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Entre un 5 y 10% de personas sufrirá alergia a picadura de insectos

Los himenópteros son el grupo de insectos al cual pertenecen las abejas, abejorros, avispas y hormigas. Estos insectos inyectan por la lanceta una serie de toxinas que le permiten defenderse y que provocan gran dolor en el sitio de inyección. Se sabe que 100 picaduras de abejas pueden producir una reacción similar a la anafilaxia, independiente de la condición de alergia del paciente. El tipo, duración, evolución y síntomas acompañantes luego de la picadura, nos permite diferenciar 3 tipos de reacciones: locales, locales extendidas y sistémicas.

Las reacciones locales son esperables y secundarias a las toxinas del veneno. Estas reacciones consisten en aumento de volumen y molestias en la zona de la picadura que duran algunas horas.

Las reacciones locales extendidas se caracterizan por ir aumentando de volumen los primeros dos días llegando hasta un tamaño de 10 cm y alejándose del sitio de inyección. Este cuadro dura alrededor de 5 a 10 días. En esta reacción existe un mecanismo alérgico frente a los componentes del veneno y alrededor del 5-10% pueden tener una reacción sistémica frente a una nueva picadura, especialmente si esto ocurre en los siguientes dos meses.

Las reacciones sistémicas se definen por la aparición de síntomas más allá de la zona de picadura. Dentro de estos síntomas destacan urticaria o edema de ojos y cara lejos de la zona de picadura, secreción acuosa por la nariz, voz ronca y puede agregarse ahogo y manifestaciones abdominales. Este tipo de reacción puede presentar un shock anafiláctico en un 30% de los casos frente a una nueva picadura.

Como explica la inmunóloga de nuestro hosptal Dra. Rocío Tordecilla: “El manejo inmediato de todas estas reacciones es el retiro de la lanceta por el afectado o por un adulto desde la piel hacia afuera. Idealmente esto tiene que ser rápido antes de que se vacíe todo el veneno y sin apretar el saco donde está guardado. En el caso de reacciones locales requieren un manejo básico que incluye medidas físicas como frío local y antiinflamatorios. Hay que considerar que, si la picadura ocurre en la boca, este tipo de reacción puede asociarse a dificultad respiratoria que lo llevaría a consultar en el Servicio de Urgencia”, comenta.

Las reacciones locales extendidas muchas veces necesitan tratarse, además de los antiinflamatorios y antihistamínicos, con corticoides para disminuir las molestias y duración de los síntomas.

Las reacciones sistémicas requieren el uso de adrenalina intramuscular para contrarrestar el efecto de la alergia. La adrenalina viene en jeringas autoinyectores, las que son fácilmente manipuladas por el paciente para su administración intramuscular.

 

Estudio alergológico y evaluación por inmunología

Para el estudio de este tipo de reacciones es necesario la evaluación por inmunología que tiene como objetivo determinar cuál himenóptero fue el que picó al paciente y además evaluar el riesgo de presentar una reacción extendida o sistémica, el riesgo de sufrir una nueva picadura en los próximos meses y la capacidad de respuesta en caso de que esto ocurriera.

Dentro del estudio se solicita: nivel de triptasa en sangre (para descartar mastocitosis), pruebas cutáneas, anticuerpos de tipo IgE antiveneno de abeja y avispa y en caso que estos últimos resulten positivos; panel molecular a los componentes de los venenos.

Posterior a este estudio se enseñará al paciente cuándo y cómo usar el autoinyector de adrenalina y cómo retirar la lanceta. Además de las medidas generales como: uso de zapatos cerrados y de colores claros de preferencia blanco, cuando se está cerca de un panal. Ante un himenóptero se instruye que hay que alejarse lentamente y evitar dar manotazos, ya que, si accidentalmente las golpea, éstas pueden atacar.

En los controles siguientes, los especialistas en conjunto con el paciente verán la necesidad del tratamiento a largo plazo con inmunoterapia, según sea el caso. En el caso de reacciones locales extendidas y reacciones sistémicas, es necesario evaluar tratamiento a largo plazo con inmunoterapia, especialmente en apicultores, niños, pacientes que realizan actividades al aire libre, mayores de 40 años y con acceso limitado al servicio de urgencia.

El tratamiento de inmunoterapia es la inyección mensual del equivalente al veneno de dos abejas y/o avispas que a largo plazo es capaz de suprimir la respuesta alérgica, es decir, en caso de nuevas picaduras que el paciente no presente una reacción severa o sistémica.

Este tratamiento de inmunoterapia a veneno de himenópteros es realizado en nuestro centro de alergias a cargo de especialistas en alergología.