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PSORIASIS

La psoriasis fue descrita por primera vez por Ferdinand von Hebra en 1841. Es una enfermedad crónica, con diferentes grados de afectación y que se caracteriza en la mayoría de las veces por lesiones eritematoescamosas en codos, rodillas, cuero cabelludo o cualquier parte del cuerpo.

La causa exacta de esta enfermedad es desconocida, aunque se piensa un origen multifactorial. Parece tener un componente hereditario, relacionado con una respuesta inflamatoria, en la cual el sistema inmunitario accidentalmente ataca las células del propio cuerpo.

Entre un 2 y un 3% de la población mundial está afectada. Puede presentarse afectación articular, ungueal (uña) y de mucosas. Un tercio de los pacientes desarrolla un compromiso moderado a severo. La psoriasis afecta la calidad de vida de los pacientes que la sufren, lo cual se relaciona con la extensión de la afectación, la localización de las lesiones y la intensidad de las manifestaciones clínicas. También es capaz de producir diferentes grados de discapacidad física y es un factor de riesgo cardiovascular

CAUSAS

Entre los factores desencadenantes o agravantes de las lesiones psoriásicas, encontramos los siguientes factores: 

-Traumatismos o irritación (heridas, quemaduras, erupciones, picaduras de insecto). 
-Interrupción de corticoides.
-Estrés, tanto físico como psicológico.
-Cambios endocrino-metabólicos en el organismo, como en el embarazo. 
-Algunos medicamentos como betabloqueadores, indometacina y litio.
-Las infecciones por estreptococos pueden provocar la aparición súbita de lesiones de psoriasis, numerosas y pequeñas, en un patrón que se asemeja a las gotas de lluvia.
-El excesivo consumo de alcohol, la fricción, las condiciones de resequedad o la poca luz solar como ocurre en el invierno, también pueden ser los causantes de una reagudización de la psoriasis o hacerla más difícil de tratar. 

AUTOCUIDADO

El lavado diario es necesario. El agua no debe estar ni muy caliente ni muy fría. Gracias a este baño se ayuda a eliminar las escamas y a relajar la piel. Para potenciar ese efecto se pueden añadir sales y aceites, siempre y cuando no contengan componentes que resulten agresivos para la piel. Tras el baño conviene aplicarse cremas emolientes que ayuden a mantener hidratada toda la dermis. 

TRATAMIENTOS

Los tratamientos se dividen en medicamentos tópicos, fototerapia y sistémicos. En los casos moderados a severos, la estrategia terapéutica considera la combinación de ellos o incluso las tres modalidades.

Hay que destacar enfermedades que suelen acompañar a la psoriasis como la depresión, HTA, diabetes, alteraciones del colesterol y obesidad. Aunque actualmente no existe cura para la psoriasis, los pacientes pueden vivir prácticamente libres de síntomas por mucho tiempo, controlando su condición y mejorando su calidad de vida.