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Es una enfermedad muy frecuente que consiste en un conjunto de alteraciones digestivas recurrentes y crónicas. No se logra comprender por completo porque no se demuestra inflamación al examinar a los pacientes con esta enfermedad, ya que se afectan más bien las terminaciones nerviosas que se encuentran en el intestino.

No pone en riesgo la vida, pero es molesto y doloroso. Los síntomas son dolor abdominal recurrente que desaparece después de obrar o que puede quedar con la sensación de un obrar incompleto. Está asociado también a una alteración en el tránsito intestinal por constipación, diarrea o por la presencia alternada de ambas, hinchazón abdominal y gases.

Se ha comprobado como causa la carga genética, es decir, tener familiares de primer grado con esta patología.

-Evite consumir alimentos irritantes: alcohol, bebidas, alimentos cafeinados, condimentos irritantes (por ejemplo, comino, ají, pimienta), jugos de frutas concentrados, frutas y verduras crudas, grasas, alimentos edulcorantes, lácteos y café descafeinado.

-Agregue gradualmente alimentos ricos en fibras y granos enteros, como frutas y verduras frescas y suplementos de fibra para minimizar trastornos de la defecación.
-Consuma abundante líquido (2 lts. diarios).
-Haga ejercicio regularmente para bajar el estrés.
-No fume.
-Cuidado con la automedicación, ya que se podría encubrir una enfermedad de base distinta, como una enfermedad celíaca o Crohn.

¿CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO?

-Si las medidas de autocuidado no ayudan en un par de semanas, visite al gastroenterólogo, ya que éste debe evaluar la posibilidad de otras enfermedades digestivas que pueden presentarse inicialmente con síntomas similares al colon irritable: cáncer de colon, diabetes, enfermedad celiaca o intolerancia a la lactosa.
-Un médico con conocimiento y experiencia en esta enfermedad puede diagnosticarla mediante un buen examen físico, historial médico y con exámenes de laboratorio que podrían solicitarse.
-Lo más relevante de esta evaluación médica es educar al paciente sobre la enfermedad, recomendar medicamentos que alivien o disminuyan la sensibilidad al dolor (como el trimebutino) o bien, si la depresión está entre los síntomas, tratarla con antidrepesivos que mejoren la recaptación de serotonina.
-Como estos síntomas también se asocian a otras enfermedades, es importante descartar fiebre o anemia u otros antecedentes para un diagnóstico certero, por ejemplo, que la molestia haya aparecido después de los 50 años de edad, que no haya constipación muy severa o a diarrea prolongada, que se haya producido una baja de peso corporal o presencia de sangre en las deposiciones.