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Programa preventivo cáncer de vesícula para funcionarios de la Universidad de Chile

¿Sabía que Chile es uno de los países con mayor mortalidad en el mundo por cáncer de vesícula? Sin embargo, si es detectado a tiempo, se puede disminuir este lamentable récord.

Para prevenir este cáncer nuestros especialistas recomiendan realizarse un chequeo periódico, especialmente si tienen factores de riego relacionados a esta patología, como por ejemplo, tener cálculos en la vesícula, ser mujer mayor de 35 años, padecer obesidad y/o tener antecedentes familiares con cáncer de vesícula, entre otros.

Si es funcionario de la Universidad de Chile, puede acceder a este programa preferente para ser evaluado por un cirujano especialista, contactándonos a través de:
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¿Qué es el cáncer de vesícula?

El cáncer de vesícula es en nuestro país la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres, aunque sigue muy de cerca al cáncer de mama. Este tipo de cáncer no sólo afecta a las mujeres. De cada 2 mujeres que mueren por esta enfermedad, fallece un hombre. Como indica el Dr. Enrique Lanzarini, cirujano digestivo de nuestro hospital: “La mitad de las personas que tienen cálculos en la vesícula no tiene síntomas. El sólo hecho de ser mujer y tener más de 35 años es factor de riesgo de tener cálculos en la vesícula. El síntoma más frecuente es el dolor tipo puntada bajo el borde de la parrilla costal derecha."

¿Cuáles son las causas del cáncer de vesícula?

Tener cálculos, vesícula biliar "en porcelana", sexo femenino, obesidad, edad avanzada, grupo étnico (pueblos originales, vivir en Chile), pólipos en la vesícula biliar de 8 mm o más, antecedentes familiares de cáncer vesicular y tabaquismo.

¿Se puede prevenir el cáncer de vesícula?

Existen factores de riesgo que podemos modificar para prevenir el cáncer de vesícula, siendo los principales un estilo de vida saludable que incluya una alimentación sana, mantener un peso adecuado y el tratamiento quirúrgico de las personas con cálculos en la vesícula.

¿Cómo saber si tengo cálculos en la vesícula?

La ecografía abdominal es el examen de elección para confirmar o descartar la presencia de cálculos en la vesícula.


¿Qué debo hacer si tengo cálculos en la vesícula?

El único tratamiento es una cirugía que consiste en extraer la vesícula con los cálculos, como medida para prevenir el cáncer vesicular, así como también, para evitar las complicaciones que se pueden producir: colecistitis aguda, coledocolitiasis, pancreatitis aguda, colangitis, entre otras.


Francisca Palma es periodista y funcionaria de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de nuestra Universidad. Con fuertes dolores acudió con nuestros especialistas, los que finalmente resolvieron quirúrgicamente: "La atención en el Hospital Clínico en mi operación a la vesícula fue de primer nivel, comenzando por los exámenes que condujeron a la misma. La primera cita con el Dr. Lanzarini también fue muy clarificadora. Me explicaron cómo sería el procedimiento, cuánto duraría y, por supuesto, los cuidados. Postoperación la atención también fue muy buena y las recomendaciones de cuidado en casa permitieron que me recuperara muy rápidamente".



Alimentación luego de la colecistectomía

La colecistectomía es la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar. La intervención suele realizarse para extraer dicha estructura debido a la presencia de cálculos biliares que causan dolor y/o malestar gastrointestinal, e incluso pueden ser un factor de riesgo para desarrollar cáncer de vesícula.

La vesícula biliar almacena y concentra la bilis, la cual es liberada al intestino al consumir alimentos para ayudar a la digestión de las grasas. Al no estar presente, la bilis es drenada continua y aleatoriamente, lo cual puede generar mala tolerancia, hinchazón y/o dolor abdominal.

Dentro de las recomendaciones alimentarias para pacientes sometidos a este tipo de cirugía podemos mencionar una dieta liviana. Ponga atención a las siguientes recomendaciones: Consumo de alimentos con bajo contenido de grasa.

Restricción de aquellos que producen distensión abdominal como las leguminosas (porotos, lentejas, garbanzos, arvejas, habas), verduras meteorizantes (brócoli, coliflor, cebolla, choclo, repollo), algunas frutas (plátano, sandía, melón, tuna, kiwi, palta), y bebidas gaseosas.

Se sugiere restringir productos con alto contenido de grasa tales como lácteos enteros (leche al 26% de materia grasa, queso amarillo, queso crema), embutidos (chorizo, salame, paté, hamburguesa, vienesa), carnes altas en grasa (chuleta de cerdo, cordero, plateada, lomo vetado, guachalomo, etc.), frutos secos (maní, almendras, nueces), y productos de pastelería que contengan crema o chocolate. Para sazonar, evitar utilizar condimentos irritantes (ají, pimienta, merkén, mostaza, mayonesa, ajo).

Se deben privilegiar preparaciones al horno, al vapor, cocidas, asadas o a la plancha.

Se recomienda seguir una alimentación con estas características por 2 semanas desde el alta médica para no sobrecargar el organismo y evaluar la tolerancia del paciente progresivamente. A largo plazo, idealmente crear hábitos de alimentación saludable y mantener una dieta equilibrada, dejando los productos que en un principio se restringen sólo para ocasiones especiales y de forma moderada.