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Las mejoras en el diagnóstico temprano y tratamiento del cáncer colorrectal han disminuido su mortalidad

El cáncer colorrectal es el cáncer digestivo más frecuente en Chile y el tercero en mortalidad a nivel mundial. La causa de este cáncer es multifactorial y se le han atribuido distintos factores de riesgo como la predisposición  genética y factores medioambientales, el alto consumo de carnes rojas y grasas, estilo de vida sedentario, obesidad y tabaquismo.

Con la finalidad de disminuir la mortalidad asociada al cáncer colorrectal, se han desarrollado e implementado programas de detección precoz de esta enfermedad en la población sana y asintomática, como el test de sangre oculta en deposiciones (utilizando nuevas técnicas inmunológicas) y colonoscopía en pacientes con historia familiar de cáncer colorrectal. 

El diagnóstico temprano de este cáncer digestivo es clave, explicó la Dra. Bárbara Núñez del Hospital Clínico Universidad de Chile, ya que reduce su mortalidad. En etapas precoces la posibilidad de curación es más alta. En la medida en que la etapa es más avanzada, cuando hay profundidad de invasión tumoral o compromiso ganglionar tumoral, los porcentajes de recuperación disminuyen.

La sospecha clínica es complicada, debido a que los tumores del cáncer colorrectal pueden ser silenciosos; sin embargo, pueden presentar síntomas como cambios en el hábito intestinal (diarrea o estreñimiento), hemorragia rectal o cambios en las características de las deposiciones como heces con sangre o heces acintadas. La mejor técnica de diagnóstico es la colonoscopía que permite visualizar la pared del colon y tomar biopsias.

Mejoras en el tratamiento del cáncer colorrectal

En las últimas décadas el tratamiento del cáncer colorrectal ha presentado avances, relató la Dra. Núñez. En la década de los 80, se demostró que la cirugía del cáncer de colon como único tratamiento era insuficiente para tumores con compromiso profundo de la pared del colon o con compromiso ganglionar, por lo que fue necesaria agregar quimioterapia, con la cual hubo una mejora en la recuperación del paciente.

}En la década siguiente se combinó la quimioterapia junto a la radioterapia en tumores de recto, lo que logró mejores resultados quirúrgicos con menos recaídas locales e incluso un porcentaje de pacientes podía preservar el esfínter anal.

Después se planteó la posibilidad de realizar una cirugía con pacientes seleccionados con estadios avanzados de cáncer de colon. La operación consistió en lograr una resección completa del tumor y de las metástasis que junto a la quimioterapia generó supervivencias superiores y un porcentaje significativo quedaba sano de la enfermedad a los cinco años.

Por otro lado, la quimioterapia también ha evolucionado en los últimos años. Para pacientes con estadios avanzados de cáncer colorrectal, la incorporación de drogas como oxaliplatino e irinotecan ha logrado mejores resultados respecto a los tumores. En la década del 2000 se han incorporado otros medicamentos dirigidos hacia la angiogénesis tumoral, los que evitan la formación de vasos sanguíneos que nutren a los tumores o anticuerpos monoclonales/antiEGFR que se unen a los receptores tumorales e impiden su acción. 

Actualmente en el Hospital Clínico Universidad de Chile se ofrecen tratamientos con preservación de esfínter, evitando cirugías altamente mutilantes en pacientes con cáncer colorrectal. Aunque se han logrado avances terapéuticos importantes en los últimos años, lo más importante es la prevención manteniendo estilos de vida saludables y teniendo un diagnóstico precoz”, enfatizó la Dra. Núñez.