22/10/2025
Equipo de Dr. Ghisoni obtiene fondos OAIC para obtención de anticuerpos de neuropatía inflamatoria inmunomediada
El Dr. Aldo Ghisoni se adjudicó recientemente fondos del concurso Temas Libres de la OAIC para desarrollar su proyecto “Perfil serológico en pacientes con neuropatía inflamatoria inmunomediada severa”.
El Dr. Aldo Ghisoni se adjudicó recientemente fondos del concurso Temas Libres de la OAIC para desarrollar su proyecto “Perfil serológico en pacientes con neuropatía inflamatoria inmunomediada severa”.
Las neuropatías son enfermedades caracterizadas por daño a los nervios, el que puede ser causado por varias afecciones distintas y que puede manifestarse con debilidad; con problemas de sensibilidad, coordinación y de movimientos oculares; dificultad para pronunciar, para tragar, para respirar, entre otras. Estas enfermedades son inmunomediadas, o sea, hay anticuerpos que produce nuestro propio organismo y que atacan los nervios, generando estos síntomas.
El Dr. Ghisoni, neurólogo de nuestra institución, nos explica que ha observado con curiosidad cómo hay algunos pacientes que inician con una enfermedad grave, pero pasan los meses y se recuperan prácticamente en su totalidad, habiendo otros que no recuperan nada, que se desfuncionalizan y que incluso quedan tetrapléjicos. “Es como si hubiesen tenido una lesión en la médula: no se pueden mover, no pueden tragar, no pueden levantar su cuello… Esta situación tan compleja ocurre en cualquier rango de etario: pacientes que están en plena edad laboral y les ocurre esto, dejando atrás años de una vida de una vida productiva, y gente mayor, que desde el punto de vista funcional queda muy, muy limitada”, relata el Dr. Ghisoni.
Los marcadores de anticuerpos son proteínas que se usan en diversas pruebas de diagnóstico y en la investigación para identificar enfermedades, evaluar tratamientos y estudiar el sistema inmunitario. Y a propósito de estos, el especialista explica: “La verdad es que a diferencia del desarrollo que ha habido en otros campos, como, por ejemplo, en la reumatología y la medicina interna, donde han aparecido una serie de marcadores de anticuerpos, en las neuropatías no está muy desarrollado la identificación de estos, los que nos ayudarían a orientarnos en cuál va a ser el pronóstico de estos pacientes, qué es lo que nosotros podemos esperar a largo plazo, qué ocurrirá con ellos o los síntomas que se desarrollarán”. En definitiva, aun no se logra determinar el tratamiento específico que sea más eficaz para dicha patología en particular.
Y entonces la pregunta del investigador va en la dirección de qué define o qué marcadores se pueden encontrar que ayuden a determinar qué paciente va a evolucionar de forma más grave y que funcionalmente tendría un peor pronóstico. “Quizás podemos de forma precoz iniciar algún tratamiento distinto que nos ayude a prevenir esa secuela. Eventualmente nosotros podríamos encontrar esos marcadores”.
Desde hace un par de años —desde el equipo conformado por los Dres. Ghisoni; Jorge Bevilcqua, neurólogo; y Víctor Illanes, intensivista— surge la idea de este proyecto que consiste en estudiar los anticuerpos de los pacientes que llegan a hospitalizarse por estas neuropatías, ingresando con una neuropatía inmune aguda, la que clásicamente se llama síndrome de Guillain-Barré. Se trata de pacientes graves que ingresan a una unidad de cuidado de paciente crítico. Primeramente, necesitarán tomar muestras de sangre y enviarlas a España, donde obtendrán el perfil de cuáles son los anticuerpos que están involucrados en la enfermedad de cada paciente. “Hasta el día de hoy, cuando estos pacientes ingresan, a través de nuestra evaluación clínica y por una serie de exámenes que hacemos, podemos llegar solamente a la conclusión de que es una enfermedad inmunológica que afecta de forma aguda, de forma súbita a los nervios, pero, en general, llegamos sólo hasta esa fase... No tenemos una descripción más detallada de qué es lo que está pasando”, describe el especialista.
Le preguntamos por qué se envían al extranjero y nos explica que esos exámenes son muy complejos y que requieren de técnicas que en Chile no han sido implementadas. “Es más, en el mundo todavía se está definiendo desde el punto de vista estadístico cuán sensibles y específicas son estas pruebas. Es algo que se está recién desarrollando”, agrega. “Por otra parte, Chile es un país relativamente pequeño y estas son enfermedades que no son muy raras, pero sí infrecuentes, por lo que hay limitantes por la cantidad de pacientes que se presenta con ellas y también hay una limitante económica de por medio. Es algo difícil de implementar”, asevera.
Luego de obtener los perfiles de anticuerpos o identificar los anticuerpos que están positivos se correlacionarán con la expresión clínica. Nos explica que los síntomas que tiene cada grupo de pacientes dependen mucho también de la zona geográfica en la que estos se encuentran. La proporción de los distintos síntomas de pacientes que tienen esto en Japón o en China es distinta a los de los pacientes europeos, por ejemplo. “Se cree que esto tiene que ver también con que muchas de estas enfermedades tienen un gatillo que es infeccioso. O sea, los pacientes tienen cuadros virales, diarreicos, respiratorios en las semanas previas a cuando empiezan estos síntomas. Y el perfil epidemiológico, bacteriológico de cada de cada región hace que los anticuerpos que están positivos también varíen entre un lugar y otro”, añade.
De esta forma en Chile queda la interrogante que no se ha podido responder sobre cómo se comportan nuestros anticuerpos, si más como los pacientes de Asia, los europeos o los estadounidenses. “Hoy en día esperamos lo mismo que en los pacientes europeos o estadounidenses, quienes tienen más representación desde el punto de vista de publicaciones científicas, por ejemplo. Si tuviéramos otro perfil en colaboración con otros países de Sudamérica, podríamos tener nuestra propia epidemiología de esta enfermedad”, considera el Dr. Ghisoni.
Por ejemplo, hay un subtipo de esta enfermedad que se llama nodopatía, que consiste en que anticuerpos se dirigen de forma específica a un lugar bien focalizado de los nervios donde se produce la conducción nerviosa. “Estos pacientes tienen un tipo de anticuerpo estructuralmente distinto y que responde a un medicamento específico de forma mucho más eficaz, los anti-CD20. Y a su vez, responde muy mal a las terapias que habitualmente se ocupan en el síndrome de Guillain-Barré. Entonces, si nosotros tuviéramos la posibilidad de poder identificar a los pacientes que tienen esos anticuerpos y pudiéramos cambiar la terapia que se usa, estaríamos, en el fondo, cambiando la historia natural de una enfermedad y su evolución sin tratamiento con secuelas importantes”, concluye.