16/10/2025
Especialista de nuestro Hospital contesta: ¿Los tratamientos para el acné son seguros?
El reciente caso de un joven de 18 años que fue hospitalizado de urgencia por una hepatitis fulminante causada por un tratamiento para el acné y que actualmente espera con urgencia un trasplante, ha encendido las alarmas entre pacientes y familias. ¿Puede un medicamento para la piel afectar el hígado a tal magnitud? o ¿qué tan seguros son estos tratamientos para nuestro organismo?
La Dra. Andrea Cortés, jefa del Servicio de Dermatología de nuestro Hospital, explica: “Los tratamientos para el acné son en su mayoría seguros. Lo que le pasó a este joven se trata de una reacción idiosincrática; algo que depende de la genética del paciente y que no se puede anticipar. Es un caso extremadamente infrecuente”, señala la doctora Cortés y añade: “No existe un examen que garantice que una persona no desarrollará una reacción adversa grave a un fármaco, sea cual sea”.
Según la Sociedad Chilena de Dermatología y Venereología (Sochiderm) el acné puede afectar hasta un 85% de la población general. “Cuando las cremas con ácido retinoico o sus derivados no son suficientes, integramos los antibióticos orales por períodos acotados de tiempo, que van desde las cuatro semanas hasta los tres meses para desinflamar las lesiones. Pero si el acné es severo, deja cicatrices o no responde a otros tratamientos, se indica isotretinoína, un derivado de la vitamina A”, comenta la dermatóloga.
La isotretinoína ha demostrado una eficacia notable, ya que actúa directamente sobre las glándulas sebáceas, reduce la producción de sebo y evita que las bacterias se multipliquen; sin embargo, su metabolización ocurre en el hígado, lo que exige una vigilancia médica constante. “A diferencia de la prescripción de antibióticos para tratar el acné, antes de iniciar este tratamiento se solicitan exámenes de función hepática, hemograma y perfil lipídico. Durante los primeros meses de tratamiento, estos controles se repiten para asegurar que todo evolucione bien”, menciona la especialista.
La doctora Cortés afirma que el uso de isotretinoína es seguro, ya que los efectos adversos de este medicamento son alteraciones leves y no muy frecuentes. “Este tratamiento disminuye la función de la glándula sebácea, pero también se ha visto que tiene efectos en otros órganos y que puede afectar a las células hepáticas, disminuyendo su función o produciendo más oxidación hepática, pero esto es muy poco frecuente. Lo más común es que te aumentan los triglicéridos o que aumente alguna enzima hepática, pero no gravemente. No más de un 10% de los pacientes puede tener estos cambios, pero suelen ser leves y reversibles”, precisa.
Ahora bien, sigue siendo un medicamento que requiere supervisión y una prescripción médica, en especial en el caso de las mujeres. “Lo más grave es la teratogenia, que son las malformaciones fetales durante el embarazo. Por eso siempre en las mujeres hay que hacer un test de embarazo previo y tiene que estar con doble método anticonceptivo durante todo el tratamiento y hay que advertir el riesgo de teratogenia”.
A pesar de las preocupaciones que pueden surgir a raíz de casos graves, la doctora Cortés insiste en que la isotretinoína es un medicamento seguro cuando se usa bajo supervisión médica. “Es uno de los tratamientos más efectivos y estudiados que tenemos. El riesgo aparece cuando se utiliza sin control, no se siguen las indicaciones médicas o se omiten los exámenes de seguimiento”, subraya.
Por ello, durante el tratamiento debemos llevar un estilo de vida compatible con el medicamento, es decir, siguiendo las indicaciones dermatológicas para no aumentar la carga sobre el hígado durante la terapia. “El alcohol está totalmente contraindicado, al igual que los suplementos con vitamina A o betacaroteno. Estas vitaminas pueden agravar los efectos secundarios de la isotretinoína. También conviene evitar los alimentos con alto contenido de azúcar, los carbohidratos refinados y los lácteos que pueden agravar el acné”, recomienda.
Finalmente, la especialista recuerda que el acné no tiene una única causa. “Es una condición multifactorial, donde influyen la genética, las hormonas, los hábitos y el estilo de vida. No hay un tratamiento que cure todas sus causas, por eso la evaluación médica y el control multidisciplinario son fundamentales”, concluye.
Por: Rocío Cortez
Edición General: Fernanda Farfán
Comunicaciones Corporativas HCUCH