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LESIÓN DEL LABRUM

El labrum es una estructura blanda, parecida a una goma, que sirve como freno para la articulación de la cadera, evitando que ésta se salga de su lugar.

No se conoce bien cuál es el origen de esta lesión. Se estima que puede ser por microgolpes repetidos en deportistas de alto entrenamiento. Por otra parte, puede existir un rasgo hereditario.

Los síntomas comienzan cuando los pacientes sienten un marcado dolor en la región inguinal, en la parte anterior de la cadera, que puede estar irradiado al glúteo, a la cara lateral de la cadera. Este dolor puede ocurrir en relación a comenzar a caminar después de estar mucho rato sentado, molestia que cede después de dar un par de pasos. Puede ser confundida con un síndrome de dolor lumbar.

AUTOCUIDADO

La rotura del labrum no hay cómo prevenirla, pero su diagnóstico precoz podría evitar un daño progresivo de la articulación.
Pacientes con defectos de pinzamientos debieran evitar algunos deportes de riesgo, mientras que pacientes hiperlaxos, por ejemplo, deben hacer un trabajo global de fortalecimiento muscular.

TRATAMIENTO

En fases muy iniciales, el manejo del dolor es a través de analgésicos, antiinflamatorios y kinesiología.

Si el resultado no es óptimo y las molestias continúan, el paciente debe someterse a una intervención quirúrgica cuyo objetivo es reinsertar el labrum si está roto y reparar todas las anomalías óseas que pueda tener la cadera.

Este procedimiento se conoce como artroscopía de cadera y en la actualidad es una cirugía con indicaciones específicas y en general está bien reglada.

EXÁMENES

Se inicia siempre con radiografías simples de pelvis y laterales de las caderas así como de columna lumbosacra para descartar otras patologías.