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Las caries es una enfermedad infecciosa producida por bacterias. Es contagiosa porque se transmite de padres a hijos. Se caracteriza por ser azúcar dependiente: las bacterias de la boca toman el azúcar y la transforman en ácido que descalcifica y destruye la superficie dentaria. De no ser tratada a tiempo, puede llevar a la pérdida del diente. Se produce por la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana. Las bacterias fabrican estos ácidos a partir de los restos de los alimentos de la dieta.
El principal signo es aparición de lesiones de caries, las que son perforaciones de las piezas dentarias en distintas áreas de éstas. Si no son tratadas a tiempo, pueden generar la destrucción del diente.
Las caries tienen diferentes etapas de evolución, por lo que si se acude periódicamente a control se pueden tratar en forma temprana.
Primero la caries es sólo de esmalte, que es la primera capa del diente, la que no tiene sensibilidad. Si es muy pequeña puede se remineralizada con flúor más una buena higiene y controles periódicos. Si no es tratada a tiempo, avanza hasta la dentina que ya tiene sensibilidad, por lo que se siente dolor de variada intensidad dependiendo de la profundidad de las caries. Hay que eliminar el tejido cariado y colocar una obturación. Al no tratarse en esa etapa, la caries llega a la pulpa o nervio del diente, entonces habrá dolor con o sin estímulos y habrá que hacer tratamiento de conducto.
AUTOCUIDADO
No comer entre comidas.
Disminuir el consumo de azúcar, carbohidratos y alimentos pegajosos.
Cepillarse después de cada comida.
Usar seda dental.
Controlarse con el odontólogo una vez al año.
Mantención de colutorios con flúor.
CUÁNDO ACUDIR AL ESPECIALISTA
Al momento de identificar la presencia de lesiones de caries, hay que acudir al dentista, pero siempre es importante la
prevención y acudir a control una vez al año.
EXÁMENES
Principalmente se realiza un examen clínico, el que se complementa con radiografías.