Al menos un tercio de todos los casos de cáncer pueden prevenirse, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Debido a que el cáncer no es una enfermedad única, sino un grupo de enfermedades con múltiples factores que favorecen o no el desarrollo del cáncer, se han estudiado diferentes factores que aumentan los riesgos.

Algunos de los factores son:

- El consumo de tabaco que provoca aproximadamente el 22% de las muertes anuales producidas por cáncer en el mundo según la OMS.

- Infecciones virales o bacterianas, por ejemplo, el virus papiloma humano (VPH) aumenta el riesgo de cáncer de cuello uterino, de pene, vagina, ano y orofaringe; los virus de la hepatitis B y C aumentan el riesgo de cáncer hepático y la bacteria Helicobater pylori aumenta el riesgo de cáncer gástrico. 

- La exposición a radiación ultravioleta de la luz solar, que es la causa principal del cáncer de piel; la radiación ionizante usada en estudios diagnósticos como radiografías, tomografías y estudios de medicina nuclear; y el gas radón presente en las rocas y la tierra.

- Uso de medicamentos inmunodepresores después de un trasplante de órganos o de algunos citotóxicos. 

- También se han estudiado otros factores que pueden afectar el riesgo de cáncer como el alcohol, la obesidad, el sedentarismo, dieta pobre en frutas, fibra y alta en grasas. 

La detección precoz del cáncer, llamada screening o tamizaje, es la aplicación de diversas pruebas en individuos aparentemente sanos con el objetivo de identificar factores de riesgo presentes o estadios iniciales de cáncer en el organismo. Esto sirve para disminuir la morbilidad y la mortalidad por esta enfermedad.

Estos objetivos se consiguen mediante la identificación y el tratamiento de lesiones precancerosas para evitar el progreso de la enfermedad a una etapa más invasiva y, por otro parte, realizando el diagnóstico de un cáncer invasivo en su estadio inicial cuando las posibilidades de recuperación son mayores.

Las enfermedades donde se han validado los métodos de screening o detección precoz son:

- Cáncer de mama: la mamografía realizada periódicamente, una vez al año, en las mujeres desde los 50 años aumenta la identificación temprana y disminuye la mortalidad. En Chile está garantizada por ley una mamografía a los 50 años.

- Cáncer de cuello uterino: el método utilizado es el Papanicolau (PAP). En Chile es gratuito para las mujeres beneficiarias de FONASA entre los 25 y 64 años, y se debe realizar cada 3 años.

- Cáncer de colon y recto: si el diagnóstico se realiza en etapa precoz, la sobrevida a 5 años es de 90% y disminuye drásticamente si está diseminado. Hay varios exámenes útiles para su detección, tales como test de hemorragias ocultas en deposición, sigmoidoscopía flexible que visualiza el recto y el colon en su parte terminal, colonoscopía que visualiza todo el colon y que también permite tomar biopsias en caso de evidenciar lesiones sospechosas. Esta última se recomienda a partir de los 50 años.

- Cáncer de piel: el screening es una exploración por dermatólogo especializado que se realiza cada 3 años en individuos de alto riesgo de sufrir cáncer de piel (piel clara y que presenten numerosas lesiones pigmentadas) entre los 20 y los 39 años. Después de esa edad, se debe realizar anualmente.

- Cáncer de pulmón: se puede disminuir la mortalidad realizando la tomografía computarizada de baja dosis en grupos de alto riesgo.

- Cáncer de próstata: se realiza la identificación con tacto rectal y PSA (antígeno prostático específico); sin embargo, el screening de esta patología es controvertido en la actualidad, pues es una enfermedad de lenta evolución y los procedimientos que se deben someter pueden causar mayores complicaciones. Por lo anterior, la recomendación es discutir el riesgo versus beneficio según cada caso.