El Fisiatra es un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación que trabaja con personas que se encuentran en una situación de discapacidad transitoria o permanente secundaria a alguna enfermedad o accidente. El énfasis de la especialidad es el abordaje integral de la persona que ha visto su funcionalidad afectada por la discapacidad.
El médico Fisiatra forma parte del equipo de rehabilitación y trabaja en conjunto con los kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, psicólogos, trabajador social, enfermeros y otros profesionales de la salud para recuperar el máximo de la independencia del paciente. Cabe destacar que, además se realiza un trabajo directo con la familia y/o cuidador del paciente.
Dentro de las funciones específicas del Fisiatra, están: la evaluación clínica y funcional de la persona, entrega de pronóstico funcional, coordinar el equipo de salud en el proceso rehabilitador, prescripción de fármacos, ejecución de procedimientos diagnósticos y terapeuticos, prescripción de órtesis, ayudas técnicas y prótesis y además planificación de estrategias de prevención de complicaciones.
Evaluación y tratamiento de pacientes con lesiones del sistema nervioso central y periférico tales como: Accidente Cerebro Vascular, Traumatismo Encéfalo Craneano, Lesión Medular, Esclerosis Múltiple, Esclerosis Lateral Amiotrófica, Lesiones de nervio periférico, Polineuropatía, Miopatías, entre otras. Dentro de los procedimientos específicos en esta área se encuentra la infiltración con toxina botulínica y fenol para el manejo de la espasticidad.
Evaluación y tratamiento de pacientes que se encuentran hospitalizados en una unidad de paciente crítico (UCI/UTI) para prevenir complicaciones y manejar los déficits relacionados con la gravedad y la duración de la hospitalización.
Evaluación y tratamiento de pacientes con factores de riesgo cardiovascular como sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión que se encuentren dentro de un programa integral de baja de peso y ejercicio como prevención de complicaciones como también de pacientes en rehabilitación posterior a un infarto cardíaco, cardiocirugía e insuficiencia cardíaca.
Evaluación y tratamiento de lesiones traumáticas y degenerativas de las articulaciones, tendones, músculo, fascia, piel, etc. Dentro de los procedimientos específicos de esta área está la infiltración de partes blandas, intra articular, y bloqueo de nervio periférico.
Evaluación y tratamiento de cicatrices patológicas, y queloides, que generen retracciones articulares y/o dolor.
Ejecución del examen de velocidad de conducción, electromiografía y potenciales evocados somatosensitivos para el diagnóstico de lesiones del sistema neuromuscular (lesiones de nervio periférico, radiculopatías, polineuropatías, miopatías, etc.)
Evaluación y tratamiento de las enfermedades y lesiones que afectan al piso pélvico tanto en mujeres como en hombres. Por ejemplo, incontinencia urinaria, dolor pélvico crónico, incontinencia fecal entre otras.
Evaluación y tratamiento del dolor crónico, es decir del dolor que dura más allá del tiempo estimado de recuperación (en promedio 3 meses), y del dolor neuropático. Dentro de los procedimientos específicos de esta área está la infiltración de partes blandas, intra articular, de las cicatrices y bloqueos de nervio periférico.
Evaluación y tratamiento de las complicaciones derivadas de una amputación de extremidades, prescripción de órtesis, prótesis, plantillas, ayudas técnicas (bastones, sillas de ruedas) y prevención de complicaciones.
Evaluación y tratamiento del retraso del desarrollo psicomotor y de las patologías discapacitantes de la infancia tales como la parálisis cerebral, mielomeningocele, enfermedades neuromusculares, entre otras.
Evaluación y tratamiento de pacientes con cáncer quienes han tenido una disminución en la funcionalidad a causa de lesiones propias del mismo cáncer cómo de los tratamientos asociados (cirugías, quimioterapia, radioterapia, etc.)
Evaluación y tratamiento de pacientes adultos mayores con disminución de la funcionalidad a causa del envejecimiento, enfermedades o accidentes. Incluye síndromes geriátricos como el trastorno de la marcha, caídas frecuentes o patologías como fracturas, demencia, dolor crónico entre otras.
El COVID-19 ha generado un gran impacto en la salud de las personas y sus efectos se extienden más allá del compromiso del sistema respiratorio. Tanto los efectos directos del virus sobre el cuerpo, como los efectos de la gravedad de la enfermedad y de la hospitalización prolongada generan impacto en diferentes sistemas que provocan que finalmente algunas personas tengan una situación de discapacidad asociada.
El COVID-19 como otras enfermedades graves, pueden provocar lo que llamamos "Síndrome Post- cuidados intensivos" o PICS por sus siglas en inglés. Este síndrome afecta 3 áreas principales que se describen a continuación.
Una de las principales complicaciones es el delirium, condición en la cual los pacientes presentan cambios fluctuantes del estado de conciencia, con períodos de agitación, desorientación e inatención. En algunos pacientes, los problemas cognitivos pueden persistir incluso hasta 6 meses posterior al alta presentando problemas de atención, de memoria, de planificación, etc.
Una de las principales complicaciones es la debilidad muscular generalizada, que puede ser consecuencia de la inmovilización prolongada que genera atrofia muscular, como también del daño directo de nervios (polineuropatía) y/o músculos (miopatía). También se pueden ver afectadas las articulaciones y estructuras periarticulares como tendones, bursas y músculos, provocando una limitación en la amplitud de los movimientos y dolor.
Como consecuencia de lo difícil que es la vivencia de una enfermedad grave, algunas personas presentan trastornos del ánimo de tipo depresivo, ansioso e incluso algunos síntomas de estrés post traumático como pesadillas, revivir negativamente episodios ocurridos durante la hospitalización, sobresaltarse cada vez que escucha un ruido similar a los existentes en el hospital, conductas evitativas en relación a acercarse a los centros de salud, etc.
Si bien es cierto, éstas son las 3 áreas de mayor compromiso, existen otras que también tienen un impacto en la funcionalidad, tales como los trastornos de deglución (disfagia), la disfonía provocada por la intubación prolongada, las lesiones de la piel como por ejemplo las úlceras, provocadas por la inmovilización prolongada, las lesiones de nervios periféricos provocadas por compresión entre otras, incontinencia urinaria o fecal, trastornos del sueño, entre otros.
Cabe destacar que el PICS también afecta a la familia del paciente, conociéndose como PICS-f donde se puede observar un desgaste físico como emocional de la familia y cuidadores del paciente. Por esto es de vital importancia el abordaje integral por un equipo de rehabilitación.
La mayor parte de los pacientes tiene una buena evolución cuando realizan rehabilitación precoz. Dado las diferentes áreas afectadas por este síndrome, es necesario un abordaje interdisciplinario considerando atenciones de fisiatría, enfermería, kinesiología, terapia ocupacional, fonoaudiología, psicología, trabajo social, nutrición, etc que abarque desde la etapa aguda de la enfermedad, mientras el paciente se encuentra hospitalizado en la UCI, hasta que el paciente es dado de alta y continúa su rehabilitación en ambulatorio.
Movilización precoz: entrenamiento de giros en la cama y cambios de posición, ejercicios de alcance funcional con la persona sentada al borde de la cama y entrenamiento de la marcha y del equilibrio.
Prevención y tratamiento del delirium: estimulación cognitiva, orientación a la realidad, manejo ambiental que incluya respetar los ciclos de sueño-vigilia, usar claves ambientales como la luz del sol, calendarios, relojes, etc.
Entrenamiento funcional: realización de actividades básicas de la vida diaria como peinarse, lavarse los dientes, vestirse, ir al baño, ducharse, comer, etc.
Optimización de la comunicación: uso de válvulas de fonación para usuarios de traqueostomía, uso de tableros de comunicación, entrenamiento de la voz y uso de tecnologías que favorezcan la socialización como tablets, celulares, computadores, etc.
Rehabilitación de la deglución: estimulación sensorial de la cavidad bucal y la faringe, entrenamiento de los músculos masticatorios, y del proceso de deglución.
Prevención de lesiones de la piel: favorecer el adecuado posicionamiento en la cama evitando puntos de presión excesiva, cambios de posición frecuente, y movilización precoz además del cuidado de la piel y un adecuado manejo nutricional.
Intervención psicoafectiva: apoyo emocional y tratamiento de los síntomas ansiosos y depresivos del paciente y de la familia.
Lograr la independencia en las actividades de la vida diaria más complejas como las tareas domésticas, comprar, gestión de medicamentos, uso de medios de comunicación, uso de transporte público, etc.
Mejorar la capacidad aeróbica y la fatiga.
Reintegro laboral, para lo cual se realizan evaluaciones de puesto de trabajo, entrenamiento de habilidades específicas como uso de herramientas, uso de computador, planificación y gestión del tiempo, etc.
Si usted o alguno de sus familiares estuvo hospitalizado por COVID y tiene alguno de los problemas mencionados anteriormente, puede pedir hora en el policlínico de seguimiento post covid para una evaluación funcional completa. Nuestro hospital cuenta con un equipo interdisciplinario completo de profesionales altamente calificados en rehabilitación que realizan un manejo integral del paciente desde su ingreso a la unidad de paciente crítico hasta el ambulatorio.