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En Chile 1 de cada 10 personas 1 tendrá una hernia en el curso de su vida

El único tratamiento de las hernias es la cirugía, ya que no hay medicamentos ni ejercicios que puedan resolver esta enfermedad. Es la segunda cirugía más frecuente en el país, después de la colecistectomía.

Una hernia es una protrusión o salida de un contenido intrabdominal,  que puede ser intestino, colon u otros órganos, a través de un defecto de los músculos de la pared del abdomen. Dicha falla puede ser causada por una cirugía previa o puede ser congénita.

Las hernias perjudican enormemente la calidad de vida de quienes las padecen. “El deportista no puede seguir practicando, quien trabaja en terreno tiene dolor al caminar, el que permanece sentado siente molestias y el adulto mayor prácticamente termina postrado”, afirma el Dr. Marcos Albán, cirujano especialista en hernias.

Las hernias se clasifican en primarias, tales como las hernias inguinales, umbilicales y otras. Las hernias secundarias o incisionales son aquellas producidas en la cicatriz de una intervención quirúrgica previa, como cesárea, colecistectomía, apendicetomía, prostatectomía, etc. 

El Dr. Jaime Rappoport, cirujano Jefe del Equipo de Hernias comenta que “la hernia más frecuente en nuestro país es la inguinal, ya que de los 25 mil pacientes que se operan al año por esta patología, dos tercios son inguinales. El resto corresponde a hernias incisionales, umbilicales y otras.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para la aparición de una hernia inguinal son aquellos que aumentan la presión intrabdominal, tales como, el embarazo, algunas enfermedades, por ejemplo, hipertrofia prostática, constipación, enfermedad pulmonar obstructiva, cirrosis hepática, obesidad, etc. Los fumadores tienen un mayor riesgo  porque el tabaco altera el metabolismo de las fibras de colágeno y debilita los tejidos. 

Estos tres factores, tabaquismo, presión abdominal y alteración de la estructura del colágeno también influyen en la aparición de una hernia incisional. Asimismo inciden elementos técnicos de la intervención quirúrgica inicial como el tipo de sutura y el antecedente de infección de la herida, que predisponen la aparición de hernias.

¿A quiénes afecta?

Las personas que tienen más posibilidades de desarrollar hernias son los adultos mayores porque existe debilidad en los tejidos producto del envejecimiento. Asimismo, las mujeres embarazadas y las personas que padecen alguna de las patologías anteriormente mencionadas y los fumadores. 

Dependiendo del tipo de hernia hay algunas que son más frecuentes en mujeres y otras, en hombres.  El cirujano especialista, Dr. Anibal Debandi, explica que, “la hernia inguinal es más frecuente en los varones. Sin embargo, en la región inguinal aparecen hernias femorales, que son más frecuentes en las mujeres”.

¿Ante qué síntomas debo consultar?

Según el Dr. Rappoport los signos y síntomas más frecuentes son la aparición de un aumento de volumen, ante el esfuerzo, dolor o molestia local; “la hernia inguinal produce un aumento de volumen a la altura de la ingle que aparece con los esfuerzos y desaparece con el reposo. Sin embargo, puede ser que no surja una masa a ese nivel, pero que sienta dolor o que no se presente ningún síntoma”.

¿Qué pasa si no trato mi hernia?

La evolución natural de una hernia es que vaya aumentando de tamaño y se complique; de ahí la importancia de operar a tiempo, aunque no presenten molestias. 

Entre las complicaciones más frecuentes encontramos: hernia atascada en la cual el contenido de la hernia se mantiene atrapado en el defecto del músculo y no se reduce, por lo que se edematiza, inflama y hay que operar al paciente de urgencia. Otra complicación es la hernia estrangulada en la que el compromiso es tal que se afecta la circulación arterial, es decir, no llega sangre a la víscera herniada, y la isquemia lleva a la necrosis, la perforación y demanda una operación de urgencia. 

El Dr. Debandi indica que, “los signos típicos de la complicación de una hernia atascada son que se coloca dura, duele y no se reduce. Si además de esos síntomas, hay cambios en la coloración de la piel o el paciente presenta compromiso de su estado general, lo más probable es que la hernia esté estrangulada”. Y agrega “ante esto el paciente debe acudir inmediatamente a un servicio de urgencia”.

¿Cómo me diagnostican?

En el diagnóstico clínico se evalúan los síntomas y signos que presenta el paciente, tales como aumento de volumen, molestias y dolor en la región inguinal o en la cicatriz de una cirugía previa. Luego puede certificarse con un examen radiológico, generalmente se solicita una ecografía de partes blandas, la que permite ver las características de la hernia. Y en hernias complejas se solicita un escáner o tomografía computada. 

¿Cuáles son las alternativas de cirugía?

Hoy en día aparte de la cirugía abierta tradicional, se realicen cirugías mínimamente invasivas o por vía laparoscópica, las cuales tienen menor tiempo de hospitalización y recuperación, producen menos dolor postoperatorio, disminuyen el riesgo de sangramiento y la cicatriz de la incisión es pequeña.

La cirugía busca reparar las estructuras de la pared abdominal que presentan la falla, habitualmente se instala una malla que permite reforzar y mejorar la cicatrización, conteniendo la hernia y así se disminuye la posibilidad de que vuelva a aparecer. 

El Dr. Marcos Albán aclara que, “todas las hernias pueden volver a aparecer. El riesgo de que una hernia inguinal resurja es de un 1% y se incrementa en aquellas personas que tienen mayores factores de riesgo asociados. La posibilidad que vuelva a aparecer una hernia incisional  es de un 5%”.  

Nuestros especialistas del Equipo de Hernias derriban algunos mitos

No se puede operar de hernia a los adultos mayores: “La edad no es una contraindicación para operar a un adulto mayor. Por el contrario, realizar la cirugía permitirá mejorar su calidad de vida. Sin embargo, la estadística indica que si son intervenidos de urgencia, de cada 33 pacientes, 11 se van a morir. Por eso es recomendable realizar la operación a tiempo, de manera electiva y no esperar a que se complique”.

Hacer fuerza provoca hernia: “realizar fuerza de manera inadecuada puede producir hernias en aquellas personas predispuestas por la falla congénita que afecta al  colágeno”. 

Los pacientes operados de hernia nunca más van a poder hacer fuerza: “Luego del reposo indicado por el médico, los pacientes pueden volver a sus actividades cotidianas”.

Para evitar la aparición de hernias incisionales nuestros especialistas recomiendan: 

Cumplir con el reposo indicado por el médico luego de la cirugía.
Usar faja porque es una medida de contención para la pared abdominal, especialmente en incisiones grandes.
No subir de peso.
Tener controlados los factores de riesgo.
Evitar fumar.