratándola, señala que es riesgoso hacer este tipo de sedaciones, hay que buscar alguna otra manera para hacer el procedimiento”.

“En el caso de los niños, afortunadamente a diferencia de los adultos, tienen muy poca sintomatología posterior y lo más frecuente que pueden presentar son las náuseas o los vómitos, pero la verdad es que es un muy bajo porcentaje. Una vez que el paciente se despierta y sale de la sala de procedimientos a su sala de recuperación, el proceso tarda entre una a dos horas aproximadamente para dar su alta”.

La Dra. Lara indicó en el cierre: “En resumen, es un procedimiento seguro. Es importante que se realice con todo el equipo médico especializado para este tipo de tratamientos, contar con las condiciones físicas y la monitorización especial. Además, siempre tenemos que ver en la balanza qué es más importante: Recuperar la salud oral de los niños y proteger a los pacientes emocionalmente y psicológicamente versus someterlos a tratamientos que pueden ser muy invasivos, y que finalmente, pueden terminar afectando su psicología y generar incluso traumas por una atención dental, o de lo contrario no hacer los procedimientos y seguir manteniendo a los pacientes vulnerables a cualquier situación de urgencia odontológica y con una mala salud oral", cerró la odontopediatra.