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DEMENCIA

La demencia es una de las enfermedades más temidas y caras de la sociedad actual, ya que estas alteraciones son mucho más graves que el deterioro normal que acarrea el envejecimiento y además, empeoran con el tiempo. Y por otro lado, no se puede identificar desde un principio. 

Es un síndrome clínico en el que decae la capacidad mental que incluye la memoria, la reflexión, el juicio, la concentración, produciendo un deterioro de la personalidad y un menoscabo en la calidad de vida.

Se produce por dos grandes causas: una degenerativa que indica un proceso irreversible y también puede deberse a muchos accidentes cerebrovasculares pequeños, lo que se denomina demencia vascular.

SÍNTOMAS

Su comienzo es sutil y normalmente se empieza a observar en mayores de 60 años. Progresa a un ritmo que es distinto de persona a persona: 
-Aprendizaje y disminución de la memoria: lentamente deja de reconocer gente, lugares y objetos.
-Pensamiento abstracto y lenguaje: dificultad para encontrar las palabras adecuadas y trabajar con cifras, por ejemplo.
-Cambios de personalidad: pasividad o más irritablilidad que lo habitual.
-Realización de tareas complejas: dificultad para hacer tareas las que requieren distintos pasos, como cocinar, hacer trámites, por ejemplo. 
-Razonamiento: deterioro en la capacidad de enfrentar problemas en la casa o en el trabajo, o bien, han dejado de importarle las reglas de conducta social. 
-Desorientación espacial: problemas para andar solo por las calles, aún en lugares familiares.

AUTOCUIDADO

La educación es la base para lograr un diagnóstico más precoz y un mejor manejo de la enfermedad con el fin de darle la posibilidad a la familia de planificar el futuro.

Evite fumar, controle su presión y diabetes.

EXÁMENES

Se recomienda: hemograma y VHS, perfil bioquímico, electrolitos, hormonas tiroideas, nivel plasmático de vitamina B12. Para descartar lesiones estructurales que puedan contribuir a la demencia como tumores, por ejemplo, el escáner o resonancia nuclear magnética son fundamentales.

La evaluación neuropsicológica, utilizando además test neuropsicológicos, es muy útil para el diagnóstico diferencial de las demencias, pues estudia en forma más precisa los déficit en las diferentes áreas cognitivas y para determinar el límite entre envejecimiento normal y demencia inicial.