logo HCUCH
HCUCH

Resultado test radiológico

No abstract available

Rev. Hosp. Clin. Univ. Chile 2019; 30: 252-3
Dr. Jorge Contardo P., Daniel Rodríguez D.




Las imágenes muestran dos lesiones calcificadas tanto en su periferia como en parte de su interior, dependientes del hígado, compatibles con quistes hidatídicos. 

La hidatidosis es una zoonosis parasitaria causada por gusanos planos de la familia Echinococcus, de amplia distribución geográfica y con zonas de alta endemia en Sudamérica, África y Asia. Los humanos son huéspedes intermediarios en su ciclo de vida, adquiriendo la enfermedad al ingerir sus huevos por vía fecal-oral desde alimentos o agua contaminada y finalmente pudiendo infectar diferentes órganos, siendo el más frecuente el hígado. 

Desde el punto de vista clínico, los pacientes pueden estar asintomáticos por largo tiempo, aunque los síntomas al manifestarse varían según el órgano comprometido, el tamaño de los quistes hidatídicos y sus complicaciones derivadas. El diagnóstico se apoya finalmente en la serología y las imágenes diagnósticas. 

Los quistes hidatídicos se pueden dividir de acuerdo a la OMS en cinco tipos según su composición en ecotomografía -la cual presenta una excelente sensibilidad de hasta un 95%-, siendo extrapolables estas características a otras técnicas como tomografía computada o resonancia magnética. De acuerdo con esto, pueden ser considerados activos o inactivos en cuanto a su viabilidad. Los quistes hidatídicos tipo I y II representan respectivamente un quiste simple y un quiste multiseptado con “vesículas hijas”, ambos activos. Un quiste hidatídico tipo III presenta una arquitectura compleja con ecos internos y membranas desprendidas, encontrándose en un estado intermedio entre actividad e inactividad. El quiste hidatídico tipo IV es principalmente sólido con calcificaciones dispersas que no predominan en su estructura, reflejando un estadío predominantemente inactivo. Finalmente, el quiste hidatídico tipo V se presenta calcificado completa o casi completamente y se encuentra en estado inactivo, como en nuestro caso. 

El tratamiento depende de la localización del compromiso, su tamaño y el estadio de viabilidad, abarcando terapia farmacológica y quirúrgica. En la actualidad, también se ha desarrollado manejo percutáneo con apoyo de agentes antihelmínticos, con buenos resultados. 

Referencias
1. Pedrosa I, et al. Hydatid Disease: Radiologic and Pathologic Features and Complications. RadioGraphics. 2000; 20: 795-817.
2. Polat P, et al. Hydatid Disease from Head to Toe. RadioGraphics. 2003; 23: 475-494.
3. WHO Informal Working Group. International classification of ultrasound images in cystic echinococcosis for application in clinical and field epidemiological settings. Acta Tropica. 2003; 85(2): 253-261.
4. Czermak B, et al. Echinococcosis of the liver. Abdom Imaging. 2008; 33: 133-143.
5. Zalaquett E, et al. Imaging of Hydatid Disease with a Focus on Extrahepatic Involvement. RadioGraphics. 2017; 37: 901-923.

 

Ver test aquí.