Hospital Clínico Universidad de Chile
11/11/2025
Hospital Clínico Universidad de Chile

Nicotinamida: ¿La respuesta para prevenir el delirium postoperatorio?

Hasta un 70% de los adultos mayores de 65 años que se operan por fractura de cadera sufren de delirium postoperatorio: se desorientan, no reconocen dónde están, pierden la memoria de corto plazo, etc. Este tipo de confusión aguda, que surge después de la cirugía, es una complicación que puede durar hasta seis meses y puede dejar secuelas cognitivas permanentes e incluso aumentar el riesgo de muerte.

Si bien hoy no existe un tratamiento para prevenir el delirium, un grupo de científicos del Centro de Investigación Avanzada (CICA) de nuestro Hospital, descubrió que la nicotinamida, una forma de vitamina B3, podría ser la solución. El estudio publicado en The Journals of Gerontology demostró en ratones viejos que suplementar con esta vitamina antes y después de una intervención previene el deterioro cognitivo y protege las conexiones neuronales. El descubrimiento del CICA no se queda aquí, pues ya se ha iniciado un nuevo estudio para probar su efectividad en humanos.

“Muchos familiares de pacientes que enfrentan el delirium postoperatorio me dicen: doctor, pero mi papá no se pegó en la cabeza, ¿por qué está desorientado?”, relata el Dr. Felipe Salech, geriatra e investigador del CICA. La respuesta está en entender que no todos los adultos mayores responden igual ante una cirugía y ello tiene que ver con un concepto clave: la fragilidad. "Es una condición fisiológica que tienen algunas personas mayores que los hacen más vulnerables a tener efectos adversos cuando enfrentan un problema, pero no todos la tienen". El CICA estudia la fragilidad mediante dos modelos: el delirium y las caídas (como las que provocan fractura de cadera), ya que son señales de menor resistencia muscular, menor performance física y deterioro en el balance.

La conexión entre ambos no parece obvia, pero es la base para comprender cómo prevenir el delirium: cuando hay una cirugía, el sistema inmune ataca el foco inflamatorio y libera señales que circulan por la sangre hasta llegar al cerebro. Según el Dr. Salech, "en personas mayores frágiles, un fenómeno local prende neuroinflamación en el cerebro y por eso es por lo que los pacientes se desorientan de manera aguda". Es decir, una fractura en la cadera termina inflamando el cerebro, sin que haya habido golpe alguno en la cabeza.

El experimento: ratones ancianos y cirugía

En este contexto, el equipo trabajó con ratones equivalentes a humanos de 65 años. Algunos animales con fractura de tibia fueron dotados con una dosis de nicotinamida y otros no. Los sometieron a cirugía y estudiaron sus cerebros 72 horas después. Los resultados fueron contundentes: las neuronas de los ratones sin la vitamina perdieron su capacidad de formar conexiones (LTP), las espinas dendríticas disminuyeron dramáticamente y, por lo tanto, los ratones mostraron problemas de memoria de corto plazo.

Los investigadores se preguntaron el porqué de esta relación y descubrieron que el problema estaba en las mitocondrias, las centrales energéticas de las células. En la gerociencia existen 14 mecanismos que definen el envejecimiento, uno de ellos es cómo funcionan las mitocondrias. “Es como cuando vas manejando y quieres adelantar un auto: pisas el acelerador y no te da la potencia. La mitocondria de los adultos mayores no tiene esa capacidad de respuesta, esa energía de reserva”, explica el especialista.

Ahí entra la nicotinamida, precursora del NAD+, una molécula que las células usan como combustible energético. El problema surge cuando hay una inflamación por cirugía, pues una proteína llamada CD38 se dispara y devora el NAD+ disponible. Sin suficiente NAD+, las mitocondrias entran en crisis y las neuronas no pueden mantener sus conexiones. La nicotinamida ataca en dos frentes: aumenta la producción de NAD+ y baja la inflamación cerebral que agotaba esas reservas.

El equipo dio nicotinamida a los ratones cinco días antes de la cirugía y tres días después, permitiendo “generar una protección en el cerebro. En el fondo, así no cae el LTP, no se podan las dendritas de las neuronas y la cognición funciona parecida a los controles a pesar de haber sufrido la fractura. Lo que encontramos es que darle nicotinamida a estos ratones antes de la cirugía suprimía la elevación de inflamación en el cerebro y hacías que se hiciera ciego a la inflamación periférica”, señala el Dr. Salech.

¿La nicotinamida funciona en humanos?

Con estos descubrimientos, el CICA consideró que era momento de pasar a pruebas en humanos con un nuevo estudio que sigue en fase uno. “Reclutamos adultos mayores con riesgo de caídas que iban a kinesioterapia. A algunos les dimos nicotinamida y a otros, placebos durante el ejercicio. Este estudio evaluaba seguridad y tolerancia antes de probar efectividad clínica”. Los resultados fueron alentadores: "El 95% de los pacientes usó la nicotinamida sin problema, tiene un perfil de seguridad súper normal. Los reportes de efectos adversos fueron prácticamente los mismos entre nicotinamida y placebo", cuenta el geriatra. Solo el 20% reportó sensación transitoria de bochorno, efecto conocido de esta vitamina.

El equipo ya está analizando las muestras de sangre de esos pacientes para entender exactamente cómo la nicotinamida afecta el funcionamiento mitocondrial en humanos. El siguiente paso es un estudio clínico grande que pruebe si realmente previene el delirium en pacientes que van a cirugía. La ventaja es que la nicotinamida ya se usa como suplemento vitamínico, lo que facilita el camino regulatorio y podría acelerar su implementación clínica. El delirium postoperatorio afecta a cientos de miles de adultos mayores cada año en el mundo y hoy no existe ningún tratamiento preventivo. Chile podría estar generando la primera estrategia efectiva contra este problema, un avance que beneficiaría a millones de personas en todo el planeta.

Por: Rocío Cortez

Edición General: Fernanda Farfán

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