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Revista Injury publica artículo del equipo de Traumatología sobre el uso de clavo cubierto con gentamicina en fractura expuesta de pierna como profilaxis a infecciones.

El equipo, encabezado por el Dr. Álvaro Zamorano, ha publicado  investigación pionera sobre tratamiento definitivo de fracturas expuestas de pierna, obteniendo como resultado un alto perfil de seguridad y eficacia como medida profiláctica contra infecciones relacionadas a fractura.

La fractura de tibia es la lesión más común en huesos largos, afectando anualmente a 51,7 personas por cada 100.000. El tratamiento quirúrgico con el clavo endomedular sin recubrimiento es el estándar de oro. Sin embargo, las complicaciones, como la infección relacionada a la fractura, afectan hasta al 33% de las fracturas expuestas a pesar de medidas preventivas convencionales, entre las que destacan la profilaxis antibiótica sistémica, el tratamiento quirúrgico precoz, tanto lo relacionado a aseo quirúrgico, fijación definitiva y cobertura cutánea. Parte de los esfuerzos de la comunidad científica están enfocados en cómo optimizar localmente el ambiente para evitar la colonización bacteriana y es aquí donde cobra relevancia el recubrimiento con antibiótico del clavo como herramienta capaz de evitar este fenómeno, entendiendo que localmente se genera un ambiente propicio para desarrollar complicaciones, debido a la anatomía propia de la pierna y la cada vez más alta energía que se absorbe al momento del trauma.

Para abordar este desafío, el equipo se propuso evaluar la efectividad del clavo recubierto con gentamicina como una fijación definitiva y preventiva contra infecciones en fracturas expuestas. Además, se examinaron resultados secundarios, incluyendo tasas de no unión y tiempo hasta la consolidación.

El camino de la investigación ha sido prolongado. El Dr. Zamorano destacó el extenso proceso de investigación iniciado en 2012, observando y evaluando pacientes con un seguimiento prospectivo de más de 600 fracturas expuestas de pierna en la actualidad: “Desde 2016 se formalizó la recopilación de datos específicos. El clavo recubierto con gentamicina se implementó en pacientes de alto riesgo a partir de 2017 y, desde 2018 como protocolo a todos los pacientes del equipo de extremidad inferior de la Mutual de Seguridad, marcando un hito significativo en la prevención de infecciones relacionadas con fracturas”.

Se realizó un cotejo de dos poblaciones demográfica y clínicamente similares, a excepción del uso del clavo recubierto con gentamicina. La comparación entre poblaciones con un seguimiento de al menos un año reveló una disminución significativa en las tasas de infección relacionada a fractura en el grupo de los 104 pacientes, en los cuales se usó el clavo endomedular recubierto con gentamicina. Los resultados son estadísticamente significativos (2,88% grupo del clavo recubierto vs 15,83% grupo clavo estándar), posicionando este enfoque como una opción prometedora para la prevención de complicaciones.

Aunque existen artículos similares publicados, esta serie sobresale por ser la más extensa en el mundo, con un seguimiento de al menos un año y una descripción completa del proceso de consolidación ósea. Este estudio no solamente aporta conocimiento, sino que también ofrece respuestas a un problema desafiante como es prevenir infecciones en fracturas expuestas. El Dr. Zamorano señaló: “Las infecciones relacionadas con fracturas son costosas. A pesar de que el clavo recubierto es un poco más caro, se espera que los ahorros derivados de la prevención de complicaciones compensen los costos adicionales, motivo por el cual se está llevando a cabo un estudio de costos para respaldar esta perspectiva”.

La segunda etapa del estudio se centrará en el seguimiento a más largo plazo de este grupo y describir de igual forma otros escenarios de alto riesgo, como la cirugía definitiva con clavo endomedular de pierna previo uso de tutor externo y las cirugías de revisión por problemas de consolidación. Cabe destacar que este implante no está diseñado para el tratamiento de infecciones establecidas, exclusivamente de profilaxis; sin embargo, al equipo de investigadores le parece relevante proponer un estudio randomizado al Comité de Ética, para así potencialmente elevar el peso estadístico de los resultados, respaldado por el alto perfil de seguridad y eficacia del clavo recubierto con gentamicina.

"Este trabajo representa un logro para nuestro equipo médico, contribuyendo al avance global en la prevención de infecciones relacionadas con fracturas de pierna", cierra el Dr. Zamorano.

Acceda al artículo "Gentamicincoated tibial nail is an effective prevention method for fracture-related infections in open tibial fractures".