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Las enfermedades inflamatorias intestinales han aumentado en Chile en los últimos años



Hablamos de enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y  colitis indeterminada, patologías que tienen mayor incidencia en países desarrollados.

Las enfermedades inflamatorias intestinales son grupo de patologías que afectan al tubo digestivo y  se caracterizan por inflamación crónica. En este grupo se incluyen la enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y  colitis indeterminada, las cuales cuentan con una gran similitud en cuanto a síntomas, factores de riesgo y tratamiento, siendo la principal diferencia la zona del aparato digestivo donde se produce la inflamación; mientras que la colitis ulcerosa afecta únicamente al intestino grueso o colon, la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo.

En los últimos años, las enfermedades inflamatorias intestinales han tomado especial relevancia, principalmente en los países desarrollados, debido al aumento de personas afectadas. A pesar que no existen estadísticas en Chile, se ha observado un aumento en el número de pacientes con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. 

Estas patologías se pueden presentar a cualquier edad, existiendo 2 peak: entre los 20 a 30 años y otro entre los 50 a 60 años. 

Según afirma la Dra. Macarena Gompertz “no hay una sola causa que explique el origen de estas enfermedades: existen individuos genéticamente predispuestos en los que la conjunción de factores ambientales e inmunológicos desencadenan una respuesta inflamatoria intestinal anómala que reacciona frente al propio intestino”. 

Las enfermedades inflamatorias intestinales son patologías de carácter crónico, es decir no curable y sus síntomas son intermitentes a lo largo del tiempo: el paciente tiene ausencia de síntomas en ciertos periodos (remisión) y notorias manifestaciones clínicas en los periodos de mayor actividad (brotes o crisis). Con una buena adherencia al tratamiento y controles periódicos, la mayoría de los pacientes pueden realizar una vida normal.

Los síntomas que presenten van a depender de la localización de la enfermedad en el tubo digestivo y pueden variar entre pacientes. En general la colitis ulcerosa se manifiesta mediante diarrea con sangre y síntomas rectales (urgencia de ir al baño, sensación de recto ocupado) y la enfermedad de Crohn con dolor abdominal recurrente, diarrea y síntomas de anemia. 

Frente a la sospecha clínica de enfermedad inflamatoria intestinal, el médico solicitará exámenes de sangre, exámenes de deposiciones y colonoscopia con biopsias. En algunos casos es necesario el estudio con escáner o resonancia de abdomen y pelvis.

¿Cómo se diagnostican?

Para el diagnóstico y evaluación de las crisis de enfermedad inflamatoria intestinal es necesario realizar una colonoscopia con toma de biopsias. La colonoscopia es un examen que se realiza con un tubo flexible que dispone de una cámara de video en su extremo cuya imagen se ve a través de un monitor. El colonoscopio se introduce por el orificio anal avanzando y observando todo el colon y además permite evaluar los últimos centímetros del intestino delgado (ileon distal). 

Para realizar una colonoscopia es necesario que el intestino esté limpio de restos fecales, para lo cual se requiere una preparación del colon con dieta y laxantes los días previos a la realización de la prueba. 

En el caso de la enfermedad inflamatoria intestinal el aspecto del colon o ileon distal se verá alterado con áreas enrojecidas, erosiones y/o ulceras. Durante el examen se toman biopsias, que junto con los datos clínicos del paciente y la sospecha endoscópica nos permitirán realizar el diagnóstico.

¿Cuál es el tratamiento de este grupo de enfermedades?

El tratamiento se define según la extensión y severidad de la enfermedad, en el caso de la colitis ulcerosa un gran número de pacientes logra un buen control de su enfermedad con 5- aminosalicilatos (Mesalazina o Sulfasalazina) ya sea de uso tópico u oral. Un porcentaje menor de pacientes requerirá tratamiento con fármacos  inmunomoduladores y/o biológicos que se evaluará caso a caso por su médico. 

En la enfermedad de Crohn, el tratamiento se define según la localización, comportamiento (inflamatorio, estenosante o fistulizante) y severidad de la enfermedad. Los fármacos disponibles en Chile incluyen corticoides (Prednisona, Budesonida entre otros), inmunomoduladores (Azatioprina, 6–Mercaptopurina, Metotrexato) y biológicos. A partir del 1 de enero de 2017 la enfermedad de Crohn se incluyó dentro de la Ley Ricarte Soto con cobertura de fármacos biológicos (Infliximab y Adalimumab) para pacientes con Crohn grave o refractario.

Respecto de la alimentación, en general no existen restricciones para los pacientes, a excepción de los períodos de crisis.